¿Qué hacer si mi hijo se golpeó fuerte en la cabeza?

Los golpes pueden ser muy frecuentes en la infancia. Sin embargo, cuando los traumatismos en la cabeza son de fuerte intensidad, es importante contar con ayuda médica. Te explicamos la situación.
¿Qué hacer si mi hijo se golpeó fuerte en la cabeza?
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 27 julio, 2022

Los golpes en la cabeza suelen ser comunes durante la infancia; muchos de ellos, por suerte, no pasan de ser un buen susto. Son susceptibles de sufrirlos en cualquier etapa de su desarrollo así que es importante estar informados para poder reaccionar de la mejor forma posible.

 

Los niños son el recurso más importante del mundo y la mejor esperanza para el futuro.

—John Fitzgerald Kennedy—

Cuando los niños comienzan a caminar por sí solos suelen caerse a menudo. Sus habilidades psicomotoras gruesas aún no están lo suficientemente desarrolladas como para tener una movilidad efectiva. También es posible que sufran pequeños accidentes caseros y se caigan del cambiador, la cama o el sofá.

En esta etapa, los golpes en la cabeza también pueden ser más frecuentes, sobre todo, en aquellos peques que se desesperan y pretenden “correr” antes que caminar.

Cuando son mayores suelen ser debidos a caídas en bicicleta o patines o consecuencia de un accidente de juego con los amigos. En todo caso el resultado puede ser parecido.

Los niños que se golpean la cabeza al andar, por lo general, no suelen tener consecuencias graves. Muchas caídas, como son de poca altura, terminan en un chichón y nada más. Claro, por desgracia, no todos los finales siempre son tan felices, por eso, si tu hijo se golpea la cabeza ocúpate de él y sigue estas recomendaciones.

Qué hacer si tu hijo se golpeó en la cabeza

golpe en la cabeza 3

 

Primeras atenciones

Por lo general si tu hijo se golpeó la cabeza es normal que aparezca un poco de hinchazón y dolor. Aplicar hielo en la medida que lo tolere y curar los rasponazos y heridas superficiales es lo primero que puedes hacer.

Durante las horas posteriores es preferible que lo mantengas en un sitio tranquilo y en reposo, haciendo alguna actividad tranquila y brindándole algunos mimos extra. La cabeza deberá mantenerse elevada y se pueden ofrecer líquidos en pequeños sorbos.



Observa su comportamiento

En medio de tanto llanto, la familia se agrupa para consolarlo y con tus mimos y besos, resulta imposible valorar la situación. Por eso, cuando el niño se golpee la cabeza debes esperar unos instantes antes de correr con él para el hospital pediátrico.

Necesitas observar su reacción, porque serán los síntomas posteriores a la caída los que te dirán si solo se trata de un golpe sin consecuencias graves o existe la posibilidad de que haya sufrido un traumatismo craneal.

Si el niño se calma con tus caricias y al momento sigue jugando y caminando sin ninguna otra reacción que te indique una lesión cerebral no tendrá peligro. En este caso, lo continuarás observando durante horas para estar segura.

Estate atenta a cualquiera de estos síntomas

Los síntomas asociados a un traumatismo craneoencefálico después que el niño se golpea fuerte en la cabeza, y aquellos por los que debes correr para el hospital más cercano, son los siguientes:

  • Pérdida o disminución de la consciencia. En este último caso, aun cuando tu hijo sea un pequeñín de un año, tú que lo conoces bien, eres quien primero puedes apreciar si está desorientado, confuso, si está sufriendo una disminución de la consciencia
  • Exceso de somnolencia.
  • Crecimiento del chichón. Cuando notes que la inflamación aumenta de tamaño no te quedes en casa. Lleva a tu hijo a urgencias
  • Fallo de la memoria tanto de eventos anteriores o posteriores al golpe. Si le preguntas cómo se llaman los miembros de la familia y no te sabe responder esto puede ser un indicio de lesión cerebral
  • Pérdida del equilibrio. Si está aprendiendo a caminar este síntoma puede ser difícil de ver.
  • Vómitos.
  • Trastornos visuales. Esto lo puedes saber preguntándole al niño, una vez que se calme, si ve bien las cosas.
  • Convulsiones.
  • Una herida en la zona del golpe.
  • Dificultades en el habla. Conoces a tu hijo y sabes su manera de expresarse, el lenguaje que domina y cómo articula. En caso de que notes alguna alteración en su comunicación puedes tomar este síntoma en cuenta.
  • Disfunción motriz. Esta señal se observa a simple vista. Solo debes mirarlo caminar y coordinar sus movimientos. Él también podrá decirte si siente debilidad o adormecimiento en alguna parte de su cuerpo.
  • Dolor de cabeza.
  • Sangrado por la nariz y los oídos.

Observa estos síntomas y el estado de tu hijo durante un período de unas 48 horas.


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Ante todo mantén la calma

golpe en la cabeza 1

En momentos como este, cuando un niño se cae, es difícil mantener la calma. Sobre todo si el resultado final es un fuerte golpe en la cabeza o si aparecen algunos de los síntomas que te citamos antes. No obstante, por su bien, debes estar concentrada y saber lo que haces en todo momento.

Aunque tu primera reacción después que se golpea la cabeza sea animarlo, como en ese momento no sabes si se trata de un golpe leve o de una lesión, es recomendable que no lo muevas ni lo agites mucho porque eso podría perjudicarlo.

Si te concentras en lo que acaba de suceder en vez de alterarte, te darás cuenta de que necesitas observarlo durante las horas siguientes y estar alerta. Solo manteniendo la calma podrás encontrar la manera de ayudarlo.

Cómo prevenir las caídas en los niños

Aunque los accidentes suelen ser frecuentes y difíciles de evitar al 100 % puedes tomar algunas medidas de seguridad y precaución, tanto en la casa como en la calle.

  • Instalar protectores y puertas de seguridad en ventanas, escaleras, porches o balcones. Además no hay que dejar nunca los niños solos en estos espacios o cerca de ellos.
  • Usar las correas y sistemas de seguridad instalados en todo el mobiliario para bebés y niños como tronas, sillitas, cambiadores, etc. Igual que en el caso anterior tampoco hay que dejar los niños sin vigilancia en estos sitios elevados.
  • Colocar barandas de seguridad en las camas. Puede ser una buena opción usar luces de noche en los dormitorios o el pasillo para evitar las caídas nocturnas.
  • Usar los dispositivos de los cochecitos para mantener a los niños bien sujetos.
  • Usar equipos de protección (cascos, protecciones para los codos y rodillas) al practicar deportes como el patinaje, el monopatín o la bicicleta.

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