Mi hijo quiere estudiar en el extranjero: 7 consejos para ayudarlo

¿Qué sucede cuando tu hijo elige estudiar en el extranjero? Más que simples clases, se trata de desafiar límites, sumergirse en nuevas culturas y transformar su perspectiva.
Mi hijo quiere estudiar en el extranjero: 7 consejos para ayudarlo
Maria Fátima Seppi Vinuales

Escrito y verificado por la psicóloga Maria Fátima Seppi Vinuales.

Última actualización: 15 agosto, 2023

Estudiar en el extranjero puede ser una experiencia única y de enorme aprendizaje para tu hijo. Al mismo tiempo, como toda vivencia, no está exenta de temores y de incertidumbre.

En este sentido, la «previa» del viaje es clave, ya que la preparación permite pensar en desafíos, procesar emociones y prever recursos. Minimizar la decisión de irse a vivir a varios kilómetros de casa y cambiar de cultura suele ser contraproducente. Por eso, a continuación podrás encontrar algunos consejos para ayudar a tu hijo si quiere estudiar en el extranjero.

Si tu hijo quiere estudiar en el extranjero, sigue estos 7 consejos

Cuando se trata de abrir las puertas a una educación internacional, apoyar a tu hijo en su deseo de estudiar en el extranjero es una emocionante aventura. Sin embargo, este proceso también puede presentar desafíos y decisiones importantes que tomar.

1. Escucha los motivos por los cuales está interesado

Como padres, a veces el cambio puede resultar difícil de elaborar. Aceptar que los hijos crecen y buscan su independencia viene de la mano de múltiples y contradictorias emociones. Por eso, en ocasiones, la primera respuesta es un rotundo no.

Sin embargo, antes de decir algo, es preciso que escuches a tu hijo e indagues en las razones por las cuales quiere emprender este camino. ¿Por qué en el extranjero y no en una ciudad vecina? ¿De dónde le ha surgido ese interés o idea?, entre otras.

De esta manera, además de conocer cuán informado está sobre el tema y cuánto ha pensado en las opciones, podrás darle una respuesta más orientada hacia aquello que tu hijo está buscando.

2. Sé realista respecto a las posibilidades

Si tu hijo plantea que quiere ir a estudiar al extranjero, es importante que analicen en conjunto qué tipo de ayuda precisa de tu parte. Es decir, se trata de que puedan pensar y prever ciertas variables.

Por ejemplo, costos del boleto, qué planes tiene (estudiar y trabajar o solo estudiar), contratación de seguros médicos, permisos de permanencia y visados, valor del curso o carrera, costo de vida, gastos mínimos mensuales y más. De esta manera, podrán tener un panorama más claro respecto a los recursos con los que necesita contar y cuáles son los pasos a seguir.



3. Sugiérele a tu hijo que busque información respecto a la cultura y estilo de vida del lugar

Por ejemplo, que investigue sobre costumbres, idioma oficial, tipo de moneda, entre otros. En ocasiones, hay destinos que se ponen «de moda» para los estudiantes. Sin embargo, al llegar al lugar, la realidad es otra. Sucede que se muestran solo los costados más «pintorescos» de un lugar, sin tener en cuenta el lado «b».

Por eso, es crucial que tu hijo pueda empezar a conocer cómo es el sitio en donde quiere vivir y así va a poder tomar una decisión con mayor conocimiento y conciencia.

También puedes sugerirle que se ponga en contacto con otros jóvenes que hayan vivido una experiencia de estudio en el extranjero. Así también tendrá información «de primera mano», más real y cercana a aquello que le espera.

4. Analicen juntos la oferta académica

Para que tenga un rol proactivo respecto a la decisión que quiere tomar, también pueden conversar sobre las ventajas y desventajas de determinada oferta educativa. Por ejemplo, hay universidades que cuentan con pasantías o prácticas laborales. De este modo, la teoría combinada con la práctica puede resultar muy enriquecedora.

Otro aspecto a tener en cuenta es evaluar si la titulación obtenida es reconocida por organismos oficiales, si ese título será validado en el lugar de origen o si requiere de un trámite extra.

5. Evita trasladar tus propios miedos sobre tu hijo

Como padre, quizás te surjan muchos temores e inquietudes. Sin embargo, es importante que puedas gestionarlos sin proyectarlos sobre tus hijos y hacer algo positivo con ellos. Por ejemplo, brindar recursos para que tu hijo tenga un comportamiento responsable, aconsejar sobre cuidados y advertir sobre peligros, pero sin resultar alarmante.

Es decir, no se trata de ser ingenuos y esperar a que tu hijo viva la experiencia y aprenda de ella. Puedes compartir tus propias vivencias, con cierto límite y criterio. También es de enorme ayuda el hecho de mostrarse confiado y apostar por las capacidades de tu hijo. 

Por otro lado, es importante no ser un obstáculo para el crecimiento y desarrollo de los hijos. Aceptar que el nido vacío es una etapa necesaria en la vida y que, como padres y adultos, invita a reencontrarse con uno mismo y a plantearse nuevos desafíos personales.

6. Pacta algunos acuerdos

Para tranquilidad de todos, también pueden acordar algunas reglas. Por ejemplo, enviar un mensaje todos los días para saber que está bien, evitar los ocultamientos solo por «no preocupar», etc.

Hablar con tus hijos sobre aquello que te preocupa respecto a su estancia en el extranjero e identificar las formas en que pueden resolverlo ayuda a crear confianza, comunicarse y permitir que la experiencia sea grata para todos.

7. Ofrece apoyo emocional

Por más que tu hijo esté convencido de su decisión, es fundamental hablar de lo que implica dejar el lugar de origen para vivir en un país desconocido. El famoso «abandonar la zona de confort».

Es importante que lo ayudes a reconocer sus emociones, a aceptar que habrá días buenos y malos, a que algunas cosas pueden no salir como se planean. También que se ganan experiencias y momentos y se pierden otros, como celebraciones familiares, Navidad, entre otros.

No se trata de que sientan miedo, sino de que no «romanticen» una decisión que es relevante y atractiva, pero que también tendrá días grises. Muéstrate disponible a conversar y a escuchar, a estar cerca todas las veces que te necesite.



Es mucho más que «estudiar» en el extranjero

Si tu hijo decide estudiar en el extranjero, se trata de una oportunidad de abrir la mente y de conocer otra cultura. Es mucho más que estudiar, implica una experiencia de vida que le resultará transformadora. A su vez, también aprenderá a tomar decisiones, a resolver conflictos, a integrarse en un nuevo entorno. De modo que es bueno que lo apoyes en esta iniciativa.


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