¿Por qué mi hija habla en tercera persona?

¿Tu hija utiliza la tercera persona para hablar de sí misma? Esta tendencia es común en niños pequeños pero a partir de cierta edad puede indicar la presencia de trastornos importantes. Te contamos más al respecto.
¿Por qué mi hija habla en tercera persona?
Elena Sanz Martín

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Última actualización: 24 noviembre, 2022

La adquisición del habla es un importante hito en el desarrollo infantil. Las habilidades comunicativas de los niños evolucionan y avanzan a medida que estos crecen e interactúan con su entorno. Sin embargo, en ocasiones pueden producirse retrasos o estancamientos que hacen saltar las alarmas. Por ejemplo, si tu hija habla en tercera persona de sí misma, es posible que debas consultar con un profesional para determinar a qué se debe.

Generalmente, los seres humanos hablamos en primera persona, es decir, que utilizamos el pronombre “yo” para expresar nuestros deseos, vivencias y opiniones. Cuando un niño se refiere a sí mismo en tercera persona, suele emplear los pronombres “él”, “ella” o directamente su nombre propio como sujeto de la oración.  Esta anomalía resulta llamativa y puede deberse a diversas causas. Por ello, a continuación te explicamos cuáles son las más comunes a fin de que puedas ayudar a tu hijo.

¿Tu hija habla en tercera persona?

Para identificar si tu hija habla en tercera persona, pregúntate lo siguiente: ¿suele utilizar frases para hablar de sí misma como “María quiere más caramelos”, “ella no quiere bañarse” o “tiene sueño”? Este tipo de expresión verbal es común en los primeros años de vida de los niños. Desde que comienzan a comunicarse, hasta aproximadamente los tres años de edad, son relativamente frecuentes. Sin embargo, una vez alcanzados los 4 años, este signo puede alertarnos de algún problema mayor.

Muchos padres comienzan a prestarle atención a estas manifestaciones cuando sus hijos comienzan la escuela. Es aquí donde observan las diferencias respecto de otros menores de la misma edad. Y es que es posible que, aunque tu pequeña haya avanzado notablemente en sus habilidades comunicativas, aún emplee la tercera persona. ¿A qué puede deberse?

Antes de nada, es imprescindible tener en cuenta la edad, ya que puede que este modo de expresión forme parte del proceso madurativo. Si la niña ya ha iniciado la educación preescolar y continúa utilizándola, hemos de preguntarnos si puede imitar lo que observa en el hogar. Esto se debe a que es frecuente que los adultos utilicemos este tipo de lenguaje con los niños. Por ejemplo, si les decimos “mamá está cansada” o “papá no puede jugar contigo ahora”, es probable que ellos repitan esta formulación al hablar de sí mismos, por lo que modificar este aspecto puede ayudar.

Si tu hija habla en tercera persona y además muestra alucinaciones, delirios, alteraciones del lenguaje o comportamiento desorganizado, debes buscar ayuda profesional, ya que podría tratarse de un caso de psicosis infantil.

Causas por las que tu hija habla en tercera persona

Una vez revisados los anteriores aspectos, es importante considerar que hay algunas causas médicas que pueden llevar a los niños a hablar en tercera persona. Principalmente, la psicosis o algún grado del Trastorno del Espectro Autista (TEA).

Psicosis infantil

La psicosis infantil abarca un amplio grupo de trastornos que poseen una base común: el niño es incapaz de diferenciar su realidad interna de la externa. Así, las percepciones erróneas, los pensamientos ilógicos y las fantasías son tomados como ciertos y causan confusión e interferencia en la vida diaria del niño.

Entre el extenso conjunto de síntomas que pueden presentarse, aparecen alteraciones comunicativas, como hablar de sí mismo en segunda o en tercera persona. Esto es, el niño puede decir “tienes hambre” o “tiene hambre” en lugar de expresarlo en primera persona como sería esperable (tengo hambre). Esto puede indicar que el menor tiene dificultades para reconocer su identidad propia y diferenciarse de otros individuos.

Has de saber que la psicosis es poco común en población infantil y que suele hacer su aparición hacia la segunda década de la vida. Aun así, algunos síntomas prodrómicos de psicosis infantil pueden presentarse ya a los tres años

Trastorno del Espectro Autista

El TEA puede presentarse en grados muy diversos y afectar de forma diferente a cada niño. Aun así, hablar de uno mismo en tercera persona, en segunda persona o con preguntas, es común en quienes lo padecen, por lo que constituye un importante signo de alarma.

Algunos infantes habrán mostrado señales anteriormente, pero para muchos padres tal vez este sea el primer indicio claro de que existe algún problema. No obstante, es conveniente analizar si están presentes otras manifestaciones como las siguientes:

  • Ecolalia: es la imitación de sonidos, palabras o frases inmediatamente después de escucharlas.
  • Se expresa de manera impersonal o construye frases en las que no hay sujeto que realice la acción. Por ejemplo, dice “bolso en el armario” para indicar que desea poner o sacar el bolso del armario o que alguien lo ha hecho.
  • Movimientos estereotípicos y repetitivos.
  • Intereses restringidos.
  • Dificultades para relacionarse socialmente con los pares.
Es común que un niño con trastorno del espectro autista hable de sí mismo en tercera persona, en segunda persona o con preguntas.

Si tu hija habla en tercera persona, busca ayuda profesional

En suma, las causas de que tu hija se refiera a sí misma en tercera persona pueden ser diversas y no todas revisten la misma gravedad. Es posible que se trate de un simple retraso en la comunicación o que exista algún trastorno importante que requiera tratamiento. En cualquier caso, son los profesionales cualificados quienes pueden llegar a un diagnóstico y pautar las intervenciones más adecuadas.

Pediatras, neurólogos, psiquiatras, psicólogos infantiles y logopedas son algunos de los especialistas que pueden ayudar a determinar las causas de esta anomalía e indicar a las familias cómo actuar. Por ello, ante la duda, busca orientación y respuestas. La detección precoz y la atención temprana son fundamentales.


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  • Sánchez-Rodríguez, J. (2014). La intervención desde la psicomotricidad relacional en la psicosis infantil. Revista Iberoamericana de Psicomotricidad y Técnicas Corporales, 39, 26-40.

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