¿Hay una la línea que sobrepasa la coquetería?

“Hay una edad para cada cosa” es una frase que te puede ayudar a explicarle a tu hija que hay diferencias entre ser una niña coqueta y una que pretende verse muy sexy para su edad.

Definitivamente hay una línea que sobrepasa la coquetería, pues hay diferencias entre una niña que juega con los zapatos, el maquillaje y los accesorios de mamá y otra que aspira a ir vestida a la calle con atuendos adecuados para una mujer que desea verse sexy porque quiere atraer la atención de los chicos.

Hacerle ver esos aspectos a una niña, quizás de unos 8 años de edad, que quiere vestirse de esa manera simplemente “porque está de moda” o porque sus compañeras de clases también lo hacen es muy importante, sobre todo porque a su corta edad es probable que no entienda que con este tipo de atuendo, de manera inconsciente podría llamar la atención de chicos, lo cual es seguramente algo que no le interesa mucho aún.

Explícale claramente qué es la atracción sexual y que en ciertas ocasiones las chicas mayores o las mujeres adultas desean vestirse de manera sexy porque se sienten orgullosas de su cuerpo y porque desean atraer la atención de los chicos. Dile además que es muy probable que ellas cuenten con la madurez necesaria para sortear cualquier circunstancia indeseada, lo cual puede ser complicado a su edad.

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Se puede ser bella con delicadeza

A las mujeres nos encanta vernos bellas. De hecho, uno de los placeres de una madre es vestir a su hija linda, colocarle lazos en el cabello, peinarla, combinar los colores de su atuendo y hacerla sentir hermosa. De eso se trata la coquetería y en eso las mujeres somos expertas, pero ¿qué pasa cuando algo parece que se te está saliendo de las manos?

Lo que pasa es que quizás no te has dado cuenta pero el tiempo pasa. Cuando tu niña era una bebé; tú, tu pareja y sus cuidadores tenían el absoluto control cuando se trataba de vestirla y elegir su atuendo, sin embargo ese tema se vuelve algo complicado cuando la niña va creciendo, cuando va desarrollando sus propios gustos y quiere expresar su personalidad a través de la moda.

De hecho, todas las personas que ahora son adultos en algún momento sublevaron las reglas de papá y mamá en cuanto a vestimenta se refiere, seguramente lo hicieron cuando se eran preadolescentes y querían dejar de verse como niños pequeños, pero quizás su hija se ha adelantado un poco. La cuestión es que una niña que elige su atuendo por sí misma solo está dando uno de los  primeros pasos hacia la independencia, no tiene nada de malo.

Sin embargo, muchas veces las niñas están tan bombardeadas por información errónea, por modelos cada vez más precoces de vestimenta sensual y por modelos, actrices o cantantes que se visten de manera más llamativa. No es del todo su culpa, es más bien el producto de muchos aspectos de la sociedad actual.

Por eso, es importante que le expliques a tu hija que aunque está muy bien que admire a ciertas modelos, actrices o cantantes no siempre es adecuado imitarlas en todo, y que si bien es cierto que puede seguir su estilo no es necesario vestirse ni maquillarse tanto para verse femenina. Incluso, puedes mostrarle algunos de ejemplos que ilustren que el arte de la femineidad y de la coquetería es colocar detalles sutiles que exalten su belleza natural.

 

La coquetería no es algo malo

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Puedes decirle que está muy bien que en casa juegue a verse como esa persona a quien admira, que se pinte los labios un poco, que use algunos de tus tacones o de tus blusas para jugar, todas las mujeres hicimos eso con las cosas de mamá; no obstante hay diferencias entre la ropa que usamos cuando jugamos a la que usamos cuando salimos a la calle.

Es preciso que hagas esas observaciones con dulzura que no las censures a la ligera sino que le expliques las consecuencias de parecer demasiado sexy cuando aún no se ha madurado para ello, y así tu hija se puede hacer consciente de la carga sexual que ciertos atuendos implican.

No se trata de meterle miedo o de criar a una niña tímida sino a una consciente de que hay una edad para cada cosa y que ya vendrán ocasiones en las que pueda exaltar su belleza, pues nadie se viste de igual manera para ir al colegio que para ir a una fiesta. Lo ideal es que le trasmitas seguridad y que aplaudas sus esfuerzos por mantener una imagen cuidada sin que eso signifique que sobrepase la línea de ser coqueta y llegue a llamar de manera exagerada la atención.

Es importante que aproveches los momentos adecuados para hablar sobre el tema. Uno de ellos es cuando acompañas a tu hija a comprar ropa o cuando está eligiendo algún atuendo para salir de casa.

Cuando estés inmersa en una de esas ocasiones bien puedes preguntarle cómo se siente con ciertas prendas e incluso puedes enseñarle algunos trucos de coquetería como peinarse de manera delicada y prolija su cabello o lo beneficioso que le resulta limpia y en buen estado además de lo fundamental que es para una mujer oler siempre rico.

Trata también de ser consciente y de hacer ver a tu hija que vivimos en una sociedad que en muchas ocasiones sobreestima el aspecto físico. Trata de subrayar que  la apariencia, aunque es importante, no es el único aspecto que puede exponer de su personalidad.

Dile que ella siempre puede demostrar que además de ser coqueta, también es linda en muchos aspectos; y que esto ocurre porque se esfuerza por ser honesta, buena, inteligente y que eso no siempre se muestra a través de los escotes, las minifaldas, los tacones ni el maquillaje.

 

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