Hasta qué edad debe dormir el bebé en la habitación con sus padres

El colecho es una práctica sumamente común y tiene sus pros y contras. Es una consecuencia de la debilidad de la naturaleza humana. De hecho, somos los mamíferos más indefensos al nacer y los que más tiempo requerimos el cuidado de nuestros padres.

Ese instinto ancestral hace que los niños deseen dormir con sus padres, es algo que está en nuestros genes. Aunque muchos digan que los bebés son manipuladores, lo cierto es que los neonatos tienen una profunda necesidad de ser protegidos y de estar cerca de la mamá.

Además, muchas madres consideran que es más simple dormir con el bebé que tener que levantarse varias veces en la noche para atenderlo.

Si bien el colecho ofrece múltiples beneficios, es necesario llevarlo a la práctica de manera segura. Pues sin los recaudos adecuados, podría incrementar significativamente el riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL).

¿Hasta cuándo debe dormir el bebé con sus padres?

Si has optado por dormir con tu bebé, quizás te preguntes hasta cuándo es sano hacerlo y cuál es el mejor momento para sacarlo de la cama o del cuarto. Lamentablemente, no podemos darte una respuesta específica.

Al contrario, el momento óptimo dependerá de la propia dinámica de tu familia y de las características individuales de tu bebé. No obstante, lo que sí es cierto es que, si ya no puedes dormir bien o si esto te trae problemas de pareja, debes comenzar a abrir espacio.

Algo que ha ayudado a muchas parejas que colechan es usar una cuna especial, que va pegada a la cama matromonial. También, se puede colocar su cuna normal muy cerca del lecho, para que el bebé no se sienta solo y que esté protegido, sin quitarte espacio.

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Hacer colecho de forma segura

Algunos padres deciden que compartir la cama es lo mejor para su familia a pesar de los riesgos. Si elige tener a su bebé en la cama con usted, siga estas precauciones:

• Siempre coloca a tu bebé boca arriba para dormir, esto ayudará a prevenir el síndrome de la muerte súbita de lactantes.
• Viste al bebé con la mínima cantidad de ropa posible para evitar que se acalore demasiado.
• No pongas al bebé a dormir sobre una superficie blanda, como un colchón blando, un sofá o una cama de agua. Asegúrate de que el colchón de la cama sea firme.
• Revisa que el colchón quede bien ajustado al armazón o somier de la cama, de forma que el bebé no pueda quedar aprisionado entre ambos.
• No cubras la cabeza del bebé mientras duerma.
• No coloques almohadas, mantas, edredones, colchas ni otros artículos blandos, almohadillados o afelpados en la cama. Vista a su bebé con un buen pijama en vez de utilizar mantas.
• No te quedes dormido con el bebé encima del pecho.
• No uses mantas, pijamas o arrullos pesados sobre o alrededor de tu bebé.

¿Está listo el bebé para dejar de dormir en la habitación con los padres?

Un indicativo de que está listo es que duerma toda la noche de corrido. Si es así, pues es muy sencillo: lo que debes hacer es ponerlo en un cuarto cerca y ya. Hay bebés excepcionales que duermen muchas horas encadenadas desde que son muy pequeños, pero son una minoría. Lo más común es que se despierten a comer varias veces en la noche.

Si bien no existe una edad indicada para llevar al niño a su propio cuarto, algunas personas piensan que, mientras más pronto se haga el cambio, mejor. No obstante, algunas sociedades científicas de renombre sugieren que el niño duerma en el cuarto de sus padres al menos hasta los 6 meses e idealmente, hasta los 12 meses.

¿Por qué no es saludable que el bebé duerma en otra habitación antes de los 6 meses?

Pasar al bebé a su habitación antes de tiempo también puede ser perjudicial y esto se explica por varias cuestiones.

Por un lado, el hecho de dormir alejado de los padres impide la supervisión nocturna permanente. Esto aumenta el riesgo de evitar situaciones peligrosas, como una asfixia postural o una obstrucción accidental de la vía aérea del lactante. Por ende, se recomienda que, al menos durante el primer semestre, los bebés duerman en el cuarto de sus padres.

En segundo lugar, muchos expertos sostienen que el hecho de dormir cerca o junto a la madre durante los primeros meses incrementa el éxito de la lactancia materna. De esta manera, se ofrecen dos factores protectores del SMSL: la lactancia y la supervisión parental.

Finalmente, se ha descrito que cuando un niño cuando se siente abandonado, desarrolla altos niveles de estrés que podrían ser perjudiciales para su cerebro en desarrollo. Si bien a la larga el niño que llora de noche se duerme, lo hace a expensas de mecanismos fisiológicos poco saludables.

Ahora bien, con esto no queremos decir que debes dormir con tu bebé toda la vida ni buscamos que te sientas culpable si optas por llevarlo a su habitación. Nuestro objetivo es que comprendas que es normal que el bebé quiera dormir con sus padres y que esto, en algún punto, ofrece sus beneficios.

Debes tener siempre en mente que los niños no vienen programados para el mundo de hoy, en el que la madre, aparte de cumplir con este rol, tiene un montón de responsabilidades más que desempeñar.

“El momento para que el bebé deje la habitación de los padres dependerá de la dinámica de cada familia y de las características individuales del bebé”.

Sacar al bebé de la cama: con firmeza, pero con amor

Si tienes un hijo grande —de más de 3 años— y quieres sacarlo de tu cama, hazlo con amor y con convicción. Ofrécele una cama hermosa solo para él, invítalo a decorar el nuevo cuarto y busca la forma de que se amigue con el cambio. No hagas de ello una desgracia para el niño.

Tampoco postergues el momento eternamente, sobre todo si ya les molesta compartir la cama o el cuarto con el pequeño. Debe haber lugar para la intimidad de la pareja en el hogar y el lecho conyugal es un lugar de dos, que debe tratarse como tal.

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El mejor momento es el que ustedes elijan

Entonces, el mejor momento para sacar a tu hijo del cuarto será cuando sientas que le haces (y te haces) un favor y no un daño. Si lo haces antes de que esté listo o por las malas, todo acabará mal y volverás todo hacia atrás.

Ser padre cansa, pero lo mejor es respetar los procesos naturales de los hijos, tal como hacen los animales más primitivos. El águila no echa a sus crías a volar ni antes ni después de tiempo, porque ella conoce el momento justo.

Por lo tanto, no te dejes llevar por la presión social: cada niño es distinto y merece ser amado de manera individual. La buena noticia es que, por más que te esfuerces, tu bebé tarde o temprano saldrá de tu habitación, incluso aunque no lo quieras.