La fractura de los primeros pasos

La fractura de los primeros pasos es frecuente cuando los bebés comienzan a caminar. Te contamos todo lo que debes saber acerca de ella.
La fractura de los primeros pasos

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 13 junio, 2020

La fractura de los primeros pasos puede llegar a ser algo común en los niños que están aprendiendo a caminar. Aunque no es muy grave, sí que puede conllevar consecuencias tanto físicas como mentales para los niños. Te contamos todo lo que debes saber acerca de este tipo de fractura.

¿Qué es la fractura de los primeros pasos?

La fractura de los primeros pasos también se conoce como fractura de Toddler  o fractura oculta. Lo que ocurre es que, cuando el niño comienza a dar sus primeros pasos, son muchas las caídas y los golpes, aunque sean de poco impacto, que sufre. Los huesos de la pierna todavía no son lo suficientemente sólidos ni están acostumbrados a cargar peso aún.

Por esto, en algunas ocasiones, se produce la fractura de Toddler. Esta es una fractura de la tibia, un hueso de la pierna. En este caso, es una fractura no desplazada, lo que quiere decir que el hueso se parte pero no se mueve de su lugar original.

Como es lógico, debido a su nombre, este tipo de fractura suele afectar a niños de entre 9 meses y 3 años, es decir, a niños en edad de aprender a caminar.

Bebé empezando a caminar con cuidado para no sufrir la fractura de los primeros pasos.

¿Qué síntomas produce?

Por las edades en las que se produce, los niños todavía no saben manifestar exactamente qué es lo que les ocurre o qué es lo que les duele. Por esto, el síntoma más común es el rechazo a caminar.

Ellos notan que es al andar cuando les produce dolor, por lo que evitan de todas las formas posibles apoyar el pie. Puede haber dolor localizado al tocar en la parte inferior de la pierna, cerca del tobillo.

También es posible que el niño presente cojera para evitar apoyar la pierna lesionada y el dolor. Esta cojera aparece de manera repentina. Debemos tener en cuenta que muchas veces ni siquiera recordamos que el niño haya sufrido un golpe o una caída, por lo que en ocasiones es difícil darse cuenta de lo que sucede.

¿Cómo se diagnostica la fractura de los primeros pasos?

El diagnóstico lo hará el especialista. Este se basará en la clínica que presenta el niño, en cómo ha ocurrido el proceso y en una buena exploración física. Además de esto, serán necesarias pruebas complementarias de imagen. Puede que se realice un ecografía, pero la prueba que más datos dará al médico, en este caso, será la radiografía de la pierna del niño.

¿Cuál es su tratamiento?

Una vez realizada la radiografía y establecido el diagnóstico, se colocará al niño una férula en la pierna que permita la inmovilización. A los 10 días, se volverá a repetir otra radiografía. Si realmente se trataba de una fractura de Toddler, en la radiografía que se le realiza al niño a los 10 días se observará, en la zona de la fractura, lo que conocemos como callo óseo.

Esta imagen es signo de que la fractura se está reparando. Por lo tanto, una vez que se ha confirmado que se trata de este tipo de fracturas y de que se está reparando, se conservará la férula de inmovilización dos semanas más.

Bebé dando sus primeros pasos cogido de las manos de su madre.

En cuanto a la fractura de los primeros pasos, debes saber…

Debido al crecimiento y al desarrollo normal del niño, esta fractura es frecuente. Sin embargo, atendiendo a los posibles síntomas que pueden aparecer, y acudiendo de forma rápida al especialista, su tratamiento es sencillo. Normalmente, estas fracturas curan bien y el niño no presentará secuelas físicas tras la solidificación del hueso.

Sin embargo, debemos tener en cuenta que no solo existen las consecuencias físicas. En estos casos, los niños pequeños no son capaces de razonar como un adulto. Es posible que, tras sufrir esta fractura, algunos de ellos cojan miedo a seguir aprendiendo a caminar.

En estos casos, es muy importante la paciencia. Deberemos explicarles, en la medida de lo posible, lo que ocurre y apoyarlos, intentando siempre que formen parte del razonamiento para volver a caminar y sin forzarlos a ello en ningún caso.


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