7 formas de evitar los cambios de la piel por el envejecimiento

Lo ideal es envejecer de manera saludable, adquiriendo sencillos hábitos desde temprano para evitar algunos cambios del envejecimiento. Conoce algunas estrategias que puedes poner en práctica de ahora en adelante.
7 formas de evitar los cambios de la piel por el envejecimiento
Maria del Carmen Hernandez

Escrito y verificado por la dermatóloga Maria del Carmen Hernandez.

Última actualización: 08 julio, 2023

A medida que envejecemos, nuestra piel experimenta una serie de cambios que pueden afectar su apariencia y salud en general. Todos estos cambios son inevitables y llegarán en un momento u otro. Sin embargo, lo que sí podemos hacer es retrasar su aparición y hacer que nuestra piel luzca mejor a pesar del paso del tiempo.

Uno de los principales desafíos a los que nos enfrentamos es la disminución de la producción de colágeno y elastina, dos proteínas fundamentales que proporcionan firmeza y elasticidad a nuestra piel. A medida que pasa el tiempo, nuestros cuerpos producen menos de estas proteínas, lo que resulta en la pérdida de tonicidad y la aparición de arrugas y flacidez.

Por fortuna, hay una variedad de estrategias que podemos implementar para ayudar a retrasar estos cambios y mantener una apariencia radiante y saludable a lo largo de los años. De estas estrategias conocerás más adelante, ¡quédate hasta el final!

¿Qué ocurre con nuestra piel durante la menopausia?

Ciertos cambios fisiológicos acompañan al envejecimiento natural de nuestra piel y algunas de las alteraciones que más deseamos evitar son aquellas asociadas a la menopausia. Este periodo modifica todos nuestros órganos, incluida la piel, la cual puede presentar los siguientes cambios.

1. Disminución de la elasticidad

Con el envejecimiento y la menopausia, la producción de colágeno y elastina en la piel disminuye. Estas proteínas son responsables de proporcionar elasticidad y firmeza a la piel. De hecho, un estudio publicado en la revista Frontiers in Aging explica que, a medida que envejecemos, existen múltiples cambios en el colágeno de la dermis.

Como resultado, la piel pierde su capacidad de estirarse y recuperarse de forma fácil, lo que lleva a la aparición de flacidez y arrugas.

2. Sequedad de la piel

Incluso, a medida que envejecemos, las glándulas sebáceas de la piel producen menor cantidad de sebo y alteran su composición, lo que conduce a una disminución de la hidratación natural. Así lo sugiere una publicación de la revista Frontiers in Cell and Developmental Biology. Por lo tanto, la piel se vuelve más propensa a la sequedad y puede tornarse áspera, escamosa e incluso agrietada.

3. Aparición de arrugas finas

Las arrugas son una característica común del envejecimiento de la piel. La exposición solar crónica es el factor principal del envejecimiento extrínseco. Incluso, se han realizado múltiples investigaciones sobre los efectos del sol en la superficie cutánea y se acuñó el término «fotoenvejecimiento» para explicar estos fenómenos.

En consecuencia, a medida que disminuye la producción de colágeno y elastina, la piel se vuelve menos flexible y más propensa a las arrugas. Además, la repetición de ciertos movimientos faciales a lo largo de los años, como fruncir el ceño o sonreír, puede contribuir al desarrollo de arrugas de expresión.

¿Cómo evitar los cambios en la piel asociados al envejecimiento?

A continuación, te detallamos algunas de las medidas que pueden evitar o minimizar los cambios más drásticos asociados al envejecimiento para que puedas mantener una piel saludable.

1. Mantener una rutina de cuidado de la piel

Implementar una correcta rutina de cuidado de la piel es esencial para prevenir los cambios relacionados con la edad. Esto implica utilizar un limpiador suave para limpiar la piel dos veces al día e hidratarla con productos adecuados para tu tipo de piel.

2. Protegerse del sol

Como ya lo hemos mencionado, la exposición solar es uno de los principales factores que contribuyen al envejecimiento prematuro de la piel. La radiación ultravioleta del sol daña al colágeno y la elastina de la piel, lo que resulta en arrugas, manchas de edad y una disminución de la elasticidad.

La utilidad del protector solar ha sido demostrada en múltiples oportunidades. Un estudio publicado en la revista American Journal of Clinical Dermatology explica que existen protectores solares que incluso podrían revertir los signos del fotoenvejecimiento.

Es fundamental aplicar protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30, incluso en días nublados.

3. Mantener una dieta saludable

Según un artículo publicado en la revista Nutrients, los malos hábitos y la falta de nutrientes son factores importantes en el envejecimiento cutáneo. Por ello, mantener una dieta saludable es una de las mejores recomendaciones para evitar la aparición de los cambios en la piel.

De hecho, consumir frutas y verduras frescas, granos integrales, proteínas magras y grasas saludables, proporciona a la piel los nutrientes necesarios para mantener su elasticidad y luminosidad. Además, beber suficiente agua ayuda a mantener una hidratación adecuada de adentro hacia afuera.

4. Evitar el tabaquismo y el consumo de alcohol

Fumar y beber en exceso son hábitos que no solo afectan de forma negativa la salud general, sino que también pueden acelerar el envejecimiento de la piel.

Un estudio publicado en la revista Scientific Reports sugiere que el consumo de cigarrillos es uno de los factores de riesgo más importantes para el envejecimiento de la piel. Por otro lado, el consumo excesivo de alcohol puede deshidratarla y privarla de vitaminas y antioxidantes.

5. Incorporar el ejercicio regular

El ejercicio regular tiene muchos beneficios para la salud, incluida la salud cutánea. La actividad física mejora la circulación sanguínea, lo que ayuda a proporcionar nutrientes y oxígeno a la piel. Además, el ejercicio promueve la eliminación de toxinas a través del sudor, lo que contribuye a un cutis más saludable y radiante.

6. Obtener suficiente descanso

Un estudio publicado en la revista Clinics in Dermatology, detalla que la falta de sueño parece tener relación con el envejecimiento de la piel. Por ello, descasar de forma adecuada puede ser una de las mejores recomendaciones.

El descanso adecuado es esencial para que la piel se repare y regenere. De hecho, durante el sueño, el cuerpo libera hormonas que promueven el crecimiento y la reparación celular.

Por lo tanto, lo ideal para evitar los cambios en la piel por el envejecimiento es intentar dormir al menos 7-8 horas por noche y considerar utilizar una funda de almohada de seda para reducir la fricción y prevenir la formación de arrugas.



7. Evitar el estrés

El estrés crónico puede tener un impacto negativo en la salud de la piel. En concreto, provoca la liberación de hormonas del estrés, como el cortisol, que puede dañar el colágeno y acelerar el envejecimiento cutáneo.

Se recomienda buscar actividades que ayuden a reducir el estrés, como la meditación, el yoga o dar paseos al aire libre.

La piel y el envejecimiento, un proceso natural

Aunque el envejecimiento es un proceso natural e inevitable, podemos tomar medidas para evitar, prevenir y minimizar los cambios en la piel asociados con el paso del tiempo. En general, estas estrategias son efectivas para mantener una piel saludable y radiante a medida que envejecemos.

Recuerda consultar a un dermatólogo. Solo un profesional puede brindarte orientación personalizada sobre cómo cuidar mejor de tu piel.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.