Los experimentos para hacer en casa con niños son fáciles, sencillos y económicos, pues se utilizan materiales que por lo general se encuentran en el hogar. Sin duda alguna, es una magnífica manera de compartir en familia y comprender de forma entretenida las leyes físicas del universo.
4 experimentos para hacer en casa con niños y divertirse
Los niños disfrutan mucho cuando experimentan cosas nuevas. Por lo tanto, ten la seguridad de que le encantará esta experiencia.
1. Arcoíris liquido
Este experimento es muy llamativo y resulta divertido para los niños. Es importante la guía de los padres o de otro adulto responsable, para evitar accidentes.
Materiales: 1 bote de cristal, alcohol, miel, jabón líquido verde, lavavajillas, aceite de oliva, colorante alimentario, 1 gotero.
Instrucciones: vierte la miel en el bote de cristal directamente al fondo, sin tocar los laterales; añade también el jabón líquido. Aparte, mezcla agua con colorante alimentario de color morado o azul y viértela encima del jabón líquido.
Seguidamente, agrega una capa gruesa de aceite de oliva, siempre en el centro, sin tocar los lados del bote. Por último, diluye colorante alimentario rojo en alcohol y, con un gotero, deja escurrir por el interior del bote. Debes ejercer cuidado de no colocarlo en el centro como los anteriores, pues se estropea el arcoíris.
La explicación científica de este experimento es sencilla: la densidad de los diferentes líquidos es lo que logra el arcoíris. Los líquidos más densos por su peso se mantienen en el fondo; los más ligeros se mantienen en la superficie. Además, por tener diferentes densidades, los líquidos no se mezclan entre sí.
2. Huevos que flotan y huevos que se hunden en el agua
Optar por estos experimentos para hacer en casa con niños será una excelente idea. A los pequeños les parece magia; sin embargo, tiene su explicación racional.
Materiales: 2 huevos, agua, sal y 2 recipientes.
Instrucciones: introduce un huevo en cada recipiente con agua, permite que los pequeños observen lo que pasa a continuación. Verán que uno de los huevos se hunde y el otro se mantiene a flote.
Ellos pensarán que los huevos son diferentes. Posteriormente, se cambian los huevos en los recipientes; ocurrirá lo mismo, el huevo que antes se mantuvo a flote al cambiar de recipiente ahora se hunde y le pasa lo mismo al otro huevo.
La explicación científica es que uno de los recipientes contiene agua con sal, la que modifica la densidad del agua. En condiciones normales, el huevo pesa más que el agua. Sin embargo, si se le añade suficiente sal al agua, su densidad se vuelve mayor que el huevo, por lo que este flota.
En particular, puedes comprobar este experimento al colocar un huevo en un recipiente con agua y añadir sal gradualmente. Puedes ver como el huevo sube lentamente, hasta el punto de flotar en la superficie.
“El aburrimiento se cura con curiosidad. La curiosidad no se cura con nada”
–Dorothy Parker—
3. Gusanos bailarines
Materiales: gusanos de gominola, agua, vinagre, bicarbonato y un vaso transparente.
Instrucciones: corta el gusano en cuatro pedazos a lo largo; después, introdúcelo en un vaso con agua tibia con tres cucharadas de bicarbonato por 15 minutos.
Acto seguido, retíralos del vaso con un tenedor y colócalos en un vaso con vinagre. Inmediatamente, los gusanos se llenan de burbujas y suben a la superficie. Cuando las burbujas de gas estallan vuelven al fondo, se llenan de burbujas y suben nuevamente. Este proceso se repite varias veces hasta que uno de los reactivos se termina, el bicarbonato o el vinagre.
La explicación de este experimento es que, al mezclar los gusanos llenos de bicarbonato de sodio con el vinagre, se produce una reacción química que origina burbujas de gas. Es decir, dióxido de carbono en torno a los gusanos de gominola. De esta forma, se causa el movimiento ascendente y descendente, que da la impresión de que los gusanos bailan.
4. Separar la pimienta del agua
Los experimentos para hacer en casa con niños estimulan el aprendizaje durante su tiempo libre y fortalece los vínculos familiares. Este, que solo requiere de ingredientes comunes en cualquier cocina, es un claro ejemplo de ello.
Materiales: 1 plato hondo, jabón, pimienta negra, y agua.
Instrucciones: en un plato hondo, coloca suficiente agua y esparce solo un poco de pimienta negra. Al introducir tu dedo, la pimienta no se desplaza. No obstante, si te colocas jabón en el dedo y lo metes dentro del agua, puedes observar como la pimienta se retira del centro del plato.
La razón es que la pimienta flota sobre la superficie del agua, donde hay una capa de agua más firme llamada tensión superficial. Sin embargo, al llenarse de jabón, esta tensión superficial disminuye en el centro, lo que permite que la pimienta se aleje.
En conclusión, son muchos los beneficios de los experimentos para hacer en casa con niños, además de que son fáciles y muy entretenidos. Practícalos y en poco tiempo puedes tener un niño interesado en la ciencia.
Bibliografía
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