Estudio sobre el bruxismo infantil

El bruxismo infantil puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza (literalmente) para los afectados. ¡Descubre lo que dicen los médicos y la ciencia sobre esta condición!

bruxismo infantil

El bruxismo es un trastorno que ocurre a muchos niños. Aunque no nos suene mucho el término, todos sabemos lo que es. Se trata del rechinido de los dientes, ese reflejo de apretar la dentadura mientras dormimos. En la población infantil, afecta a un 20%; en esas cifras también se halla la incidencia en embarazadas.

Escuchar que los pequeños rechinan los dientes, puede llegar a ser preocupante para algunos padres. Al menos el desconocimiento del trastorno provoca nuestra alerta. El sonido de unos dientes rozando contra otros, puede ser fuerte y escalofriante.

Te contamos que, aunque parece que su dentadura va a romperse, esto no va a ocurrir. Sin embargo, si se prolonga el bruxismo, es posible que se produzca daño en el esmalte dental. Se sabe que es una acción totalmente involuntaria, que no reviste mayor complejidad. No obstante, a los pequeños les puede provocar dolor de cabeza, oído, cuello y estructura mandibular.

Causas del bruxismo

Rechinar los dientes mientras dormimos no parece tener un propósito funcional. Hasta el momento se conoce como un reflejo involuntario, que puede rayar en el hábito. Cuando se produce por la noche, es más común en los niños y se conocen al menos dos tipos, que son los siguientes.

  • Bruxismo céntrico, es cuando se produce el apretamiento de la mandíbula. Es más frecuente que se observe de día, sobre todo en los niños, que no están conscientes de este hábito
  • Bruxismo excéntrico, cuando ocurre el frotamiento de los dientes. Este se produce con la misma frecuencia de día que de noche.

Las causas del bruxismo pueden ser al menos dos: físicas y psicológicas. Cuando son psicológicas se relacionan al estrés o tensión emocional. Es frecuente entre los niños que sufren de hiperactividad o ansiedad. Por lo general estos niños, están nerviosos constantemente y se mueven de una actividad a otra.

Mientras los niños están activos pueden apretar la mandíbula o frotar los dientes. Sin embargo, todo puede empeorar cuando se van a la cama. Cuando están dormidos, siguen con la misma energía, por lo cual pueden seguir presentando el bruxismo. Pese a ello, se conoce que la ansiedad es la causa más frecuente del bruxismo.

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La salud es la riqueza real y no piezas de oro y plata

-Mahatma Gandhi-

Cuando hablamos de causas físicas, nos referimos a que el bruxismo viene a ser un síntoma que acompaña al dolor en los oídos o la cabeza. También es común durante la dentición, cuando salen los dientes o caen, puede ser molesto. Además, una nueva dentadura interfiere en la manera en que cierran la boca, debido a la nueva estructura dental.

Algunas especulaciones sobre este trastorno, apuntan a que es ocasionado porque el niño tiene parásitos en su intestino. Se dice que como producto de la actividad de los parásitos, los niños manifiestan su incomodidad de esta forma.

¿Cómo se trata el bruxismo infantil?

 

Este problema aunque cause alarma o incomodidad, no suele ser llevado a consulta. Además, puede resultar un trastorno pasajero; por ejemplo, si es producto de una enfermedad, terminará igual que esta. Para tener una mejor claridad, conviene que observemos si el bruxismo coincide con las descripciones mencionadas anteriormente en las causas.

Sin embargo, el problema puede ser diagnosticado mediante un examen dental, cuando aún no lo hemos tomado en serio. Si fuera el caso, y el niño tuviera lesiones graves es necesario tratarlo específicamente. Pese a ello, ante afecciones mínimas, no suele indicarse tratamiento dental.

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En cualquier caso, los especialistas suelen indicar tratamientos para aliviar la ansiedad. También puede tratarse por medio de terapia antiestrés, que normalmente no son invasivas. Es decir, se sugiere la realización de actividades que los relajen y distraigan.

La recomendación principal es canalizar su ansiedad y sobre todo, evitar que el niño se vaya a dormir ansioso, enfadado o triste. Asimismo, se aconseja calmar sus nervios y hacerlos menos conscientes de su problema, pues los vuelve más ansiosos.

Se indica tratar las causas más que el bruxismo como tal, porque no siempre causa daños en los dientes. Si el niño necesitase tratamiento dental, lo más grave podría ser afección en el músculo de la mandíbula. En estos casos se puede colocar una férula protectora, que impida la lesión permanente.

Por otro lado, se descarta que el trastorno ocurra por afección de los parásitos. No existe evidencia científica de que haya relación, aunque puede coincidir en muchos casos. Al respecto, los especialistas creen que cuando se presenta bruxismo ante esta situación, es porque ya había predisposición en el pequeño.

 

Bibliografía

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  • Bolaños, E., Gonzales, E., & Del Castillo, E. (2002). El bruxismo infantil. Odontología Pediátrica.
  • Simões-Zenari, M., & Bitar, M. L. M. L. (2010). Fatores associados ao bruxismo em crianças de 4 a 6 anos TT  – Factors associated to bruxism in children from 4 – 6 years. Pro Fono. https://doi.org/10.1590/S0104-56872010000400018
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