¿Es normal vomitar en el parto?

Cuando se trae al mundo a un bebé, las mujeres se encuentran en un momento de tensión y ansiedad en el que pueden tener lugar variadas reacciones inesperadas. Las náuseas y los vómitos son algunas de ellas.

Antes del parto, la mujer debe saber qué es la episiotomía para realizar una elección a conciencia llegado el momento.

Algunas parturientas se preocupan cuando sienten intensas ganas de vomitar en el parto. Esto es algo que le puede ocurrir a cualquier mujer; incluso aquella que no presentó este síntoma durante el embarazo no está del todo librada de este acontecimiento en el transcurso del alumbramiento.

Ten en cuenta que no siempre el vómito resulta un signo de alarma. Puede ser un indicativo de una patología, pero en el caso del embarazo o del parto suele ser una sensación relativamente habitual.

¿Es normal vomitar en el parto?

Aunque no ocurra a todas las mujeres, suele ser un evento cotidiano en las salas de parto. No es algo por lo que los padres deban alarmarse. Vomitar en el parto no necesariamente indica que se está frente a algún padecimiento de salud.

Sin embargo, es importante vigilar la frecuencia y cantidad de vómito, ya que estos pueden desencadenar una deshidratación. Este proceso si que ha demostrado generar problemas graves en el funcionamiento del organismo.

¿Es bueno vomitar en el parto?

La experiencia de vomitar siempre es desagradable, y experimentarla durante el alumbramiento resulta más incómodo aún. Sin embargo, por difícil que parezca, tiene un lado positivo.

Vomitar en el parto implica para la mujer ejercer un esfuerzo extra que provoca un incremento de la dilatación.
El esfuerzo que hace la madre para vomitar ayuda al bebé a colocarse de mejor forma en el cuello uterino. Algunas mujeres afirman que, cuando se vomita en el alumbramiento, es porque está por terminar, ya que lo que falta del trabajo de parto avanzará rápidamente.

¿Por qué razones una mujer llega a vomitar en el parto?

Las razones de las ganas de vomitar en el parto pueden ser variadas. Estas son las más frecuentes:

No haber ingerido alimentos por un largo período de tiempo

Algunas parturientas presentan inapetencia cuando están próximas a dar a luz.  A otras, el trabajo de parto parece no dejarles un momento para comer, por lo que prefieren no hacerlo.

Vomitar en el parto es algo frecuente, aunque no suceda en todos los casos.

Al estar con el estómago vacío y frente a un momento de mucha ansiedad e intensidad, el cuerpo experimenta cambios como alteraciones en la presión arterial. Entonces tienen lugar las náuseas, que por lo general terminan en vómito.

Producción de hormonas prostaglandinas

La hormona prostaglandina es liberada en cantidades importantes durante la primera fase del parto. Con primera fase nos referimos al momento en el que inician las contracciones que modificarán seguidamente el cuello uterino.

La producción en gran cantidad de prostaglandinas puede propiciar un incremento en la motilidad intestinal y, en consecuencia, náuseas y vómitos. Así lo evidencia un estudio publicado en Gastroenterology Clinics of North America. Cuando el parto inicia, es probable que la mujer sienta incomodidad estomacal, lo que es perfectamente normal.

El sistema parasimpático estimula las vísceras y, con ello, el vaciado del sistema digestivo. Esto puede darse sea a través de la excreción de heces o del vómito. Así, se reduce la posibilidad de que estos restos sirvan de obstáculo al feto en su descenso por el canal de parto.

“Aunque no ocurra a todas las mujeres, suele ser un evento cotidiano en las salas de parto. No es algo por lo que los padres deban alarmarse”

Dolores intensos

Un dolor de cabeza muy intenso puede propiciar la aparición de náuseas y ganas de vomitar. El dolor de dar a luz es uno de los más fuertes que una mujer pueda experimentar. Por lo tanto, no es raro presumir que las parturientas tengan muchas ganas de vomitar en el parto.

En ese momento, el entorno de la mujer está cargado de estrés; los doctores, la familia por un lado; el dolor, la presión, el miedo y la ansiedad por otro. La fórmula perfecta para que sienta la necesidad de regurgitar todo lo que pueda haber comido.

Reacción adversa a la anestesia

En algunos casos, la epidural y la oxitocina sintética provocan náuseas y vómitos como efecto secundario. Esta puede ser una causa más para que la parturienta tenga ganas de vomitar en el parto.

Disminución de la presión arterial

La anestesia epidural o la posición decúbito supino pueden provocar un descenso de la presión arterial; como consecuencia, se puede dar una hipoxemia. Ambas pueden propiciar vómitos.

La epidural puede ser una causa más para que la parturienta tenga ganas de vomitar en el parto.

Distensión intestinal y contracciones

El movimiento brusco en el cuerpo causado por las fuertes contracciones y la distensión de las vísceras digestivas pueden provocar vómitos durante el proceso de dar a luz.

Si bien es cierto que las causas por las que una mujer puede vomitar en el parto son, por lo general, totalmente normales, las futuras madres siempre sienten temores a la hora de traer al mundo a su esperada criatura. El motivo es que se puedan presentar complicaciones en el momento del alumbramiento.

Su cuerpo estará en todo momento respondiendo ante impulsos naturales o al entorno, por lo que no existe razón para preocuparse si siente ganas de vomitar.

El vómito en el parto es algo normal

Es normal que se vomite en el parto, solo se debe vigilar que no ocurra demasiadas veces para evitar complicaciones relacionadas a una gastritis u otra clase de problemas estomacales.

Bibliografía

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