
Desde el momento en el que sabemos que vamos a ser padres, nuestras preocupaciones cambian. Nos enfocamos en cuidar nuestros hábitos para que el feto crezca sano y fuerte, vigilando la alimentación o el sueño, entre otros factores. Vamos a todas…
Los cambios en el organismo durante las primeras semanas del embarazo, e incluso llegando a término la gestación, pueden ocasionar estados depresivos o episodios de llanto en la madre.
Al momento de gestar, muchas mujeres manifiestan un incremento en su sensibilidad, estados de ansiedad y depresión. Sin duda, lo que debería ser un período de alegrías, puede transformarse en un constante martirio cuando la madre no puede dejar de preguntarse si es normal tener ganas de llorar durante el embarazo.
Debe quedar claro que los desequilibrios hormonales efectivamente conducen a malestares anímicos. Sin embargo, también se debe prestar atención especial si los síntomas pasan de una sensibilidad a flor de piel a un estado depresivo crónico. Acompáñanos a develar las distintas aristas sobre este tema.
La respuesta a esta pregunta tan común es sí. Eventualmente durante el embarazo, y debido a los cambios físicos y hormonales, la madre podrá experimentar cambios en su conducta que pueden incluir tristeza, ansiedad, ganas de llorar o hasta rabietas.
Ahora bien, estas sensaciones no tienen por qué darse durante todo el embarazo, ni siquiera por un mes consecutivo. Va a ser en ese caso cuando debamos hablar de depresión perinatal y, por supuesto, tomar las medidas pertinentes.
La depresión perinatal se define como un estado de tristeza, confusión y soledad en la madre que puede presentarse antes del parto o una vez que haya nacido el bebé. Se diferencia de una simple alteración hormonal transitoria porque, una vez que aparece, este cuadro depresivo puede permanecer por varios días o meses.
Estos ataques de tristeza están también acompañados de síntomas como insomnio o, por el contrario, deseos de dormir todo el día. También suele haber apatía, falta de interés —incluso por la llegada del bebé— problemas de concentración, pérdida de apetito, nerviosismo o sentimientos de desesperanza.
Se estima que estos estados de llanto y tristeza pueden aparecer ocasionalmente en las mujeres embarazadas, pero que solo a un 10 % o 15 % afectará de forma más marcada.
Esto no quiere decir que presentar ganas de llorar producto del desequilibrio hormonal vaya a desencadenar en una depresión perinatal. Esto dependerá de numerosos factores, como los antecedentes psiquiátricos propios o familiares y las condiciones sociodemográficas y médicas.
Por otra parte, se debe tener en cuenta la situación actual que vive la embarazada y que puede afectar su estado de ánimo. Por ejemplo, si tiene problemas económicos, dificultades en el matrimonio, si es madre soltera y no cuenta con apoyo por parte de la figura paterna o si tiene problemas en el trabajo, entre muchos escenarios más.
Lo que va a ocurrir es que, si bien no se está exento a sufrir los impasses de la vida, las alteraciones hormonales incidirán en los neurotransmisores químicos del cerebro que regulan los estados anímicos. Esta alteración conduce a sentimientos de sensibilidad, dentro de los que se incluye el llanto o las ganas de llorar.
«Lo que debería ser un período de alegrías, puede transformarse en un constante martirio cuando la madre no puede dejar de preguntarse si es normal tener ganas de llorar durante el embarazo»
En primer lugar, debes saber que llorar no es algo necesariamente malo. Si se analiza con detenimiento, el llanto funge como un calmante natural que nos puede llevar a un estado de serenidad una vez que lo experimentamos.
Por lo tanto, si sientes ganas de llorar, no debes contener tu cuerpo ni demonizar la sensación. Al contrario, puedes dejarte llevar y desahogar tus penas para luego sentirte tranquila.
Lo que hay que tener siempre en cuenta es que se debe evitar caer en estados prolongados de tristeza y tratar de mantener la mejor actitud con respecto a las adversidades. Incluso se ha de entender en todo momento que las alteraciones hormonales serán transitorias.
Para combatir los deseos de llorar durante el embarazo, también puedes seguir estos consejos:
De cualquier forma, para combatir los estados depresivos resulta fundamental que te rodees de familiares y amigos que te brinden su apoyo. Asimismo, también puedes considerar la guía de un profesional de la salud que pueda estudiar tu caso más detenidamente.