Uno de los primeros aspectos en los que se enfoca el pediatra en el momento de nacer un bebé son los reflejos. De esta capacidad de adaptación al medio ambiente dependerá el control que el bebé tenga sobre su cuerpo.
Estas respuestas automáticas se dividen en dos tipos: reflejos primarios y reflejos secundarios. Conoce el reflejo del cuello, que suele estar entre las respuestas involuntarias primarias más importantes de un infante.
Reflejo del cuello: ¿en qué consiste?
El reflejo del cuello, también conocido como reflejo tónico del cuello, se observa cuando el niño relajado voltea la cara hacia un lado y su brazo se estira. El otro brazo queda flexionado en el codo, en apariencia de defensa, o como lo llaman los pediatras, en posición de esgrima.
Cabe destacar que en este reflejo, en el brazo hacia donde el niño dirige la mirada, el estirado, la mano permanece abierta. Por el contrario, en el brazo flexionado la manita queda en forma de puño, apretada fuertemente. Esta respuesta involuntaria se evidencia en ambos lados del cuerpo del pequeño.
Tipos de reflejo del cuello
Dentro de los reflejos del cuello se pueden encontrar dos tipos:
- Reflejo asimétrico: Este consiste en que el pequeño gire la cabeza hacia un lado e instantáneamente extienda la extremidad y brazo hacia el mismo lado. Un desarrollo correcto de este reflejo estimula la coordinación mano-ojo en él bebé.
- Reflejo simétrico: Este tipo de reflejo es una respuesta que va integrándose a medida que el bebé va desarrollándose, y desaparece entre el octavo y undécimo mes de vida. Sirve como precursor del gateo y permite al niño enfrentarse a los desafíos de saber controlar los efectos de la gravedad.
Generalidades del reflejo del cuello
Los aspectos generales de este tipo de respuesta automática se pueden resumir de la siguiente manera:
- Es considerado un reflejo puente, es decir, no se nace con él, sino que se va desarrollando a medida que el pequeño va creciendo.
- Surge como resultado de la integración de otros reflejos, siendo clave en el gateo y la agudeza visual.
- Aumenta considerablemente el tono muscular del infante, favoreciendo la coordinación mano-ojo.
- Se evidencia claramente cuando el pequeño se sitúa sobre las rodillas y manos, balanceándose de adelante hacia atrás o viceversa.
- Desaparece hacia el sexto mes de edad.
Una dificultad en la correcta integración en el reflejo del cuello causará problemas en el desarrollo motor grueso y fino, en la lateralidad y en la visión. Por tal razón, haces bien en dejar que se desarrolle de la forma apropiada sin acelerar el proceso gateo o de empezar a caminar.
Beneficios del reflejo del cuello
Uno de los beneficios mas importantes de una adecuada evolución en el reflejo del cuello tiene que ver con la preparación para el arrastre y el gateo. Otros beneficios se resumen de la siguiente forma:
- Independización de las extremidades para el gateo.
- Perfeccionamiento del tono muscular en el área de la espalda y cuello.
- Estimula la relación con la gravedad, ayudándolo a levantar el cuerpo sostenido sobre rodillas y manos.
- Permite la realización de movimientos cruzados.
- Fomenta el desarrollo del enfoque y visión, así como su interacción entre ambos.
- Permite una buena postura al sentarse, aportándole libertad a los movimientos de la cabeza.
Sin duda, un reflejo indispensable que desaparece cuando se empieza a caminar.
Señales de que el reflejo del cuello aún está activo
La función principal de los reflejos, especialmente del reflejo del cuello, es permitir la evolución de patrones de desarrollo propios de cada edad.
En caso contrario, si se mantiene activo, servirá como síntoma de inmadurez en el sistema nervioso, afectando al desarrollo de funciones comunes. Los síntomas de que los reflejos del cuello se mantienen activos son:
- Mala postura al sentarse; por lo general, se tumban sobre la silla o se mantienen recostados sobre la mesa.
- Se puede diagnosticar al niño con síndrome de hiperactividad o déficit de atención.
- Debilidad generalizada en piernas y brazos.
- Falta de sincronización al efectuar el gateo.
- Hipotonía muscular, trayendo como consecuencia niños lentos con dificultad visual, de enfoque y precisión.
- Dislexia o dificultad para el aprendizaje de lectoescritura.
En síntesis, los reflejos del cuello serán necesarios para tu pequeño. Ayúdale a superar cada etapa de su desarrollo con amor y constancia, pero sobre todo conociendo cada aspecto de ella.