Aeróbicos para niños: un ejercicio ideal

Los aeróbicos para niños son considerados una práctica divertida y el primer tipo de ejercicio que pueden realizar los pequeños. A partir de los cuatro años de edad, se puede guiar a los niños para realicen ejercicios de estiramiento y relajación que los ayuden a ir conociendo su cuerpo y fortaleciendo poco a poco sus músculos.
Los aeróbicos derivan de la gimnasia. La forma de practicarlos es efectuando movimientos del tronco y las extremidades al son de la música y siguiendo los movimientos de un guía o instructor. Este es, generalmente, quien dicta las clases a varios participantes en espacios abiertos o en salones acondicionados con espejos.
Si bien los aeróbicos para niños mantienen el mismo principio que el que practican los adultos, varía la intensidad y el tiempo que dura el entrenamiento. Esto depende de la edad que tenga el grupo de participantes. A continuación, te diremos más sobre este beneficioso ejercicio.
Aeróbicos para niños: una alternativa muy aconsejable
Aunque los primeros entrenamientos de los ejercicios aeróbicos se vinculaban a prácticas militares, a partir de 1970 los médicos de todo el mundo comenzaron a recomendarlo como una actividad ideal para mantener al corazón, los pulmones y los músculos con un funcionamiento y un grado de tonicidad óptimos.
Es así como surgen diferentes tipos de ejercicios aeróbicos ajustados a las necesidades de grupos específicos de individuos. Dentro de esta población, se consideró a los niños como beneficiarios de estas prácticas.
El denominador común de todas las variedades de ejercicios aeróbicos, incluida la modalidad para niños, es mantener una respiración y frecuencia cardíaca moderadamente elevada. Esta, además, debe prolongarse por un tiempo establecido para lograr quemar grasas y azúcar, al mismo tiempo que se genera energía y tonicidad en los músculos.
En qué consiste una clase de aeróbicos para niños
Como mencionamos antes, los niños pueden comenzar a realizar ejercicios aeróbicos a partir de los cuatro y hasta los diez años de edad; claro está, la intensidad debe estar acorde a sus capacidades. Una clase de aeróbicos para niños incluiría los siguientes elementos:
- Música no demasiado rápida, preferiblemente que sea una canción infantil del agrado de los pequeños.
- Comenzar por ejercicios suaves y delicados de calentamiento, que incluirían movimientos circulares para las extremidades: cabeza, brazos, piernas y pies.
- La enseñanza de una coreografía o movimientos que a los pequeños les resulten divertidos de repetir y con los cuales puedan ir elevando su resistencia a medida que la clase avanza.
- Incluir al menos dos o tres momentos de descanso dentro del horario establecido para la actividad; de esta manera, el niño puede tomar agua y recuperar el aliento.
- Finalizar la clase con ejercicios de relajación y estiramiento; en ellos, se incluyen movimientos suaves análogos con los realizados al inicio y acompañados también con respiraciones lentas y prolongadas.
Es importante aclarar que actividades como caminar, correr, bailar o dar saltos también son considerados ejercicios aeróbicos. Por lo tanto, el instructor podrá hacer variaciones en las clases e incluir a discreción algunos de estos tipos de ejercicios.
“La forma de practicar los ejercicios aeróbicos para niños es efectuando movimientos del tronco y las extremidades al son de la música y siguiendo los movimientos de un guía o instructor”
Beneficios que otorgan los ejercicios aeróbicos a los niños
Los ejercicios aeróbicos otorgan múltiples beneficios a la salud de los pequeños cuando los practican con periodicidad. Queda claro que, si esta actividad ayuda a quemar grasas y azúcares en el cuerpo, los niños con sobrepeso o ya catalogados por el médico como padecientes de obesidad deberán avocarse a esta práctica para retomar sus valores de peso ideal.
La lista de beneficios incluye los siguientes aspectos:
- Los niños desarrollan el equilibrio a partir de la percepción del espacio y el movimiento.
- Se tornan más ágiles y aprenden a dominar su cuerpo.
- Aprenden a desinhibirse al son de la música y el baile.
- Fortalecen sus huesos, músculos y tendones.
- Mejoran su resistencia cardíaca y respiratoria.
- Combaten la obesidad y el sedentarismo.
- Bajan los niveles de colesterol total en la sangre.
- Disminuye los niveles de adrenalina, que generan estrés en los pequeños.
- Mejora la neurogénesis, lo que se traduce como una mejora en la capacidad intelectual.
Con todas las ventajas que otorga al organismo el practicar ejercicios aeróbicos, es totalmente aconsejable introducir a los niños a esta actividad. Si puedes acompañarlos o invitar a sus amigos a que también formen parte, de seguro ganarás su entusiasmo para que se torne un hábito muy saludable en sus vidas.