El ejercicio ayuda a los adolescentes a dormir mejor, según un estudio
El ejercicio ayuda a dormir mejor y es una de las afirmaciones populares asociadas con los beneficios de la actividad física. ¿Pero qué tan cierto es y de qué manera puede afectar a los adolescentes?
Durante la adolescencia tus hijos son un poco más complicados y esto es algo totalmente normal, si tienes en cuenta la serie de cambios fisiológicos que sufre su cuerpo.
Sin embargo, durante esta etapa de la vida se sientan las bases de algunos hábitos que no solo influyen en su desarrollo inmediato sino también, en la salud a futuro.
Una de las costumbres saludables más importantes es dormir de manera adecuada y según un estudio científico, el ejercicio puede ayudar a mejorar la calidad del sueño en los adolescentes. ¿Quieres saber más?
Importancia del sueño en la adolescencia
Antes de entrar de lleno en las conclusiones de este estudio, debemos hacer énfasis en la importancia de mantener un sueño de calidad durante la adolescencia.
En términos generales, una persona duerme bien cuando el descanso nocturno es suficiente como para permitirle realizar sus actividades diurnas de manera adecuada. Además, este hábito ayuda a mantener un buen estado de salud y disminuye enormemente el riesgo de enfermarse.
Conciliar el sueño sin dificultades favorece al rendimiento físico, psicológico y mental de tu hijo. Así, cualquier actividad que se realiza durante el día puede ser mejor enfocada y con un buen nivel de atención.
En cambio, si no se lleva a cabo un proceso de sueño adecuado, la salud de tu hijo se puede deteriorar de forma progresiva. Los órganos más afectados en este contexto son el corazón, el cerebro y el sistema digestivo.
Sumado a lo anterior, la falta de descanso favorece a la aparición de episodios de depresión en los adolescentes, pues el cerebro no logra ejecutar su función reparadora.
Luego de leer todo esto, ¿necesitas más razones para comprender la importancia del sueño en la adolescencia?
El ejercicio ayuda a dormir mejor, ¿qué dice la ciencia?
Dormir es uno de los procesos más importantes del ser humano a lo largo de toda su vida. Incluso, se equipara a la alimentación y al hecho de mantener una vida activa. Por este motivo, es un aspecto de la salud muy estudiado por los científicos desde hace varias décadas.
Según un reciente estudio publicado en la revista Scientific Reports, la actividad física de intensidad moderada o alta durante la adolescencia influye positivamente en la rutina nocturna de sueño.
Para arribar a estas conclusiones, los científicos reclutaron 417 adolescentes de ambos sexos, de 15 años de edad. Se le colocó a cada uno un acelerómetro en la muñeca y en la cadera, para medir el tiempo de sueño y de actividad física diaria, a lo largo de una semana del ciclo escolar.
Variables principales
Las variables más importantes que se tomaron en cuenta en este trabajo fueron la actividad física moderada a vigorosa, los períodos de sueño nocturno y el comportamiento sedentario diurno.
- Actividad física: incluyeron actividades tales como caminar, correr o realizar algún tipo de deporte de cualquier intensidad.
- Períodos de sueño nocturno: se consideraron aspectos como el inicio, la duración y la capacidad de mantenerlo durante la noche. No se consideraron los episodios de sueño diurno, como las siestas.
- Comportamiento sedentario diurno: se estimaron la cantidad de tiempo frente a los dispositivos de pantallas y los episodios de escasa actividad física.
Hallazgos más importantes del estudio
Para determinar en qué medida el ejercicio ayuda a los adolescentes a dormir mejor, se analizaron las variables de cada participante.
En el caso de los jóvenes que practicaron ejercicio durante más de 1 hora al día, el inicio del sueño ocurrió 18 minutos antes cuando mantuvieron esta actividad, con respecto a los días sin ejercicio. Así mismo, la duración del descanso nocturno también aumentó en relación a esta variable, en un promedio de 10 minutos.
En contraparte, los adolescentes que tuvieron menor actividad demostraron los resultados opuestos. Estos se acostaron más tarde que los jóvenes más activos. Y aunque la duración de sus periodos de sueño fue variable, la calidad del mismo fue francamente inferior.
Sumado a lo anterior, los adolescentes que iniciaron el descanso más tarde mostraron un patrón de actividad más sedentaria al día siguiente. Pero esta diferencia no fue significativa en términos estadísticos.
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El ejercicio ayuda a dormir mejor: motiva a tu hijo adolescente
Este estudio permite reforzar uno de los mayores beneficios del ejercicio en la salud de los adolescentes y demuestra que mantener una actividad de intensidad moderada a vigorosa contribuye positivamente al descanso.
Por lo tanto, es necesario que ayudes a tu hijo a mejorar sus hábitos diurnos y como madre, debes incentivarlo constantemente.
Oriéntalo para encontrar algún deporte de su gusto para que se ejercite y evite pasar muchas horas en su cuarto o frente al ordenador. Recuerda que el objetivo es motivarlo sin obligarlo. Ve con cuidado y procura que construya hábitos saludables.
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