Cómo dos manzanas pueden explicar qué es bullying

El acoso escolar es uno de los principales problemas a los que deben enfrentarse los niños en el día a día. Te explicamos una manera práctica de enseñarles a tus hijos en qué consiste el bullying... ¡con manzanas!
Cómo dos manzanas pueden explicar qué es bullying
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Última actualización: 16 julio, 2021

Hoy en día cada vez se dan más casos de acoso escolar o bullying. Este peligroso fenómeno que se encuentra con frecuencia en colegios e institutos. Además, produce muchísimo daño en la victima. Peor aún, en algunos casos puede acabar en suicidio. Una maestra británica, Rosie Dutton, de Londres, usó el método de las manzanas para explicar el bullying y que los niños lo entendieran. En este artículo vamos a ver en qué consiste dicho método.

Los niños que sufren acoso escolar tienen graves problemas psicológicos que afectan a su vida diaria. Les genera una angustia que a veces no se creen capaces de vencer. Es más, los chicos causantes del acoso verbal o físico, no entienden que pueden hacer muchísimo daño. Es por esto que los padres y educadores deben enseñar lo importante que es no dañar a sus compañeros.

¿En qué consiste el método de las manzanas para explicar el bullying?

Rosie Dutton, una profesora británica de la escuela de Relax Kids de Londres, utilizó este particular método para explicar a sus alumnos cómo las agresiones afectan a los otros.

Para explicarles cómo afectan los insultos y menosprecios, la profesora cogió dos manzanas iguales, pero a una de ellas (solamente ella sabía cuál era), la tiró al suelo varias veces. Cuando comenzó la clase, ella mostró las dos manzanas que por fuera eran idénticas. Luego les dijo que una de ellas era fea y no le gustaba. Así pues, los chicos hicieron lo mismo: le dijeron “eres fea” “hueles mal”. Mientras, a la otra manzana le decían palabras amables y bonitas: “que piel más bonita tienes”, “eres una manzana adorable”.

Durante una semana los niños podían decirle cosas feas a una de las manzanas y a la otra cosas bonitas. Tras siete días, la profesora cortó por la mitad ambas manzanas. La que había recibido halagos y comentarios positivos estaba blanca y jugosa, mientras que la otra se veía golpeada y estropeada. La educadora les dijo:

“Lo que hemos visto dentro del interior de la manzana, los trozos rotos y dañados, es lo que sucede dentro de cada uno de nosotros cuando alguien nos trata mal con sus acciones o palabras. Cuando los niños se sienten intimidados, se sienten horribles en su interior. En muchas ocasiones no muestran ni dicen a los demás cómo se sienten. Si las manzanas no las hubiéramos cortado, no nos habríamos dado cuenta del dolor que le habíamos provocado”

Una de las niñas de la clase se negó a decirle cosas feas a la manzana. La profesora utilizó esto para decir: “hay que ser como ella, porque vosotros tenéis la capacidad de evitar que ninguna manzana se estropee por dentro”.

Los niños con las manzanas captaron la idea. Si lastiman a otros chicos, les pueden hacer mucho daño. Y aunque no se vea por fuera, por dentro pueden estar muy dañados.

Es importante la acción de los padres y educadores para terminar con el bullying

La educación, si va de la mano de la creatividad, es mucho más efectiva. Pero no solo se tiene que dar en los colegios; es igual de importante utilizar estas estrategias en casa para formar así a mejores personas y ciudadanos.

Los padres y educadores tenemos la posibilidad de poner un alto a las conductas dañinas de unos niños con otros. Podemos y debemos enseñar a los jóvenes que no está bien decir cosas desagradables a nadie. Podemos hacer mucho daño, y aunque por fuera no lo parezca, podría pasar como con las manzanas, que por dentro se estén destrozando.

Hay que educarlos en el respeto y enseñarles a ponerse siempre en el lugar del otro para que muestren empatía. Podemos poner freno a aquellos niños que insultan, y es negándonos a seguir sus pasos y decir malas palabras a otros. Los muchachos tienen que apoyarse unos a otros frente al bullying.

El acoso escolar provoca más y más dolor y daño interiormente a los niños que lo sufren. Esos chicos están rotos por dentro. Tenemos que poner todos de nuestra parte para detener el bullying. Los padres y educadores deben unir fuerzas para crear una generación de niños solidarios y buenos.

A pesar de que hoy en día hay mucha información sobre el bullying y cómo puede afectar a la vida de una persona, cada vez es más alarmante el número de casos de acoso escolar, así como sus consecuencias.

La lengua no tiene huesos, pero tiene la suficiente fuerza para romper un corazón.


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