Dietas para niños con epilepsia: opciones y beneficios

Te explicamos cuáles son las dietas a seguir para los niños que sufren esta enfermedad. Además de darte una guía sobre sus beneficios y posibles contraindicaciones.
Dietas para niños con epilepsia: opciones y beneficios
María Patricia Piñero

Escrito y verificado por la nutricionista María Patricia Piñero.

Última actualización: 27 julio, 2023

La epilepsia es más común de lo que pensamos. De hecho, se considera el trastorno neurológico crónico de mayor frecuencia, en especial en los niños. Para su control, el tratamiento principal son los medicamentos antiepilépticos, pero ciertos alimentos también juegan un papel importante en la disminución de las convulsiones.

En este artículo, abordaremos las dietas para niños con epilepsia, sus beneficios, los alimentos que incluyen, los que deben evitarse y sus efectos adversos. Por supuesto, no descartes el asesoramiento y control por parte de todo el equipo profesional de salud.

¿Cuál es la dieta a seguir en niños con epilepsia?

La dieta se considera un tratamiento alternativo para niños con epilepsia cuando los medicamentos no son eficaces. Por ejemplo, en la epilepsia refractaria, el niño se hace resistente a los fármacos. Por lo tanto, requiere de otro tipo de ayuda.

Sin embargo, el cumplimiento de la dieta no es fácil para el niño ni para sus familiares. Por eso, han surgido algunas variantes de la dieta cetogénica tradicional para la epilepsia, las cuales detallaremos a continuación.



1. Dieta cetogénica clásica

La dieta cetogénica clásica fue creada hace más de 100 años para tratar la epilepsia refractaria en niños. Durante todo este tiempo, se ha evidenciado su eficiencia como apoyo en el tratamiento. En concreto, las cetonas pueden producir cambios en el cerebro que disminuye la excitabilidad y el fin de la descarga epiléptica.

El objetivo final de esta dieta es imitar el ayuno prolongado y crear un estado metabólico donde la principal fuente de energía sean las grasas de la dieta y no los azúcares. Cuando el cuerpo utiliza las grasas como fuente primaria de combustible, se forman los llamados cuerpos cetónicos (cetonas) que llegan directo al cerebro, modificando el metabolismo energético.

¿Cómo se lleva a cabo?

Al inicio hay que llevar al niño al hospital e inducirle un ayuno entre 18 a 24 horas para que la cetosis ocurra de manera más rápida. Esto se hace bajo supervisión médica. Cumplido el tiempo, se comienza con la dieta incrementando las calorías y las grasas de manera gradual durante los 3 primeros días. A partir de aquí, come lo indicado por el profesional de nutrición.

Por su característica restrictiva, las vitaminas y minerales como vitamina D, del complejo B, calcio y selenio, se deben suplementar.

Alimentos que conforman la dieta cetogénica

Los principales alimentos de la dieta cetogénica son los productos grasos. Una recomendación es que la mayor parte de las grasas sean aceites, como el de oliva combinado con el de sésamo, canola y otros. Las nueces también son una alternativa nutritiva para reducir la alta cantidad de grasa.

Otros alimentos grasos son la mantequilla, la nata, lácteos enteros, mayonesa, pescados grasos y carnes con grasa visible.

Por su parte, los carbohidratos deben ser de bajo índice glucémico para que el poco azúcar que llegue a la sangre lo haga de manera lenta. Se recomiendan verduras como el calabacín, el brócoli, la coliflor, la berenjena, los pimientos y la zanahoria cruda. Entre las frutas destacan el tomate, los arándanos, las fresas, el pepino y los limones.

Las proteínas de la dieta son a base de las carnes de res, los pescados como el salmón, la sardina y la caballa. También se incluyen el pollo, los huevos y los lácteos enteros, como la leche, el yogur y variedad de quesos grasos.

Por otro lado, se deben evitar los carbohidratos complejos, como los del pan, la pasta, los cereales refinados e integrales. También se excluyen frutas, como la banana, la manzana, la piña, la uva, el melocotón, la pera y la papaya. Quedan excluidos los vegetales con almidón, como la yuca, el ocumo, el ñame, la papa y otros. Y se eliminan por completo los azúcares y los alimentos ultraprocesados.



2. Dieta cetogénica con triglicéridos de cadena media (MCT)

Una variante de la cetogénica clásica es la de triglicéridos de cadena media o MCT. Este tipo de grasa se caracteriza por la absorción directa en el intestino, reduciendo así el tiempo de digestión. De esta manera, sus ácidos grasos pasan de una vez a la sangre.

De acuerdo con una revisión divulgada en la revista Biomedical Journal, el aceite MCT forma más cuerpos cetónicos que los triglicéridos de cadena larga, los cuales predominan en la mayoría de los alimentos grasos. Se indica un porcentaje de las calorías en forma de suplementos de MCT. Por lo tanto, la dieta se hace más apetecible que la clásica.

Beneficios

Los MCT se suministran en forma de suplementos dietéticos que inducen cetosis sin necesidad de un ayuno prolongado. Sin embargo, aún no está muy claro la dosis-respuesta, porque hay muchas variaciones en la composición del MCT.

Recomendaciones para su ingesta

Los expertos de un trabajo divulgado en Frontiers in Nutrition recomiendan iniciar con 5 gramos de esta grasa e ir aumentando hasta 15 o 20 gramos al día. Además, los suplementos se deben consumir después de un ayuno nocturno con una comida baja en carbohidratos. Para los niños, las indicaciones estarán dadas de acuerdo con la recomendación establecida por parte del nutricionista.

Efectos adversos

Los efectos adversos que documenta la literatura son síntomas gastrointestinales, como diarrea, vómito, calambre abdominal e hinchazón. Esto lo provoca la alta concentración de ácidos grasos en la luz intestinal.

Al igual que la cetogénica clásica, la dieta MCT requiere de una alta supervisión por parte del equipo de salud. Además, muchos abogan por más investigación del efecto cetogénico del MCT en distintas poblaciones.

3. Dieta «Atkins modificada»

Esta dieta es otra alternativa más fácil de cumplir para el niño. Una revisión que aparece en la revista Epilepsia señala que, en la dieta «Atkins modificada», un 65 % de las calorías provienen de las grasas, un 25 % de las proteínas y un 10 % de los carbohidratos.

La dieta inicia con 10 gramos de carbohidratos durante el primer mes y va aumentando a 15 o 20 gramos por día. La restricción de carbohidratos también produce un estado de cetosis. No se requiere pesar los alimentos con rigurosidad, ni restringir calorías, proteínas o líquidos. Se recomienda la suplementación con vitaminas y carbonato de calcio.

Beneficios

Un ensayo clínico publicado en la revista Acta Neurologica Belgica mostró cómo la dieta Atkins modificada reduce las convulsiones tanto como la cetogénica clásica, con la ventaja de que se tolera mejor y tiene menos efectos secundarios. Sin embargo, en otro ensayo publicado en la revista Epilepsia se encontró que es menos eficiente en niños menores de 2 años.

En la dieta «Atkins modificada» puede aparecer descontrol de los lípidos en la sangre, molestias gástricas y pérdida de peso.

4. Dieta de bajo índice glucémico (IG)

Esta dieta modifica la cantidad y tipos de carbohidratos. Un 60 % de las calorías provienen de las grasas, 30 % de las proteínas y un 10 % de los carbohidratos con bajo índice glucémico (IG). ¿Qué significa esto? Que los carbohidratos de la dieta son de absorción lenta y mantienen los niveles de azúcar en la sangre estables. Se permite un consumo diario de entre 40 a 50 gramos.

Beneficios

En cuanto a su eficiencia para reducir la frecuencia de las convulsiones, son pocos los estudios de calidad sobre esta dieta. Sin embargo, los ensayos más rigurosos muestran que es un tratamiento eficaz en las epilepsias focales y generalizadas. Las convulsiones se reducen entre los 3 y 14 meses después de su aplicación y se controlan al menos por un año.

Carbohidratos que la conforman

De acuerdo con la organización científica MayoClinic, los carbohidratos de bajo índice glucémico (IG) incluyen las verduras verdes, las zanahorias crudas, las lentejas, los garbanzos, los frijoles y otras legumbres. Entre las frutas se encuentran las manzanas, los aguacates, las toronjas, los kiwis, las uvas, las peras, los cítricos, las bayas y otras.

Los síntomas gastrointestinales como diarrea y vómito son los efectos adversos más comunes en este tipo de dieta.

¿Se pueden usar las dietas como tratamiento único de elección?

No, la epilepsia es un trastorno neurológico que amerita estricto control y cuidado por parte del equipo de salud. Este incluye al pediatra, el neurólogo y el nutricionista especializado en estos casos. Así que el primer tratamiento de elección es el que indique el médico.

Sin embargo, en aquellos casos donde hay resistencia al tratamiento farmacológico, se puede optar por la dieta como una alternativa para el control de las convulsiones.  ¿Cuál de ellas elegir? Eso también lo decide el equipo de salud después de evaluar la historia clínica, la antropometría y la historia dietética de cada niño. El plan es individualizado.

Por último, es muy importante incluir a la familia en la ecuación, ya que la ejecución de la dieta, el control, la supervisión en casa y la comunicación directa con el equipo de salud, se hace a través de sus familiares.




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