Diabetes tipo 1 en niños

La diabetes es una enfermedad que afecta al cuerpo en cuanto al uso de la glucosa. Es por ello que se requiere de un tratamiento riguroso para equilibrar el azúcar en la sangre.
Diabetes tipo 1 en niños
María Belén Del Río

Revisado y aprobado por la médica María Belén Del Río.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 01 mayo, 2019

La diabetes tipo 1 en niños suele ser un diagnóstico abrumador para algunas madres. Muchas son presas de los nervios debido a las nuevas normativas y cuidados que su hijo comienza a requerir como, por ejemplo, aprender a inyectar, controlar el nivel de azúcar en la sangre y contabilizar los hidratos de carbono que consume el pequeño.

Algunos padres llegan a pensar que por padecer su hijo este tipo de enfermedad no crecerá correctamente, no tendrá una infancia adecuada, será rechazado por sus grupos de amigos o vivirá en solitario alejándose de las personas y sientiéndose diferente.

Esto no es para nada cierto. La diabetes tipo 1 en niños es una enfermedad que, como cualquier otra, requiere cuidados y atenciones recurrentes. Gracias a los logros y avances médicos, cualquier pequeño que la padezca podrá llevar una vida normal con el control regular del azúcar en la sangre y la administración de la dosis correspondiente de insulina diaria.

¿Qué es la diabetes tipo 1?

La diabetes tipo 1 se produce cuando el páncreas deja de producir insulina. El cuerpo necesita esta sustancia para permitir que la glucosa pase de la sangre a las células, donde es usada para obtener energía o almacenarla para su uso posterior. Sin ella, el azúcar no puede hacer su trabajo, es decir, se queda en la sangre y, en consecuencia, se elevan sus niveles.

Síntomas de diabetes tipo 1 en niños

La  diabetes tipo 1 se puede desarrollar de manera gradual o brusca. Una persona puede padecerla sin saberlo ya que, en la mayoría de los casos, los síntomas no son tan evidentes. Los niños y adolescentes pueden presentar los siguientes indicios:

  • Ganas excesivas de orinar. Esto no es más que la respuesta de los riñones a la concentración alta de glucosa en la sangre y que buscan eliminar por la orina.
  • Beben mucho liquido. Como pierden fluidos al orinar, los niños pueden llegar a sentir mucha sed e ingieren abundante agua para tratar de mantenerla en su organismo.
    Diabetes tipo 1 en niños.
  • Pierden mucho peso. Los niños con diabetes tipo 1 suelen tener más apetito de lo normal. Al comer, su cuerpo descompone los músculos y grasa acumulada en su intento de proveer de energía a las células, las cuales necesitan glucosa y no tienen acceso a ella.
  • Suelen sentirse cansados, sin ánimos y faltos de energía.

En algunos casos puede que los chicos lleguen a mojar la cama por la noche, incluso cuando antes esto nunca sucedía. También, con respecto a las niñas que aún no llegan a la pubertad, pueden desarrollar una candidiasis vaginal (infección por hongos).

Diagnóstico

Para saber con seguridad si el niño tiene diabetes, es necesario practicarle un análisis donde se mida la concentración de glucosa en la sangre. Si dicha aglutinación arroja valores más altos de los normales, lo siguiente es realizar otro tipo de pruebas para identificar si el padecimiento corresponde al tipo 1 o 2.

Acto seguido, el médico remitirá al pequeño a un endocrino pediátrico, el especialista que se encarga de patologías como la diabetes y problemas de crecimiento. Este pondrá en marcha el tratamiento necesario para mantener bajo control esta enfermedad.

La diabetes tipo 1 no se puede prevenir y no existe ninguna manera de predecir quién la va a desarrollar. No es hereditaria, pues los genes no son suficientes para desplegar la enfermedad. Una vez que el niño la contrae, no desaparece y requiere de tratamiento de por vida.

Tratamiento de la diabetes tipo 1 en niños

Es necesario mantener tratamiento médico bajo la supervisión de un endocrino pediátrico. Este será el encargado de proporcionar una lista de recomendaciones para prevenir posibles problemas de salud y ayudar a que el pequeño se desarrolle a nivel físico, social y emocional. Para esto se necesita:

  • Suministrar insulina según la recomendación médica.
  • Mantener una dieta sana y equilibrada, en la que se debe controlar la cantidad de hidratos de carbono en cada comida.
  • Medir la concentración de azúcar periódicamente.
  • Realizar actividad física con regularidad.

No se conoce cura para esta enfermedad, por lo tanto, los niños necesitarán del tratamiento médico por el resto de sus días. Si lo siguen al pie de la letra, se sentirán fuertes y podrán llevar una larga y próspera vida.

Si no se ha diagnosticado esta dolencia y, por ende, no es tratada, las sustancias químicas llamadas cetónicos o cetonas que se comienzan a acumular en la sangre producirán, en consecuencia, dolor de estómago, vómitos, náuseas, problemas para respirar y, en algunos casos, perdida de la conciencia.

Diabetes tipo 1 en niños.

Esta enfermedad silenciosa puede ocasionar a largo plazo enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, deterioro en la visión y daño en los riñones. Suele provocar, además, lesión en los vasos sanguíneas, nervios y encías. Es por ello que un tratamiento a tiempo es muy importante.

En conclusión…

La diabetes tipo 1 en niños es una patología más común de lo que se cree. El que no se conozca cura hasta el momento no implica que el pequeño que la padezca no pueda llevar una vida normal y placentera.

Lo importante es mantener un riguroso tratamiento y darle el amor necesario para que fortalezca su confianza y crezca sano a nivel físico y emocional.


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