Cómo detectar la intolerancia a la lactosa en bebés

Estar atenta a los síntomas es la mejor manera de resolver la incognita de cómo detectar la intolerancia a la lactosa en bebés. En este artículo te presentamos los síntomas que describen la condición.


Es preciso saber que en el lactante menor, la forma de presentación más frecuente de esta intolerancia es la diarrea aguda, en tanto que en el preescolar, escolar y adulto es el dolor abdominal recurrente, distensión abdominal y meteorismo.

Esta condición es una de las principales causas de consulta al médico gastroenterólogo, explica la doctora Sylvia Cruchet, especialista en gastroenterología y nutrición pediátrica.

La intolerancia a la lactosa se caracteriza por la presencia de deposiciones líquidas, distensión abdominal con gases, meteorismo, dolor abdominal, cólico intestinal e irritabilidad.

En el caso del lactante, o en el niño menor de dos años de edad, este suele tener deposiciones ácidas, la cuales producen excoriación del área del pañal y olor ácido o vinagre de las heces.

Ninguno de estos hallazgos es exclusivo de diarrea por intolerancia a la lactosa, advierte Cruchet, quien puntualiza que un antecedente clínico importante es el momento de aparición de la diarrea en relación con la ingestión de lactosa.

También es vital que se estudie la relación entre la suspensión de ella y la desaparición de la diarrea.

Qué es la lactosa

La lactosa es el azúcar predominante de la leche y según explican los estudiosos del ámbito, la causa de la intolerancia a la lactosa es la incapacidad del intestino para digerirla y transformarla en sus constituyentes (glucosa y galactosa).

Esta incapacidad resulta de la escasez de una enzima (proteína) denominada lactasa, que se produce en el intestino delgado, apunta Cruchet.

Un documento publicado por la especialista expone que se estima que el 80% de la población  sufre intolerancia a la lactosa en mayor o menor grado. Muchos presentan síntomas que recuerdan al síndrome de intestino irritable.

Además subraya que la intolerancia a la lactosa es un tipo de reacción adversa a alimentos, producida por un mecanismo no inmunológico, cuya frecuencia es de 5-10 veces superior a las de tipo alérgico.

Altos niveles de lactosa

La lactosa está presente en la leche materna de todos los mamíferos, desde el final del embarazo y durante toda la lactancia.

La lactosa constituye la principal fuente de hidratos de carbono del prematuro y recién nacido. La leche materna contiene un 7% de lactosa, uno de los niveles más altos entre los mamíferos en tanto en la leche de vaca el contenido de ella es de 4%.

La leche de vaca se usa como sustituta de la leche materna en caso de que esta sea insuficiente o esté ausente.

Hay diferentes tipos de intolerancia a la lactosa:

• Deficiencia congénita de lactasa.
• Deficiencia de lactasa primaria o de aparición tardía.

La deficiencia congénita de lactasa es muy rara, y probablemente genética. Esta inicia su sintomatología al nacimiento.

Uno de los síntomas que sirven para identificar esta intolerancia a la lactosa es la diarrea que aparece en el primer momento en que el lactante ingiere leche materna, leche de vaca u otros productos con contenido de lactosa.

Los niños están inicialmente en buen estado general y de apetito pero, muy pronto aparece la deshidratación y acidosis.

De no recibir tratamiento adecuado se agrega desnutrición secundaria, afirma la especialista que recomienda que suspender la lactosa resulta en una rápida mejoría de los síntomas.

En cambio, la deficiencia de lactasa primaria o de aparición tardía es aquella que se debe a a la disminución normal de la enzima lactasa en la mucosa intestinal.
Esta se manifiesta después de dejar el pecho materno y se ve en un alto porcentaje de la población humana. La disminución de la lactasa puede ocurrir tempranamente en la vida (entre 1 y 3 años).

En poblaciones con mal saneamiento ambiental y donde las infecciones gastrointestinales y la desnutrición son más frecuentes y el cuadro se manifiesta más temprano.

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Diagnóstico de la intolerancia a la lactosa

La doctora Sylvia Cruchet afirma que la forma más frecuente de hacer el diagnóstico es a través del pH y sustancias reductoras en las deposiciones ya que es una técnica económica y al alcance de cualquier servicio clínico.

Esta metodología diagnóstica es particularmente útil en el lactante, pero es menos confiable a edades posteriores.

El examen de elección para el diagnóstico es el test de Hidrógeno en aire espirado, pero se requiere que los niños tengan edad suficiente para soplar por una bombilla.

 

Bibliografía

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