De los 0 a los 4 años el niño está descubriendo mundo y todo es una experiencia nueva y apasionante. Pero a partir de los cuatro o cinco años es el momento de ayudarle a descubrir algo más además de su entorno. Por eso es importante darle experiencias inolvidables a tu hijo. Ambos disfrutareis unidos y no lo olvidareis jamás.
El pequeño a partir del intervalo que oscila entre los cuatro o cinco años ya tiene el desarrollo físico y cognoscitivo para disfrutar de experiencias inolvidables y guardar gratos recuerdos de ellas. Anteriormente a esa edad, está descubriendo su entorno, que tiene muchísimo que ofrecer, y a sí mismo. Y con tanta experiencia y desarrollo de su aptitudes psicomotrices no poseen la madurez suficiente para albergar recuerdos definidos ni para disfrutar plenamente de una experiencia distinta a lo cotidiano.
Tomemos como ejemplo realizar un viaje. Viajar para los adultos supone vivir un amplio surtido de experiencias distintas que relajan, nos hacen disfrutar, amplían nuestros conocimientos y cultura entre muchas aportaciones que viajar nos proporciona. Sin embargo, el niño no se acordará si apenas tiene un año. Es una pena que no memorice algo tan bonito, ¿no?
Jugar con juguetes y juegos es divertido pero realizar actividades con la familia al aire libre y en entornos distintos aumenta exponencialmente la diversión y el disfrute. Para los niños no es distinto e incluso contribuye a su desarrollo. Por eso vamos a enumerar algunas ventajas que tienen las experiencias inolvidables llegado el momento adecuado.
Ventajas de darle experiencias inolvidables a tu hijo
El primero y fundamental es pasar tiempo de calidad con la familia y estrechar lazos. Entre las prisas, los deberes y el trabajo cotidiano, siempre vamos corriendo de un sitio a otro y los fines de semana pasan rapidísimo. Ahora que tienes unos días, es el momento de disfrutar de tus hijos. Una manera divertida para ellos y para ti es compartiendo una experiencia que os agrade a todos.
Fomenta la comunicación entre la familia, puesto que habrá que ver preferencias y gustos a la hora de hacer distintas cosas. También al comentar anécdotas y la experiencia que supone las distintas actividades realizadas.
Enseña a resolver conflictos y tomar decisiones. Siempre al realizar algo distinto de lo normal pueden surgir diferencias de opiniones que hay que resolver. Ya sea que distintos miembros de la familia quieren hacer una cosa y los restantes otra o cualquier otro, el niño observará la manera de resolver situaciones y como se toman decisiones. Lo ideal es hacerlo partícipe y tener en cuenta sus opiniones, gustos y preferencias.
Aumentará su capacidad de aprendizaje ya que descubrirá nuevas culturas, nuevos idiomas y nuevas localizaciones geográficas. Tendrá que leer y escuchar explicaciones sobre temas que no son únicamente los que se aprenden en el cole. Todo constituirá un aprendizaje continuo.
Desarrollará su capacidad de observación al ver distintos lugares, personas, edificaciones, si atiende explicaciones de un guía, etc.
También es importante en el desarrollo de la paciencia ya que habrá de esperar durante el trayecto, pues en ocasiones habrá que esperar en restaurantes o hacer cola para acceder a museos, atracciones y otros.
Ampliará su cultura. Realizando experiencias distintas a lo que se hace en el día a día, se prueban cosas nuevas, ya sean deportivas, gastronómicas y de todo tipo, ya que cuando se sale del entorno todo puede variar.
Se genera empatía. Puesto que al vivir situaciones nuevas, nuevas formas de vivir de otros individuos y compartir experiencias con el resto de la familia, el niño escuchará lo que sienten otros y generará un entendimiento sobre otras personas que no sean él que le ayudarán a la hora de empatizar.
Aumentará su sociabilidad puesto que se conoce gente distinta e incluso se hacen nuevos amigos.
Con las experiencias se crea un espíritu crítico ya que se vive una realidad distinta a la que el menor está acostumbrado y vivencias diferentes, lo que hará que el niño pueda comparar, comprobar lo que le gusta y lo que no o hacer observaciones al respecto. Por tanto le hará madurar.
Forjará recuerdos. Un aspecto esencial y maravilloso para el niño son los recuerdos que se forjan al realizar experiencias con la familia. Estos perduran durante toda la vida e incluso dan lugar a numerosas conversaciones muy interesantes y amenas.
Otras ventajas que aportan las experiencias inolvidables
- Realizarán ejercicio al aire libre.
- Lo motivará para descubrir y querer hacer cosas en el futuro.
- Sirve para inculcar respeto por los animales y el medio ambiente.
- Desarrollará su habilidad para respetar las normas y la tolerancia.
Como puedes comprobar, vivir una experiencia es el mejor regalo que te puedes hacer a ti y a tu hijo. ¡Vívela!