Los niños son seres llenos de energía pero también cargados de emociones que deben aprender a expresar para que, de este modo, se puedan sentir bien y en coherencia consigo mismos. Pero quizá, los niños tengan algún tipo de pena secreta y lloren cuando no les ven para que nadie sepa qué les ocurre. Quizá esta pena es causada por sus padres.
A veces los padres no se dan cuenta del impacto que tienen en sus hijos algunos comportamientos, por lo que es necesario que miren hacia ellos mismos para saber si todo está bien o si realmente observan que algo no marcha como debería.
Los padres que aman a sus hijos no quieren hacerles daño ni de forma física ni tampoco psicológica, pero en ocasiones, cuando no se dan cuenta si no tienen cuidado con algunos de sus comportamientos, los niños pueden sufrir las consecuencias. Los niños cuando sufren lloran, y todos deberíamos hacer lo mismo para limpiar nuestra alma. Pero, ¿qué cosas pueden hacer que los niños lloren sin que los padres se den cuenta?
Ver las noticias y permitir que los niños las vean
Cuando se ponen las noticias en el televisor, pocas veces se pueden ver cosas buenas. En el telediario suelen hablar de las tragedias que ocurren en el mundo y algunas de esas cosas son demasiado reales e impactantes para los niños. Los niños pueden pensar que todos esos males también podrían sucederle a él.
Es necesario que los adultos controlen lo que se ve en las noticias y también lo que se habla en presencia de los niños. Es necesario que los niños estén protegidos de las noticias de catástrofes que ocurren en el mundo para que no tengan miedo.
Si crees que tu hijo puede sentir miedo por algo que ha visto en la televisión o que ha escuchado hablar a los adultos, es necesario que le animes a hablarlo y que ponga palabras a sus sentimientos.
Gritar a los niños
Cuando se grita a los niños porque no has sido capaz de frenar tu ira emocional, estarás destrozando el vínculo que existe entre tu hijo y tú. Los gritos son bofetadas en el corazón de los más pequeños que sólo conseguirán que se alejen emocionalmente de ti. Los niños para entender las cosas no necesitan hacerlo bajo gritos.
Los gritos de los padres, suelen ocurrir por la incapacidad de controlar las propias emociones y esto es peligroso porque puede hacer que los niños aprendan a gritar como un medio habitual y normal de comunicación entre las personas.
Lo mismo ocurre cuando además de gritar, los insultas e incluso los zarandeas. Los niños necesitan ser criados en un ambiente de cariño, amor y respeto, lo que esté fuera de eso simplemente les hará llorar y sentirse mal.
Discutes con tu pareja
En ocasiones los padres no saben evitar las discusiones delante de los hijos porque el calor del momento hace que la chispa estalle. Dicen que nunca hay que irse a la cama enfadado con la pareja, y es cierto… porque sino el problema se agravará. Pero, ¿qué pueden pensar tus hijos cuando te escuchen (o te vean) discutir con tu pareja?
Es probable que odien ese momento con todo su corazón. Cuando os escuchan o ven discutir piensan que algo terrible puede pasar en la familia y sienten auténtico miedo… ellos no deben tener esa carga.
Aunque discutas por cosas que no son importantes, para ellos puede ser lo más grave que ha escuchado nunca. Por este motivo resulta importante que hables de forma pausada y calmada mientras discutes los problemas con tu pareja. La mejor forma de hacerlo es buscando una discusión constructiva donde la asertividad y la empatía sean las protagonistas.
Lo ideal es que los niños ni escuchen ni estén presentes mientras discutes con tu pareja. Podéis iros a dar un paseo y hablar mientras los niños juegan para que no escuchen nada de lo que está ocurriendo entre vosotros.
Con esto no quiero decir que los niños no deban escuchar que sus padres tienen opiniones diferentes sobre algo, esto no es malo. Pero la lucha, los gritos y los malos modos pueden hacer llorar a los hijos porque no ven la solución al problema.