Algunos padres pierden el control cuando sus hijos llegan a la adolescencia. Se dan cuenta que ellos tienen otros intereses y constantemente chocan. Por eso te queremos hablar sobre cómo corregir el comportamiento rebelde de tu hijo adolescente.
Lo más importante que queremos recordarte es que él o ella siguen siendo tus hijos. Esto significa que necesitan tu atención y tu protección como padre. Sin embargo, la forma de ejercer el rol debe fortalecerse.
Mantén tu estatus de padre ante el comportamiento rebelde
El primer paso para corregir el comportamiento rebelde de tu hijo adolescente es entender que no es momento de convertirte en su mejor amigo. No te decimos que te conviertas en un tirano porque tampoco sería lo sano. Lo que se necesita en este punto es que quede bien claro que tú eres el adulto a cargo.
Si no mantienes ese rol, tu hijo se confundirá. Es importante que se establezcan las reglas que resulten necesarias y que se modifiquen las que ya no funcionen. El respeto también debe prevalecer en todo momento.
Toma en cuenta que hay temas en los que puedes, e incluso, deberías pedir su opinión. Pero no pierdas el control sobre los aspectos que puedan influir en su salud, bienestar y educación. De esta forma, tu hijo puede elegir el estilo de ropa que usar pero no puede decidir dejar la escuela solo porque no le gusta.
Marca límites bien claros
¿Has pensado que el comportamiento rebelde de tu hijo adolescente se debe a que no conoce sus límites? Antes hablamos de establecer reglas y dejar claro que tú eres el adulto a cargo. Pero, ¿le has dicho claramente lo que esperas de él?
Como padre, date tiempo para analizar y saber lo que esperas y lo que es importante: sus calificaciones, mantener un horario de llegada, comportamientos aceptados, cumplimiento con tareas de la casa. En cuanto tú lo tengas claro, es importante que se lo comuniques a tus hijos, ¡deben saberlo para poder actuar en consecuencia!
Quizás ves como signo de rebeldía el que tu hijo no arregle su habitación y deje todo tirado pero nunca le has dicho que debe mantener el orden. Comunica de forma clara y tranquila lo que esperas de él o ella y cuáles son los comportamientos aceptables. De esta manera, tu hijo/a sabrá exactamente qué es lo que esperas de él a cada momento.
Establece consecuencias ante el comportamiento rebelde
El comportamiento rebelde de tu hijo adolescente puede manifestarse a través de gritos, malas palabras y faltas a las reglas de la casa. En ese punto establece consecuencias apropiados a la falta. Toma en cuenta que la adolescencia es la etapa de mayor rebeldía en la vida.
Ellos buscan evaluar el alcance de tus límites y tu respuesta. Una vez que lleguen a un punto en el que rebasen sus límites, impón una consecuencia previamente pactada que realmente les importe. Puedes quitarles algo que les guste pero que no les haga daño. Dos buenos ejemplos son el teléfono o los videojuegos. También podrías suspender algún permiso o actividad siempre que no afecte al resto de sus obligaciones.
Una vez que marques el castigo, no lo quites ni aceptes negociaciones. Los chicos pueden ser muy convincentes e insistentes. Tan solo recuerda que cada consecuencia que pactas y que no cumples, es un límite que rompes.
Mantén el respeto mutuo
Incluso si el comportamiento rebelde de tu hijo adolescente incluye faltas de respeto, como padre debes evitar caer en el juego. Piensa que decir cosas desagradables o que lastimen desgasta su relación y no es lo que quieres.
En todo momento procura mantener la calma. Si estás muy alterado sería mejor dejar para después la conversación y retomarla cuando estés más tranquilo. Es probable que al hablar con tu hijo horas después, te pida una disculpa. En este punto, acepta la disculpa e impón las consecuencias correspondientes.
No tomes como personal el comportamiento rebelde de tu hijo adolescente
El comportamiento rebelde de tu hijo adolescente es una de las formas que él tiene de descubrir el mundo. Recuerda que está en una etapa en la que trata de conocer el mundo, busca su identidad y quiere encontrar lo que le gusta.
Lo peor que puedes hacer es pensar que solo busca molestarte. Date el tiempo para hablar con él y ver sus acciones. Verás que al tiempo que trata de encontrar su lugar en el mundo y separarse de mamá y papá también tiene dudas y miedos.