Todos los padres quieren que sus hijos tengan una personalidad sana que les ayude a poder afrontar los obstáculos de la vida y que sobre todo, se conviertan en adultos exitosos llenos de felicidad. Una forma de conseguir una personalidad sana en los niños es que como padres, seamos sus mayores fans… tanto en los buenos tiempos como en los no tan buenos. Es necesario impulsar su autoestima para que se sientan bien, pero, ¿cómo hacerlo correctamente?
Muchos padres piensan que elogiar a sus hijos de muchas maneras diferentes es la mejor manera para construir su autoestima, pero la realidad es que esa es la mínima parte, y claro, siempre que los elogios sean acertados y hechos en el momento adecuado. Pero si quieres que tu hijo tenga una personalidad sana también deberás tener en cuenta algunos puntos imprescindibles:
- Los hijos deben tomar sus propias decisiones
- Tendrán que aprender a resolver problemas
- Se tendrán que sentir capaces a tomar riesgos
Por supuesto, estos tres puntos que son esenciales para un buen desarrollo de la personalidad de los niños, no está exento de tu ayuda, tu guía, tu cariño, tu comprensión y tu respeto. Pero además de todo esto, no te pierdas los secretos de cómo construir una personalidad sana en los niños.
No elogies demasiado para crear una personalidad sana
El exceso de elogios pueden hacer más daño que bien en la autoestima de los niños. Los niños tendrán más autoestima si se sienten amados y seguros, esto hará posible que se sientan capaces de realizar cualesquier cosa. Es necesario alabar el esfuerzo y no tanto el resultado.
Si alabas demasiado a tu hijo estarás bajando el listón y si le dices que siempre está haciendo todo bueno no necesitará tener motivación para superarse. La confianza viene del esfuerzo, de probar y equivocarse, pero sobre todo… de volver a intentarlo hasta tener la satisfacción de conseguirlo.
Responsabilidades en el hogar
Es necesario que para construir la autoestima de los niños y que tengan una personalidad sana, tengan oportunidades para demostrar su competencia y que sientan que su ayuda tiene una gran contribución para el resto.
Es por eso que resulta imprescindible que en casa se les otorgue responsabilidades acordes a su edad como ayudar en la cocina, poner la mesa o hacer las camas… así cuando crezcan, no tendrás que luchar para que realicen las tareas domésticas.
Deja que tu hijo tome buenos riesgos
Deberás ser su guía en esos riesgos pero es necesario que tu hijo empiece a tomarlos para poder tener confianza en el mundo y en sí mismo. Deberá aprender a tomar decisiones y asumir la responsabilidad de ellos. Por ejemplo, si tu hijo de 12 años decide no estudiar sabrá que si suspende tendrá una consecuencia negativa, y si aprueba una consecuencia positiva… dejar que sea él quien decida qué hacer es una forma de conseguir que tome riesgos.
Otro ejemplo, es que si tu hijo de cuatro años tiene una jarra de zumo y quiere llevarla él solo, puedes permitir que lo haga, y si se le cae al suelo tendrá que buscar la solución al desastre -limpiarlo-, igual que hacen los adultos de éxito: buscar soluciones al problema ocurrido.
Permite que tomen sus propias decisiones
Es muy importante para aumentar la confianza de los niños que aprendan a tomar sus propias decisiones (con un margen correspondiente a su edad). De esta manera los niños se sienten más poderosos y empezarán a entender las consecuencias de sus decisiones.
Por ejemplo, si permites que tu hijo decida si se pone un abrigo o no en invierno podrán empezar a diferenciar entre estar caliente y pasar frío. Es una forma de que tenga control sobre su cuerpo y que sea capaz de asumir la responsabilidad de sus decisiones.
Anímalo a seguir sus intereses
Otra manera importante para que los niños construyan una personalidad sana y que tengan buena autoestima es que le animes a seguir sus intereses y que te asegures de que llegan hasta el final. No importa de qué se trate, puede ser natación, atletismo o superar un récord en los vídeo-juegos… lo que importa es inculcarle el valor de la perseverancia y que sean capaces de acabar aquello que empiezan.
Bibliografía
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- Fierro Bardají, A. (2000). El cuidado de sí mismo y la personalidad sana. Revista de la asociación Española de Neuropsiquiatría, (76), 35-47. http://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S0211-57352000000400003&script=sci_arttext&tlng=en
- Fierro, A. (2004). Salud mental, personalidad sana y madurez personal. Revista UCSD, 4(7), 87-107. http://biblioteca.usac.edu.gt/tecnico/13/13_0349.pdf