¿Alguna vez has oído hablar del término “útero hostil”? Si no es así, no te preocupes, no se trata de algo tan extraño como pueda parecer. Tal y como lo indica el término, se trata de una condición que puede tener el útero femenino.
El útero hostil es uno de los principales factores de la infertilidad femenina. A continuación te explicaremos por qué.
Antes de abordar directamente el tema, recordemos que el hecho de que la mujer esté ovulando facilita considerablemente el proceso de la concepción, pues en ese momento la acidez del útero disminuye, con lo cual, se facilita el acceso a los espermatozoides.
También se encuentran presente sustancias químicas que atraen a los espermatozoides a la dirección exacta del óvulo. Sin embargo, esto no implica que millones de ellos mueran en los primeros treinta minutos de ingresar por la vagina.
¿Qué es el útero hostil?
Este término fue acuñado para referirse a la reacción adversa del útero ante el proceso de fecundación. Una mujer cuyo útero presente esta condición es incapaz de concebir de manera normal, aun cuando sea un segundo embarazo. En otras palabras, se habla de “hostilidad uterina” cuando el ambiente de esta cavidad no es propicio para que el espermatozoide permanezca con vida en ella.
Esta situación es relacionada a los siguientes aspectos de nuestro organismo:
- La mucosidad.
- La acidez.
- Y la presencia de organismos poco favorables para el correcto desenvolvimiento del gameto masculino.
Recordemos que para que la fecundación se produzca eficazmente, es necesario que las condiciones sean las apropiadas. Cuando esto no es así, puede ser debido al útero hostil. Esta reacción puede evidenciarse de diferentes maneras.
Hostilidad del moco cervical
El moco cervical es una sustancia acuosa cuya finalidad es la de ayudar a los espermatozoides a trasladarse por las trompas de Falopio hasta el óvulo. No obstante, el pH recomendado para la supervivencia del contenido espermático es de 7, que puede ser mucho menor en el útero.
Cuando existe poca cantidad de esta mucosidad, o esta tiene baja calidad, puede resultar altamente perjudicial para el proceso de fecundación. Esto es lo que podemos denominar como ”hostilidad del moco cervical”.
De por sí el ambiente uterino es hostil todo el tiempo, puesto que, para este, cualquier agente externo se trata de elementos invasores que podrían ser perjudiciales para él.
Por otro lado, el moco cervical también puede volverse muy espeso y terminar por capturar –e impedir– el paso de los espermatozoides y su respectivo ingreso al óvulo. Esta mucosa, se coloca entonces como una especie de escudo protector en el cuello uterino, lo cual es una de las causas principales de infertilidad femenina.
Si bien es cierto que se trata de una secreción poco amigable para los invasores, tiene una contribución básica en el proceso de fecundación. Puesto que el líquido seminal, en el cual viajan los espermatozoides, los protege hasta donde sea posible. Por otro lado, no es normal que sea tan hostil como para evitar por completo la fecundación.
En este sentido, las causas de la hostilidad del moco cervical pueden ser diversas, pero todas conllevan a la misma consecuencia: la infertilidad. Entre los factores que inciden en las alteraciones del moco cervical tenemos los siguientes:
- Miomas.
- Cicatrices o infecciones.
- Alteraciones hormonales.
- Malformaciones en la cavidad uterina.
- Consumo de medicamentos específicos.
- Presencia de antiespermáticos en el moco.
Tratamiento para el útero hostil
Las alteraciones uterinas o cervicales que provocan la infertilidad femenina, por lo general pueden ser tratadas para darles solución. Todo esto dependiendo de la causa que la provoque, por supuesto. Generalmente, los tratamientos que suelen recomendarse son los siguientes:
- Antibióticos (vía oral)
- Duchas vaginales (cuando la causa de la hostilidad uterina es la acidez).
- Tratamientos hormonales.
- Inseminación artificial intrauterina (para casos más complejos)
Existen varios tipos de inseminación artificial, pero hay una que busca evitar que los espermatozoides sean destruidos por la crueldad del útero, es aquella que permite la inserción de los gametos directamente dentro del útero.
La inseminación artificial intrauterina es indicada en aquellas mujeres cuyo moco cervical es hostil, lo cual impide el paso normal de los gametos masculinos hasta el óvulo. Por su parte, la fecundacion in vitro es una recomendación que es un poco más efectiva que la inseminación artificial, pero se aconsejan al menos tres sesiones de esta última antes de cambiar de método.
Pese a que por medio de la inseminación artificial intrauterina se evade el problema de la hostilidad del útero, las alteraciones del mismo pueden continuar impidiendo que se produzca el embarazo. Para ello, es importante que realicemos un seguimiento con nuestro médico de confianza.