¿Cómo limpiar la cara de tu bebé? Paso a paso

Enjuagar el rostro del bebé es importante para que tenga una piel sana. Sin embargo, para hacerlo debes seguir la técnica correcta. Aquí te contamos todo lo que debes saber al respecto.

¿Cómo limpiar la cara de tu bebé? Paso a paso

Al momento de limpiar la cara de tu bebé, su piel delicada y suave requiere de cuidados especiales para mantenerla saludable. Por ello, uno de los aspectos fundamentales a considerar es cómo realizar la limpieza facial del recién nacido, ya que el rostro es una de las partes más expuestas y propensas a acumular suciedad y secreciones.

En este artículo, exploraremos, paso a paso, cómo hacerlo de manera adecuada, junto con consejos y recomendaciones para garantizar un cuidado óptimo de su piel.

Paso a paso: cómo limpiar la cara de tu bebé

Es común tener inquietudes o preguntas acerca del baño y la higiene del recién nacido. Por lo tanto, contar con la información necesaria puede convertir este momento en una experiencia relajante y placentera para ambos. A continuación, te proporcionamos las mejores prácticas para limpiar la cara de tu bebé de manera rutinaria y cuidar su piel al mismo tiempo.

⚠️ Siempre lávate las manos de manera minuciosa con agua y jabón antes de tocar la cara de tu bebé para evitar la transferencia de gérmenes.

1. Preparación de elementos a utilizar

Antes de comenzar, asegúrate de tener todo lo que necesitas al alcance de tu mano. Según Raising Children, esto incluye un paño suave y limpio, algodón, agua tibia y productos específicos para bebés, como lociones limpiadoras suaves y sin fragancia.

Aunque en ocasiones pueden ser apropiadas, intenta evitar el uso de leches limpiadoras y toallitas humectantes, ya que pueden causar alguna reacción alérgica.

2. Limpieza delicada con agua tibia

Para comenzar la limpieza, debes humedecer un paño limpio con agua tibia. El agua tibia es más suave para la piel que el agua caliente y ayuda a aflojar las impurezas sin causar un choque térmico. Según Nationwide Children’s, se recomienda una temperatura de alrededor de 37,8 ºC.

Luego, con suavidad, pasa el paño húmedo sobre la cara de tu bebé, comenzando desde el centro hacia afuera. Además, limpia con cuidado los pliegues del cuello y la parte posterior de las orejas, ya que estas áreas son propensas a acumular humedad.

4. Cuidado de los ojos, la nariz y las orejas

Limpia los ojos con cuidado utilizando una gasa estéril humedecida solo con agua tibia o solución fisiológica, tal como lo detalla Stanford Medicine Children’s Health. Asegúrate de hacerlo desde el rabillo interno hacia el externo. Incluso, es recomendable utilizar una gasa diferente para cada ojo, para evitar la posible propagación de gérmenes.

Durante el baño, aprovecha que las orejas están mojadas y límpialas. Sin embargo, evita limpiar el interior de los oídos, ya que la propia cera proporciona protección al conducto auditivo. Para la limpieza de las fosas nasales, puedes optar por una aspiradora nasal para eliminar con delicadeza el exceso de mucosidad.

5. Secado suave e hidratación posterior

Después de la limpieza, seca con delicadeza la cara de tu bebé con un paño limpio y suave. Al hacerlo, evita frotar, puesto que la fricción excesiva puede causar irritación.

Además, si lo consideras necesario, aplica una pequeña cantidad de crema hidratante específica para bebés.  Para ello, asegúrate de elegir una sin fragancia y de hacer una prueba en una pequeña área antes de usarla en todo el rostro.

Consejos y precauciones que debes tener en cuenta

  • Ten presente la frecuencia de los enjuagues: limpia la cara de tu bebé una vez al día, preferiblemente durante el baño. Sin embargo, se recomienda bañar al bebé solo dos o tres veces por semana.
  • Presta atención a las reacciones: observa cualquier señal de enrojecimiento, erupciones o irritación después de la limpieza. Si esto ocurre, suspende el uso del producto y consulta al pediatra.
  • Protege la piel del sol: evita la exposición directa al sol y utiliza protector solar si es necesario, eligiendo una fórmula para bebés. Sin embargo, ten en cuenta que, según la American Academy of Pediatrics, no se recomienda el uso de protectores solares en menores de 6 meses.

El cuidado de la piel del bebé desde el nacimiento

La piel de los recién nacidos es más delgada y susceptible respecto a la de los adultos, lo que la hace más propensa a irritaciones y alergias. Por esta razón, mantener su cara limpia, no solo contribuye a su higiene personal, sino que también ayuda a prevenir problemas cutáneos, como erupciones y granitos.

A su vez, la limpieza facial regular también fomenta un vínculo emocional entre el cuidador y el bebé, ya que el contacto suave y atento durante la limpieza fortalece el apego.

Al seguir estos pasos y recomendaciones, puedes aplicar una rutina de limpieza suave y efectiva que mantendrá la piel de tu pequeño sana y radiante. A su vez, cada bebé es único, por lo que es importante estar atento a las necesidades y reacciones de su piel.

Bibliografía

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