¿Cómo hablar del suicidio con los niños?

El suicidio es uno de los temas más difíciles de abordar con los niños. Sin embargo, conversar sobre él es indispensable y representa una de las medidas preventivas más importantes. Considera estas recomendaciones.
¿Cómo hablar del suicidio con los niños?
Sharon Capeluto

Escrito y verificado por la psicóloga Sharon Capeluto.

Última actualización: 23 agosto, 2023

Hablar de suicidio con los niños es una situación compleja. Como padre, es difícil encontrar las palabras adecuadas a la hora de conversar sobre una situación tan desgarradora. Adaptar el vocabulario a la edad y capacidades cognitivas de nuestro hijo, así como ser claro y honesto con él, son pautas que debemos considerar.

En este artículo te brindamos recomendaciones para abordar este asunto con tus hijos, de la forma más responsable y conveniente posible.

Recomendaciones al momento de hablar sobre el suicidio con los niños, según la edad

De acuerdo a un informe publicado por la International Association for Suicide Prevention en el año 2021, se estima que 703,000 personas mueren por suicidio cada año. La comunicación es una de las principales medidas de prevención. Entonces, abrir el diálogo acerca de esto con los niños es indispensable.

En general, esta temática no surge como tema de conversación hasta que un evento particular obliga a los padres a hablar acerca del suicidio con sus hijos. Este diálogo es inminente cuando:

  • Una persona cercana al niño se ha quitado la vida, o lo ha intentado.
  • El pequeño ha escuchado este término y como no sabe qué significa, lo consulta.
  • La problemática se relaciona con algo que le está sucediendo a él mismo, por lo que los padres se acercan para conversar.

Al abordar el tema del suicidio, es importante tener en cuenta que al igual que sucede con temas como la muerte, la sexualidad o el dinero, la forma de hablar sobre ellos varía según la edad del niño. Ya sea que tengamos enfrente a un niño de tres, ocho o catorce años es fundamental priorizar la claridad y la apertura en la comunicación.

Niños pequeños

Cuando los niños pequeños no reciben una respuesta, la crean ellos mismos. Si algo está sucediendo en su entorno y ellos no lo comprenden del todo, encontrarán una manera, en general irreal y mágica, para darle sentido a lo que ocurre.



Los profesionales del Mental Illness Research Education Clinical, señalan la importancia de no abrumar al niño con tanta información. Se trata de atender de manera particular a las preguntas que él hace, de un modo sereno y sin prejuicios. Entonces, no es necesario que le brindes detalles sobre lo ocurrido. Más bien, permite que sus propios interrogantes guíen tus palabras.

Si no sabes por dónde empezar, puedes apegarte a los hechos puntuales luego de dar una pequeña introducción: «me gustaría que hablemos sobre lo que pasó con tu tío anoche. Se sentía muy triste y se lastimó. Ahora mismo está recibiendo ayuda en el hospital». 

Por otro lado, resulta imprescindible usar términos que el niño entienda. El lenguaje debe ser claro y simple. Es aconsejable mantener un tono de voz suave y pausado, y ponerse a su altura para que puedan mirarse a los ojos.

Es importante permitirle que exprese sus sentimientos con libertad y que realice todas las preguntas que necesita, aunque puedan resultar incómodas o muy dolorosas.

Mayores de 7 años

Los niños de edad escolar ya cuentan con cierto registro acerca de las problemáticas sobre salud mental. Poco a poco, van conociendo mejor las emociones propias y ajenas. Sin embargo, esto también puede hacer que sientan culpa por no haber advertido con anterioridad la situación emocional de un amigo o familiar.

En este caso, es esencial brindar apoyo y explicarle que bajo ningún concepto él es culpable de lo sucedido.

La organización The National Child Traumatic Stress Network publicó una guía para padres y cuidadores sobre cómo hablar de una muerte por suicidio con los niños. Allí mencionan que ocultar que un ser querido se quitó la vida y decir que falleció puede conducir a más problemas en el futuro.

Mentirle a un hijo sobre esto hará que él pierda confianza y se empiece a preguntar por la veracidad del discurso de sus cuidadores.

El trabajo de los adultos no es quitar el dolor de los niños

La tristeza es una emoción saludable dentro de un proceso de duelo. En este sentido, hay que validar lo que siente el niño y acompañarlo en este duro momento, no mantenerlo al margen ni evitar que conecte con el dolor.

Otras de las recomendaciones para hablar sobre el suicidio con los niños de edad escolar son:

  • Buscar un sitio cómodo y privado para que el niño pueda expresarse con libertad.
  • Involucrar a sus docentes y directivos del colegio para que estén al tanto de la situación.
  • Utilizar un lenguaje adecuado a su edad y a su nivel de comprensión.
  • Hablar con honestidad, pero evitar los detalles gráficos innecesarios.
  • Contener físicamente, por ejemplo, a través de los abrazos.

Hablar de suicidio con niños mayores a 11 años

Los chicos preadolescentes y adolescentes entienden el concepto de muerte y de suicidio. Por ende, precisan información un poco más concreta. Es posible que sus dudas sean más específicas, aunque quizás se las guarden para sí. Puede incluso darles vergüenza hablar de sus preocupaciones o sentimientos con los adultos.

Los últimos datos recabados son alarmantes. La OMS (Organización Mundial de la Salud) informa que el suicidio es la cuarta causa de muerte entre los jóvenes de entre 15 y 29 años. En paralelo, la NASP (National Association School Of Psychologists) señala que los adolescentes con ideas suicidas no buscan ayuda de forma explícita y directa.

Sin embargo, demuestran su malestar a través de comportamientos como notas de despedida o comentarios del estilo «ojalá me duerma y no despierte más» o «no quiero vivir».



Es esencial evitar que el suicidio u otras problemáticas de la salud mental se conviertan en tabú. La mejor medida de prevención, es conversar acerca de lo que sucede. De nada sirve ocultar una realidad, por más desgarradora que sea.

Claridad, empatía y honestidad

En términos generales, al momento de conversar acerca del suicidio con los niños, es imprescindible considerar su edad y su nivel de desarrollo. Para esto, podemos preguntarnos: «¿entiende la irreversibilidad de la muerte?», «¿sabe lo que significa el suicidio o es la primera vez que escucha el término?».

Es esencial adaptar nuestro discurso a sus necesidades, aunque siempre siendo directo, empático y honesto. Debemos garantizar un espacio cálido y seguro.

A su vez, solicitar ayuda profesional puede ser de gran ayuda si no nos sentimos capaces de abordar esta situación. Un psicólogo o psiquiatra podría brindarte herramientas específicas para ayudarte a manejar el momento, teniendo en cuenta las particularidades del caso.


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