La piña es una fruta beneficiosa para la salud. Esta cuenta con nutrientes esenciales en su interior y con una serie de compuestos que facilitan la digestión. Además, es capaz de aportar antioxidantes necesarios para mejorar el funcionamiento del organismo. Ahora bien, te vamos a contar si es realmente bueno comer piña en el embarazo o si durante este período no conviene consumirla.
Lo cierto es que, durante muchos años, corrieron una serie de mitos que vinculaban la ingesta de piña con algunas reacciones adversas en las mujeres que se encontraban en estado de gestación. No obstante, los estudios no han conseguido evidencias sobre efectos secundarios nocivos a partir del consumo de dicha fruta.
Beneficios de la piña
Entre los micronutrientes esenciales contenidos en la piña se destaca la vitamina C. Este elemento contribuye a garantizar el correcto funcionamiento del sistema inmune, según un estudio publicado en la revista Nutrients. Asegurar un aporte regular del mismo reduce la incidencia de patologías infecciosas, algo que facilita el período de gestación.
Por otra parte, cuenta con minerales importantes durante el embarazo, como es el caso del magnesio. Dicho nutriente podría reducir los calambres en las piernas de las mujeres gestantes, tal y como lo evidencia una investigación publicada en la revista Canadian Journal of Kidney Health and Disease. De todos modos, hay que destacar que algunos estudios arrojan resultados contradictorios al respecto.
Asimismo, la bromelina que contiene la piña mejora la digestión de las proteínas, lo que disminuye las probabilidades de sufrir acidez, reflujo y otros problemas de carácter gastrointestinal. Esta propiedad resulta determinante, ya que las mujeres embarazadas suelen experimentar peores digestiones a partir de la presión del útero sobre el estómago y el diafragma.
Contraindicaciones de la piña durante el embarazo
A pesar de los beneficios comentados, es cierto que el consumo de piña durante el embarazo podría tener una serie de contraindicaciones o de riesgos. Los mismos se basan fundamentalmente en el contenido de la bromelina. Al parecer, este elemento sería capaz de afectar al cérvix e incrementar el riesgo de partos prematuros.
Ahora bien, cabe destacar que en ningún caso existen evidencias sólidas que confirmen dicha relación. Un consumo moderado de piña no resulta arriesgado durante la etapa de gestación. Es más, esta fruta cuenta con más beneficios que problemas. Por este motivo, puede incluirse en la dieta de la embarazada sin temor.
¿La piña provoca contracciones?
Se ha propuesto también que la piña podría generar contracciones uterinas. Sin embargo, se ha demostrado que no existe tal relación. La bromelina no cuenta con ningún poder de activación sobre el músculo liso uterino ni sobre la síntesis de prostaglandinas. Por este motivo, no hay que preocuparse por posibles efectos abortivos o estimulantes del parto.
Solamente sería contraproducente una ingesta excesiva de piña durante las primeras etapas del embarazo, momento en el que la maduración del cérvix resulta determinante para la salud del feto. Eso sí, se trata de un escenario muy poco probable, por lo que en la práctica no hay motivos para desaconsejar la presencia de esta fruta en la dieta de la mujer gestante.
Es seguro comer piña en el embarazo
Según lo comentado, se puede consumir piña sin riesgo en el embarazo. En cantidades moderadas no provocará ningún efecto nocivo sobre el feto. Además, tampoco incrementará la incidencia de los partos prematuros o de los abortos espontáneos. Incluso, no se han datado en la literatura científica casos de mayores contracciones uterinas provocadas por el aporte de bromelina. Por el contrario, esta fruta cuenta con varios beneficios en lo que a promoción de la salud se refiere.
Por otra parte, no olvides que resulta determinante cuidar la dieta durante la etapa de gestación. Incluir en la pauta alimentos desaconsejados podría traer consecuencias negativas para el feto. Sin embargo, la piña no se encuentra en dicha lista.
Bibliografía
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