El cerebro de los niños cuando sienten celos

Son muchas las situaciones en las que aparecen los celos en los niños. En este artículo, hablaremos de los cambios que se producen en el cerebro de los niños cuando sienten celos.

En el artículo de hoy hablaremos de los cambios que se producen en el cerebro de los niños cuando sienten celos. Pero, antes de sumergirnos en el cerebro de los niños cuando sienten celos, vamos a definir el término ‘celos’.

Atendiendo a su segunda acepción, la Real Académica Española lo define como “el interés extremado y activo que alguien siente por una causa o por una persona”. En el caso de los niños, los celos surgen cuando perciben alguna situación como amenazante para el vínculo que poseen con sus padres o sus figuras de apego.

Si nos paráramos a pensar, son frecuentes las situaciones o conductas que nos indican la existencia de celos en la familia. Los celos entre los hermanos, las rivalidades y las riñas constantes, alteran y distorsionan el clima de convivencia familiar.

Estas circunstancias influyen en el estado de ánimo de los diferentes miembros que conforman la unidad familiar. Los padres sienten la necesidad de buscar una ayuda que les sirva de orientación acerca de la forma más adecuada de corregir estas conductas y poder restablecer la armonía y el sosiego en el hogar.

 

“La rabia de los celos es tan fuerte que fuerza a hacer cualquier desatino”.

-Miguel de Cervantes-

Las peleas entre hermanos son una de las maneras que los niños tienen de manifestar cuando sienten celos.

¿Cómo se suelen manifiestar los celos en los niños?

  • Cambios en el desarrollo del lenguaje: habla infantil imitando el lenguaje del pequeño, repetición de palabras y frases, tartamudeo.
  • Sueño irregular: en general, piden ir a la cama de los padres o solicitan compañía en la suya; llaman frecuentemente a un adulto.
  • Frustración y rechazo ante diferentes actividades propuestas por parte de algún miembro de la familia.
  • Desequilibrio en las comidas, es decir, no tiene apetito ante alimentos preferidos.
  • Problemas conductuales para llamar la atención de manera constante.
  • Agresividad entre los diferentes miembros de la familia.
  • No conversa, se aísla y suele llorar con frecuencia.
  • Cambios frecuentes en los estados de ánimo.

 

“Los celos son los hermanos del amor, como el diablo es hermano de los ángeles”.

-Stanislas de Boufflers-

Causas del comportamiento celoso en los niños

  • La llegada de un hermano o hermana es un factor de celos, ya que piensan que ya no le prestarán la misma atención.
  • El favoritismo de los padres entre los hijos desencadena celos y repercute en su desarrollo integral.
  • Algunas características particulares entre los hermanos, es decir, cuando los padres recalcan frecuentemente las cualidades que tiene uno de ellos, comparando y dañando su desarrollo emocional.
  • Cuando se da cierta preferencia de los padres hacia un nuevo hijo de sexo diferente. Es frecuente que, ante el nacimiento de un bebé, los cuidados sean diferentes, pero cuando se realizan exageraciones, puede ser causa de conflicto entre los miembros de la familia.
  • Algunos privilegios que se pueden tener entre hermanos. Por ejemplo, él es más pequeño y no puede hacer eso, así que hazlo tú.
  • El equilibrio emocional de los hijos es diferente y los padres, muchas veces, cometen el error de pensar que todos son iguales y sienten de la misma forma, cuando esto no es así.

Niño celoso de su hermana.

“A la luz de la investigación reciente, las diferencias sexuales que la psicología evolutiva atribuye a este sentimiento ancestral se desvanecen los miembros de ambos sexos parecen sufrir los celos por igual”.

-Christine R. Harris-

¿Qué sucede en el cerebro de los niños cuando sienten celos?

Los celos son una emoción social compleja que combina las diferentes emociones primarias, como son la ira, el miedo y la tristeza. Es por ello que la carga emocional que contemplan es bastante elevada. Así que, cuando el sistema límbico se activa, envía las señales oportunas para ser interpretadas por el giro del cíngulo, y este lo detecta y decreta como amenazante. Por tanto, el sistema límbico se ve afectado frente a estas reacciones emocionales.

El sistema límbico es la porción del cerebro situada inmediatamente debajo de la corteza cerebral y comprende centros importantes como el tálamo, hipotálamo, el hipocampo, la amígdala. En el ser humano, estos son los centros de la emocionalidad. Es aquí donde se procesan las distintas emociones y se experimentan temores, angustias, miedo, celos y alegrías intensas.

El papel de la amígdala como centro de procesamiento de las emociones es básico. Así, cuando el niño percibe una situación como amenazante, se dispara una alarma que activa a la amígdala para alejarlo de aquello que es percibido como peligroso.

Bibliografía

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  • Villón Guevara, J. M. (2015). Los celos infantiles en el desarrollo socio-afectivo en los niños y niñas de 4 años de edad (Bachelor's thesis, Universidad de Guayaquil Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación).
  • Zheng, X., Luo, L., Li, J., Xu, L., Zhou, F., Gao, Z., ... & Kendrick, K. M. (2019). A dimensional approach to jealousy reveals enhanced fronto-striatal, insula and limbic responses to angry faces. Brain Structure and Function224(9), 3201-3212.
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