Cereales sin gluten para bebés: cuándo y cómo introducirlos en la dieta

¿Sabías que los cereales sin gluten pueden ser el complemento perfecto para una dieta deliciosa y nutritiva para tu bebé? Aprende cómo prepararlos y descubre nuevas formas de hacer que cada comida sea emocionante para tu pequeño.

Cuándo darle cereales sin gluten a los bebés

Los primeros 6 meses del bebé pasan muy rápido. Cuando llegan, hay que comenzar a tomar decisiones sobre cuáles son los primeros alimentos a introducir en la dieta. Entre ellos, los cereales ocupan los primeros puestos de la lista. En ocasiones, las mamás prefieren optar por los cereales sin gluten para el bebé debido a las posibles alergias.

¿Cómo y cuándo introducirlos en la dieta del bebé? ¿Cuántas veces se les puede dar? ¿Cuáles son sus aportes nutricionales? Estaremos abordando estas preguntas a lo largo del artículo.

¿Qué es el gluten?

El gluten es la proteína que caracteriza a un grupo de cereales, siendo el trigo su principal representante. Esta proteína compleja puede resultar difícil de digerir en algunas personas y está vinculada a alergias alimentarias, así como a una enfermedad digestiva conocida como celiaquía.

Debido a estas razones, anteriormente se pensaba que los cereales sin gluten serían los primeros en introducirse en la alimentación complementaria, mientras que aquellos con gluten se dejarían para después del primer año. Sin embargo, en la actualidad, esta perspectiva alimentaria ha cambiado.

¿Cuándo y cómo darle cereal sin gluten a los bebés?

Las investigaciones en el campo de la inmunología y las alergias han modificado la perspectiva sobre la introducción de cereales. Según el doctor Anthony Porto de la Academia Americana de Pediatría, se recomienda incorporar cualquier cereal, alergénico o no, a partir de los 6 meses.

En la actualidad, se aconseja la introducción temprana de alimentos alérgenos, como el trigo, ya que puede contribuir a prevenir alergias. Postergar su consumo podría aumentar el riesgo de alergias durante la infancia.

No obstante, si a los 6 meses decides, junto con tu pediatra, comenzar con cereales sin gluten en la dieta del bebé, también es válido introducir aquellos que contienen gluten poco después.

¿Cómo hacerlo?

Para introducirlo, debes seguir el mismo procedimiento que con cualquier otro alimento sólido complementario. Según un consenso actualizado de la Sociedad Latinoamericana de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica, la manera más segura es introducir un alimento nuevo cada día, sin retrasar la introducción de esta comida más allá de tres días.

En otras palabras, no debes alimentar al infante con el mismo alimento durante más de ese lapso. La publicación destaca que las reacciones adversas a alguna sustancia alimenticia pueden ser instantáneas o aparecer después de horas, días o incluso de forma tardía (semanas).

Por lo tanto, recomienda, como hemos mencionado, la ingesta de un alimento nuevo por día. Así que los cereales con gluten o sin gluten son igualmente bienvenidos en la dieta de tu bebé. Recuerda que la variedad es clave para una buena nutrición.

Forma de preparación

El cereal sin gluten para el bebé se puede ofrecer entero y cocido de forma casera o en forma de papillas comerciales, sin azúcares añadidos.

Si has optado por la alimentación complementaria, baby-led weaning (BLW), puedes preparar arroz, mijo o quinoa entera cocida, sin licuar ni triturar previamente. Utiliza una cuchara para que el bebé lo tome con sus manos. También son opciones válidas las preparaciones con agua o purés de frutas.

En el caso de la alimentación tradicional, puedes hacer papillas fluidas con leche materna o fórmula y administrarlas en el biberón, en especial si hay reflujo o problemas para tragar. Si prefieres, puedes hacerlas más espesas y darlas con una cuchara. No añadas azúcar ni sal.

Para aprovechar al máximo los nutrientes de los cereales sin gluten para el bebé, también puedes optar por las variedades integrales. Aunque el tiempo de cocción pueda ser un poco mayor, estarás proporcionando más calcio, zinc, hierro y fibra a su alimentación.

Cantidad

Aunque no es una regla de oro, al principio se pueden ofrecer de 2 a 3 cucharaditas de papilla para que las pruebe. Después de unos días, puedes aumentar la cantidad a 4 o 5 cucharaditas, ajustándote a la capacidad gástrica de tu bebé, que puede variar de un pequeño a otro.

Es crucial tener en cuenta que los cereales son la principal fuente de carbohidratos. Por ejemplo, el arroz aporta un 77 %, la harina fina de maíz cruda alcanza un 66 %, la avena puede tener más del 60 %, y la quinoa un 64 %.

Estos porcentajes indican la proporción de carbohidratos en relación con el peso total de cada cereal. Aunque estos valores se diluyen al cocinarse debido a la adición de agua y otros componentes, el aporte total de carbohidratos sigue siendo significativo.

Por esta razón, se debe evitar la sobrealimentación con cereales, ya que estos alimentos pueden contribuir a un exceso de calorías en la nueva dieta del bebé.

En este contexto, la licenciada Rachael Zimlich informa en Contemporary Pediatrics que los bebés que reciben cereales con leche en la alimentación complementaria de manera regular tienen un mayor riesgo de obesidad.

Otros investigadores, que escribieron para Acta Pediatrica, sugieren que la práctica diaria de alimentar con cereales durante el primer año de vida podría asociarse con un posible sobrepeso a partir de los 5 años.

Por lo tanto, se recomienda alternar con otros alimentos de manera progresiva, como frutas y verduras, para diversificar y equilibrar mejor la nueva dieta del bebé. Recuerda también que a esta edad, la leche materna sigue siendo la prioridad para el bebé.

¿Cuáles son los beneficios nutricionales de los cereales sin gluten?

Si decides, en colaboración con el pediatra, comenzar con los cereales sin gluten para el bebé, debes preguntarte: ¿cuáles son esos cereales?, ¿qué beneficios aportan a su nutrición?

Arroz

Es el cereal que tiene más almidón y una alta digestibilidad. Aporta mucha energía, vitaminas y minerales. Se puede utilizar entero, en copos, harinas o sémolas.

Maíz

Además de los carbohidratos, el maíz también aporta betacarotenos provitamina A que funcionan como antioxidantes, zinc, magnesio, potasio, fósforo y fibra para ayudar a prevenir el estreñimiento. Se encuentra en forma de sémola y harina.

Quinoa

La Pontificia Universidad Católica de Chile destaca la quinoa como un pseudo cereal por su valor de carbohidratos y fibra. También tiene proteínas con aminoácidos esenciales, grasa, omega-3, hierro, fósforo, manganeso, zinc y vitaminas del complejo B.

Mijo

Tiene un sabor neutro que lo hace bien aceptado por los niños. Al igual que otros cereales, es rico en fibra, carbohidratos, minerales como zinc, fósforo, hierro y magnesio. También aporta vitaminas del complejo B.

Otros cereales

La avena es un cereal que no contiene gluten, pero tiene una proteína conocida como avenina, que reacciona en los pacientes celíacos de manera similar al gluten, aunque en menor toxicidad.

Este cereal es conocido por ser buena fuente de carbohidratos tipo fibra soluble, proteínas, vitaminas del complejo B y los minerales: zinc, calcio y fósforo. Además, la organización Johns Hopkins Medicine realza su aporte en almidón resistente, que ayuda al crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino del bebé, mejorando la salud intestinal.

Incluye los cereales con y sin gluten en el bebé

A partir de los 6 meses, es necesario introducir nuevos alimentos en la dieta del bebé. Los cereales sin gluten son siempre una excelente opción para incorporar nutrientes adicionales. Para enriquecerlos aún más, puedes mezclarlos con leche materna, fórmula o frutas frescas para equilibrar su dieta.

Introduce cereales u otros alimentos nuevos, ya sean con o sin gluten, de manera regular, asegurándote de no exceder la introducción de cada uno por más de tres días, ya que podría ser perjudicial para la dieta del bebé. La variedad es clave para una nutrición saludable. Recuerda no exagerar en la frecuencia de consumo de cada alimento.

Una nueva alimentación equilibrada, variada y suficiente en calidad y cantidad es el principio nutricional que debe acompañar a tu bebé durante su crecimiento. Tu pediatra te proporcionará las pautas de alimentación recomendadas para el crecimiento y desarrollo de tu bebé.

Bibliografía

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