Guía para realizar un correcto cepillado dental en los niños
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Ocuparse de la higiene oral de los más pequeños es una inversión en su salud. En este artículo, te contamos cómo realizar un cepillado dental correcto en tus niños para que su boca esté cuidada y sana.
Comenzar a limpiar la boca de los niños desde edades tempranas previene muchos de los problemas orales más comunes, como las caries, la gingivitis y el mal aliento. Este hábito, además, enseña a los pequeños sobre la importancia de ocuparse del cuidado de su propia salud.
Cuando los niños son pequeños, los adultos deben encargarse de higienizar la boca de sus hijos. Luego, a medida que crecen, deberán enseñarles a hacerlo por sí mismos y seguir acompañándolos en la tarea. Descubre esta guía completa sobre la higiene dental en los más chicos.
¿Cuándo comenzar a cepillar los dientes a los niños?
La limpieza de la boca de los niños debe comenzar desde edades tempranas, incluso antes de que aparezcan los primeros dientes. Cuando aún no hay piezas dentarias, se han de higienizar las encías y la lengua del bebé pasándoles un paño limpio y húmedo o un dedil de silicona.
Apenas aparece el primer elemento dentario, es momento de empezar a higienizar con el cepillo de dientes. Hay que buscar un instrumento apropiado para el tamaño de la boca del bebé, con un cabezal pequeño y cerdas blandas. Además, el cepillado se debe complementar con una pequeña porción de pasta dental con flúor. A medida que los niños crezcan y aprendan a escupir, esta cantidad se incrementa.
¿Cuántas veces al día se deben cepillar los dientes de los niños?
De manera ideal, el cepillado debe realizarse después de cada comida. De todos modos, esto no siempre es posible. Entonces, basta con asegurarse de que el niño reciba dos o tres limpiezas correctas y minuciosas por día para ayudarlo a preservar sus dientes sanos.
El cepillado de la noche es el más importante, ya que, durante el sueño, la producción de saliva se reduce y esto favorece la proliferación de las bacterias. Irse a dormir con la boca limpia reduce el riesgo de que se acumulen gérmenes dañinos.
¿Cuál es el cepillo ideal para realizar una correcta higiene bucal en los niños?
A la hora de realizar un correcto cepillado dental en los niños, el instrumental a utilizar es de suma importancia. Para ello, se debe elegir un elemento que sea cómodo. Los cepillos de dientes infantiles vienen con distintos tamaños y diseños según la edad de los menores. Además, este debe ser con cerdas blandas y suaves para que no traumaticen las encías.
Los niños pueden participar en la elección de su propio cepillo, lo cual puede estimularlos a interesarse en el cuidado de su salud bucodental. Por otra parte, según la Asociación Dental Americana (ADA), los cepillos de dientes de los niños, o los cabezales en el caso de los eléctricos, se deben cambiar cada 3 o 4 meses. También, se deben reemplazar por uno nuevo si muestran signos de deterioro, las cerdas están muy abiertas o el niño ha cursado una infección.
Cómo hacer un cepillado dental correcto en los niños
Una vez que aparecen los primeros dientes en el bebé, es momento de comenzar a cepillarlos para mantenerlos limpios y sanos. Hacer un cepillado dental correcto, no solo es importante para evitar enfermedades bucales en los niños, sino que también los ayuda a aprender esta tarea e incorporarla en su rutina diaria.
Paso a paso
Saber qué hacer y cómo hacerlo te permitirá encargarte de la higiene oral de tu pequeño de manera apropiada. A continuación, te contamos el paso a paso para realizar un correcto cepillado dental en los niños.
- Preparar el cepillo dental con pasta fluorada: según la edad del niño, se coloca una pequeña dosis sobre las cerdas del cepillo.
- Buscar una posición cómoda: esto dependerá de la edad del pequeño y de lo que mejor funcione para cada familia. Algunas alternativas son sentarse al pequeño en las piernas, pararlo en un banco para que esté más alto o agacharse para estar a su misma altura.
- Cepillar la cara externa de los dientes: el cepillo se coloca inclinado, en la unión del diente con la encía, y se realizan movimientos rotatorios y de barrido. La dirección es de arriba hacia abajo en los dientes superiores y de abajo hacia arriba en los inferiores.
- Cepillar la cara interna de los dientes: de la misma forma, se deben higienizar las caras más próximas al paladar y la lengua. Para los dientes frontales, el cepillo se puede colocar en posición vertical y barrer desde adentro hacia afuera.
- Limpiar las superficies de masticación: con movimientos de vaivén, de atrás hacia adelante, se limpian las caras oclusales de las muelas de arriba y de abajo, de ambos lados.
- Enseñar al niño a escupir la pasta y no tragarla: al finalizar el cepillado se puede ofrecer al niño un vaso con agua para que se enjuague la boca y elimine los desechos mediante la salivación.
- Limpiar la superficie lingual: con movimientos de barrido, de atrás hacia adelante, se debe cepillar varias veces la cara dorsal de la lengua.
El cepillado dental correcto en los niños debe durar entre 2 y 3 minutos. Con esto, nos aseguramos de realizar una limpieza exhaustiva y completa. Para complementar la higiene bucal, según la edad del niño, pueden utilizarse otros productos específicos como colutorios, seda dental o cepillos interdentales.
Facilitar el cepillado dental correcto en los niños
Para facilitar la aceptación de la higiene oral por parte del niño, es de utilidad explicarle sobre la importancia del cepillado. Ellos pueden entender y comprometerse con el cuidado de su propia salud si están al tanto de los riesgos que implica no ocuparse de su boca.
Crear un ritual y dejarlos participar en algunas actividades, como enjuagar el cepillo o cerrar el grifo, los compromete más en la tarea. Hacer del momento del cepillado un tiempo divertido, con juegos, canciones o desafíos, también los anima a involucrarse más con esta práctica. También, que los niños vean a sus papás lavarse los dientes cada día, los motivará a imitarlos.
La ayuda del odontopediatra es importante
Además del cuidado de la higiene bucal en casa, siempre es buena idea contar con el asesoramiento de un odontopediatra para que supervise y acompañe el proceso en cada etapa. Llevar a los niños a los controles odontológicos cada seis meses permite evaluar que todo marche bien y mejorar aquello que necesita más atención.
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