¿Son seguros los capazos para el coche? Esta es la pregunta que se hacen miles de padres y que hoy intentaremos responder. El motivo de las dudas es que este dispositivo o sistema de retención infantil (SRI) ha originado una polémica por su supuesto bajo nivel de seguridad.
Pero, ¡tranquila! Hemos investigado sobre el tema y te traemos toda la información disponible, para que hagas tu mejor elección. ¡No te lo pierdas!
La seguridad en el coche es responsabilidad de los adultos
Según la Dirección General de Tránsito (DGT) de España, las muertes de los niños en accidentes automovilísticos son evitables en un 75 % de los casos y las lesiones graves, en un 90 %.
Además, desde esta misma fuente oficial se indica algo que todos los adultos conocemos los riesgos y somos, precisamente, los que podemos evitar esas tragedias. La seguridad de los niños está en nuestras manos y debemos redoblar los esfuerzos para optimizarla.
Como recomendación general debemos remarcar que los infantes deben viajar en el auto en el SRI adecuado para su tamaño, homologado por los organismos de seguridad y que cumpla con la reglamentación vigente. Otro aspecto no menor es que deben estar bien sujetos al coche, así como los cinturones del niño deben estar correctamente colocados.
“Para los pequeños de la casa, de hasta 135 centímetros de altura, es obligatorio viajar siempre con un sistema de retención infantil adaptados a su peso y talla“.
-DGT-
La clasificación de los SRI que se encuentra vigente en España y en gran parte de Europa, divide los dispositivos en cuatro grupos:
- 0: capazos.
- 0+: de 0 a 13 kg
- I: de 9 a 18 kg.
- II: de 15 a 25 kg.
- III: de 22 a 36 kg.
¿Qué son los capazos?
Los capazos o cucos son sistemas de retención aprobados para usar con niños de 0 a 10 kilogramos. La DGT indica que deben contar con las siguientes características para considerarse aptos para el uso en el coche:
- Ser completamente rígidos.
- Tener una red antiproyección o un cinturón con tres puntos de anclaje para el niño.
- Contar con cinturones de retención para fijarlos al asiento.
- Deben poder colocarse en el asiento trasero de forma transversal.
Homologación I-Size: problemas para los capazos
Con la entrada en vigencia de la homologación europea I-Size surgen algunas normativas que complican el uso de los capazos para llevar a los bebés en el coche. De esta forma, estos dispositivos no cumplirían con parte de los requisitos de seguridad fundamentales de los SRI. Te contamos en detalle qué aspectos no se han superado tras las pruebas pertinentes:
1. El diseño es incompatible con la seguridad en el coche
La estructura de los SRI debe ser apta para llevar a los niños pequeños en sentido contrario a la marcha, como mínimo hasta los 15 meses, según la Asociación Española de Pediatría.
La forma del capazo es incompatible con este requerimiento, ya que se coloca en el asiento de manera transversal y la cara del bebé mira hacia el interior del coche, no hacia atrás.
2. Las pruebas de choque arrojaron resultados insuficientes
Todos los dispositivos deben superar las pruebas de impactos frontales y laterales para considerarse seguras y aptas para utilizarse en el coche. El capazo no supera las pruebas de choque, ya que la cabeza del niño está suelta y puede lesionarse ante el mínimo impacto.
3. Carece de sistema Isofix para un anclaje seguro
La norma hace obligatorio el empleo del sistema de anclaje ISOFIX en los SRI, el cual puede combinarse con el tradicional mecanismo de los cinturones de seguridad. El problema es que el diseño de los capazos imposibilita la implementación del sistema ISOFIX.
Entonces, ¿son los capazos una opción adecuada para el coche?
A pesar de no cumplir con algunos de los requisitos nombrados, los capazos para recién nacidos están homologados y su uso está permitido. Pero según lo indicado por la DGT, su uso debería quedar restringido a los niños con determinados problemas de salud o cuando el médico así lo indique.
Independientemente de la cuestión normativa, existen algunos otros argumentos que explican por qué dichos dispositivos no se consideran seguros.
El primer problema es que la cabeza del bebé queda suelta y, ante un impacto o movimiento brusco, puede golpear contra los bordes o lesionarse el cuello y la médula espinal por el efecto de “latigazo”.
Por otro lado, si sucediera un choque y el cuerpo se moviera, el arnés sobre el pecho podría generar mucha presión sobre el cuerpo del niño y lastimar sus órganos.
Y si hablamos de comodidad…
La posición del capazo tampoco es la mejor para ir en el coche, pues la forma adecuada de viajar para los niños es sentados en sentido contrario a la marcha y con su cabeza bien apoyada.
Con respecto a la comodidad, no existen diferencias entre un capazo y una silla clasificada en el grupo 0. Y de hecho, este dispositivo cuenta con mejores prestaciones de seguridad, ya que el bebé puede ir sentado o reclinado, de espaldas a la marcha y bien sujeto.
En conclusión, salvo indicación médica de que el niño deba viajar acostado, los capazos no son la mejor opción para llevar a tu bebé en el coche. Es preferible usar una silla del mismo grupo 0, en la cual el niño va a contar con todas las medidas de seguridad necesarias y obligatorias.
Bibliografía
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- Dirección General de tráfico (s.f.) Viaja seguro con niños. Gobierno de España. Disponible en: https://revista.dgt.es/revista/guia_sillitas/mobile/index.html#p=12
- Fundación Mapfre (s.f.) Normativa de homologación I-size. Disponible en: https://www.fundacionmapfre.org/educacion-divulgacion/seguridad-vial/sistemas-retencion-infantil/sillas-mas-seguras/i-size/
- Asociación de Pediatras de España (2021) Viajes seguros: sistemas de retención infantil. En Familia AEPED. Disponible en: https://enfamilia.aeped.es/prevencion/nino-viaja-seguro-sistemas-retencion-infantil