¿Se puede tomar bicarbonato en el embarazo?

Si estás embarazada y sientes algo de acidez estomacal, seguramente te vino a la mente tomar algo de bicarbonato. Lo cierto es que no es lo recomendable, y te explicamos por qué.

El ardor de estómago es un síntoma habitual y muy molesto entre las gestantes, sobre todo a partir del segundo trimestre. Y una duda que aparece en muchas mujeres que lo sufren es si es seguro tomar bicarbonato en el embarazo.

Se trata de uno de los principales remedios naturales para solucionar esta dolencia en la población en general. Su ingesta consigue neutralizar los ácidos y generar una sensación de alivio considerable.

Pero durante la gestación hay que tener clara la necesidad de limitar la ingesta de ciertas sustancias por los riesgos potenciales para la salud del bebé. Si bien algunos de estos elementos no son tóxicos para la madre, pueden impactar sobre el desarrollo fetal.

¿Para qué se usa el bicarbonato?

El bicarbonato de sodio es un compuesto sólido cristalino de color blanco, soluble en agua y con un ligero sabor alcalino, parecido al carbonato de sodio. Este se encuentra como un mineral más en la naturaleza o se puede producir de forma industrial.

Sus posibles usos son muy variados, por ejemplo, como aditivo leudante en algunas preparaciones de repostería. A nivel casero también se utiliza como un remedio natural para algunas dolencias leves.

Al actuar como un antiácido, puede ayudar a calmar malestares digestivos como la acidez y la indigestión ácida, al término que puede servir como alcalinizante de la orina. Asimismo, como cosmético tiene varios empleos en cuanto a la reducción del sudor o la eliminación de los malos olores.

Cuando las embarazadas piensan en usar el bicarbonato, generalmente es en el contexto de episodios de acidez estomacal, ardores y reflujo gastroesofágico. A partir del segundo trimestre estos malestares se hacen más frecuentes, en parte debido a la presión que ejerce el útero en crecimiento sobre el estómago y otras partes del aparato digestivo.

El uso de bicarbonato embarazo está contraindicado
Muchas futuras madres con reflujo gastroesofágico podrían verse tentadas a consumir bicarbonato debido a la intensa sensación de acidez.

El bicarbonato de sodio en el embarazo

Si atendemos a las categorías farmacológicas del embarazo, el bicarbonato de sodio está categorizado como tipo C. Esto significa que solo puede usarse cuando los beneficios superan a los riesgos probables, ya que no hay suficiente evidencia disponible o hay investigaciones que hablan de un efecto teratogénico en animales de experimentación.

Hay pocos estudios que han abordado el efecto del bicarbonato de sodio en el embarazo. Un trabajo publicado en Obstetrics and Gynecology reportó un caso de una gestante de 31 semanas con pica de bicarbonato de sodio. Esta desarrolló como consecuencia alcalosis metabólica hipopotasémica severa, rabdomiólisis e hipertensión.

Muchos de los efectos adversos conocidos del uso de bicarbonato (en general, no solo en embarazadas) provienen de investigaciones relativas a la forma intravenosa, el carbonato sódico hidrogenado, que usualmente se usa para tratar las acidosis metabólicas severas.

De acuerdo con un trabajo publicado en Journal of Medical Toxicology, la ingesta excesiva de bicarbonato de sodio puede generar lo siguiente:

  • Alcalosis metabólica.
  • Hipopotasemia.
  • Hipocloremia.
  • Hipocalcemia.
  • Hipernatremia.
  • Secuelas respiratorias (hipoventilación, por ejemplo).
  • Alteraciones cardíacas (taquicardias y arritmias).
  • Alteraciones neurológicas (espasmos musculares, tetania y mioclonía, entre otros).

Una publicación de la Clínica Mayo explica que los efectos secundarios del empleo de bicarbonato de sodio como terapia casera generalmente se limitan a calambres abdominales y una mayor sensación de sed, algo que en principio no lo contraindicaría para el embarazo.

Sin embargo, es una sustancia que debe consumirse con cuidado en caso de presentar hipertensión arterial, enfermedad renal o edemas (retención de líquidos) crónicos de otra causa.

Y esto se debe al sodio presente en el bicarbonato: este actúa como un agente que «arrastra agua», lo cual favorecería el aumento del volumen circulante en sangre y, con ello, un aumento de tensión arterial «volumen dependiente».

Esta es la principal razón por la que no se recomienda el consumo de bicarbonato en el embarazo para tratar la acidez estomacal. A pesar de que la madre no padezca ninguna enfermedad, es conveniente no exceder el aporte de sodio, ya que las complicaciones por hipertensión son peligrosas tanto para la madre como para el feto en desarrollo.

¿Hay algún efecto positivo en el embarazo?

A pesar de ello, también existen beneficios de su consumo durante la gestación. Una investigación publicada en The Journal of Maternal-Fetal & Neonatal Medicine reveló que tomar bicarbonato de sodio en el contexto de un trabajo de parto difícil (distocia) podría ayudar a favorecer el nacimiento por vía vaginal. Esto es, evitar recurrir a la cesárea.

Los autores evaluaron 200 casos de distocia, y el grupo experimental recibió una dosis de bicarbonato de sodio por vía oral alrededor de 1 hora antes de administrar oxitocina (una hormona que suele usarse para inducir el parto).

Los resultados indicaron que esta práctica favoreció el nacimiento por la vía vaginal en comparación con el grupo control, además de disminuir los niveles de ácido láctico intraamniótico. Esto último podría ser clave en entender dicho efecto.

Según la evidencia, el ácido láctico es útil como valor predictivo de un parto distócico. La ingesta de bicarbonato podría «neutralizar» este ácido, contribuyendo así a corregir los desequilibrios bioquímicos que favorezcan la distocia. Por supuesto, su uso en estos contextos se hace solo bajo el criterio del profesional.

Otras opciones más allá del bicarbonato

El bicarbonato en el embarazo puede reemplazarse
Hay algunos cambios en el estilo de vida y la alimentación que pueden ayudar a combatir la acidez durante el embarazo.

La acidez y el ardor de estómago pueden ser afecciones comunes durante el embarazo. Para obtener un alivio de estas sin recurrir al bicarbonato, existen algunas recomendaciones basadas en ciertos cambios en el estilo de vida y la dieta. Según el Colegio Americano de Gastroenterología, estas son las pautas a tener en cuenta:

  • Evitar comer en horas tardías de la noche o justo antes de acostarse, ya que el contenido del estómago puede subir hacia el esófago con más facilidad. Es preferible dejar pasar entre 2 y 3 horas.
  • Hacer comidas pequeñas y más a menudo. Llenar mucho el estómago dificulta la digestión y puede provocar reflujo y acidez.
  • Tampoco se debe consumir comida muy caliente o muy fría, puesto que esto podría estimular la secreción ácida del estómago.
  • Reducir o eliminar aquellos alimentos con más propensión a causar acidez como los cítricos, el chocolate, los picantes o los alimentos muy grasos. Es muy útil observar la tolerancia personal a ciertos productos y retirarlos de la dieta durante la gestación.
  • Disminuir el volumen de los platos, aumentar la frecuencia de la alimentación y evitar las comidas copiosas.
  • Usar ropa holgada, porque todas las prendas que aprietan la cintura aumentan la presión en el estómago y empeoran la situación.
  • Puede ser de utilidad levantar la cabecera de la cama unos centímetros.

La mayoría de embarazadas con problemas digestivos leves mejoran con la aplicación de estas medidas. Si este no es el caso, consulta con el equipo médico para encontrar una alternativa y poder aliviar los síntomas sin repercutir en la salud del feto.

Existen algunos medicamentos antiácidos que se han mostrado seguros durante el embarazo. No obstante, consulta siempre con el equipo médico antes de tomar cualquier medicamento o remedio casero por cuenta propia. 

Existen dudas acerca del uso del bicarbonato en el embarazo

En definitiva, el uso de bicarbonato de sodio únicamente con el motivo de aliviar la acidez no es algo recomendable en el embarazo por los expertos. Esto se debe, por un lado, a la amplia variedad de opciones alternativas más seguras y, por otro, a los posibles efectos adversos de su consumo.

En caso de duda, es conveniente acudir al obstetra y plantear las preguntas correspondientes. Recuerda que experimentar síntomas de acidez constantemente también podría indicar una enfermedad por reflujo gastroesofágico que debe diagnosticarse y tratarse oportunamente.

Bibliografía

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