Cómo ayudar a los niños a entender la discapacidad

Hablar con los niños sobre la discapacidad es darles herramientas para avanzar hacia una sociedad más tolerante e igualitaria.
Cómo ayudar a los niños a entender la discapacidad
Maria Fátima Seppi Vinuales

Revisado y aprobado por la psicóloga Maria Fátima Seppi Vinuales.

Última actualización: 02 julio, 2023

Las preguntas empiezan con un sencillo ¿por qué?, o ¿qué le ocurrió? Y, automáticamente, en el mundo adulto se disparan ciertas incomodidades. ¿Por qué la discapacidad inquieta tanto? Quizás sea porque viene cargada de un imaginario vinculado con una diferencia que es negativa y que tiene que ver con el estigma. En este artículo te contaremos cómo ayudar a los niños a entender la discapacidad.

En la mente infantil, simplemente hay algo que llama la atención porque se ve diferente. Se trata de una curiosidad que busca respuestas, pero que es parte de ese espíritu de exploración del mundo. Sin embargo, las respuestas que demos los adultos determinarán mucho de la actitud que asuman esos pequeños en torno a la discapacidad. Después de todo, sabemos el gran peso que tiene la socialización en edades tempranas. La sociedad de hoy nos exige una mayor tolerancia y más respeto y compromiso con los derechos humanos.

Cómo hablar con los niños sobre la discapacidad

En muchos casos, los niños aprenden cosas cuando son capaces de vivirlas en su propia piel. Por eso, además de hablar, se pueden promover algunas dinámicas para hacer más accesible el concepto, aunque siempre se debe considerar la edad del niño.

Invitarlos a pensar en las cosas que les cuesta hacer

Una forma sencilla para explicar la discapacidad cuando los niños son pequeños es invitarlos a pensar en aquellas cosas que más les cuesta hacer. La discapacidad tiene cierto parecido, ya que para hacer algunas actividades aparecen dificultades o se requiere de mayor esfuerzo o incluso de la ayuda de otros. De allí que también se haya decidido llamarla como diversidad funcional, con el objetivo de señalar que muchas personas aprenden a hacer las mismas actividades, pero de forma diferente. Por ejemplo, los pintores que no cuentan con brazos son capaces de recrear hermosas obras de arte al emplear sus pies.

Educar a los niños sobre la discapacidad mediante el juego es una buena opción para que puedan identificar diferentes realidades.

Recrear una situación mediante un juego

En la misma línea, también podemos recrear algún juego en donde le imposibilitamos al niño hacer uso de alguno de sus sentidos o de alguna parte del cuerpo. Por ejemplo, plantear un desafío de resolver una tarea con los ojos vendados. El objetivo es que puedan identificar otras realidades y empatizar con ellas.

Hacer foco en las similitudes

A todos los niños les gustan los juegos, los cuentos y las risas. En este sentido, una buena opción, es promover la convivencia y el acercamiento. Ten en cuenta que es muy importante educar desde el cuidado y no desde el temor. Por ejemplo, un niño que usa una silla de ruedas puede jugar a las carreras. Entonces, elegiremos un terreno en donde su silla no se arruine ni se pinche, pero no dejaremos de jugar por temor a que le pase algo. De acuerdo con la edad del niño, una de las formas de hablar sobre discapacidad puede ser a través de los cuentos.

Ejemplificar con logros de personajes o famosos

Dar ejemplos de referentes o personajes famosos que se caracterizan por sus logros y su tenacidad es una buena manera de educar a los niños. De esta manera, se logrará despegar la discapacidad como algo negativo y que se sufre para promover una imagen positiva y que permite realizar múltiples actividades con los apoyos necesarios.



Qué tener en cuenta al momento de hablar sobre discapacidad con los niños

Es importante promover la empatía para que los niños se relacionen con naturalidad con los chicos que tienen alguna discapacidad.

Algunas recomendaciones a tener en cuenta para abordar el tema de la discapacidad con niños son las siguientes:

  1. Revisar los propios preconceptos. Los chicos aprenden de los adultos y la mayoría de las veces, somos nosotros quienes les transmitimos ideas que van cargadas de prejuicio y desconocimiento. En su lugar, además de reflexionar de qué modo pensamos sobre la discapacidad, es conveniente contestar “no lo sé, lo veamos juntos”, cuando no tenemos la respuesta adecuada para sus preguntas curiosas. Se deben dar explicaciones claras y sencillas, enseñar el respeto y a no juzgar a los demás.
  2. Cuidar nuestras expresiones y vocabulario. Muchas veces, aún desde la ignorancia, empleamos términos que vienen cargados de cierta connotación negativa. Por ejemplo, “retardado” o “minusválido”, entre otros, son palabras dañinas y que suelen englobar a la persona, como si la discapacidad fuese el único aspecto de su vida.
  3. Promover la empatía y fomentar que los chicos se relacionen con naturalidad con sus compañeros que tienen alguna discapacidad a través del juego.
  4. Ser el ejemplo. Ya sabemos que los niños aprenden muchas cosas a partir de la observación y la imitación. Por lo tanto, seamos los primeros en tener comportamientos deseables. Por ejemplo, no dejemos de invitar al festejo de cumpleaños a ese compañerito con discapacidad. Antes bien, hablemos con sus padres y les consultemos de qué modo podemos facilitar su presencia. Quizás ese chico necesite de algún apoyo adicional, pero será parte del grupo.


Dejemos de hacer de la discapacidad un tabú

Es importante tener en cuenta que, la mayoría de las veces, es más incapacitante la mirada social que la discapacidad misma. Es esa distancia entre nuestros prejuicios y las otras personas lo que genera mayor sufrimiento que el hecho de no poder ver o de no poder andar sin una silla de ruedas. Los niños suelen ser más ingenuos y tener una visión más despojada de los estereotipos. Aprendamos de ellos, naturalicemos las diferencias y promovamos la diversidad.


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