El aumento de la ansiedad en los adolescentes

Existen múltiples elementos del entorno que «gatillan» el aumento de la ansiedad en la adolescencia. La crisis sanitaria, la cercanía con la guerra, la influencia de las redes sociales y la tiranía de la imagen. Demasiada presión para una psiquis en desarrollo.
El aumento de la ansiedad en los adolescentes
Maria Fátima Seppi Vinuales

Escrito y verificado por la psicóloga Maria Fátima Seppi Vinuales.

Última actualización: 05 febrero, 2023

La ansiedad puede ser una respuesta típica o esperada ante la complejidad de la adolescencia. Sin embargo, diferentes investigaciones demuestran un aumento de la ansiedad en los adolescentes.

La influencia de las redes sociales, la presión que ejerce la opinión del grupo de pares y las expectativas desmedidas de los adultos se encuentran entre las causas que explican su crecimiento. Veamos sus síntomas para reconocer los signos de alerta y cómo podemos acompañar los adultos.

La ansiedad en los adolescentes

En primer lugar, la ansiedad es una respuesta adaptativa, cuya base emocional es el temor, que nos permite activar defensas o mecanismos de huida ante una situación que percibimos como alarmante.

Sin embargo, cuando se convierte en una respuesta habitual a todo lo que nos sucede, es disfuncional ya que nos impide evaluar de manera correcta una situación y vivimos en estado de alarma.

La ansiedad está presente en la adolescencia por las características y los desafíos de esta etapa de la vida. Por ejemplo, la construcción de la identidad, la búsqueda de la autonomía y la aceptación de los pares resultan de gran relevancia y pueden generar altibajos emocionales.

Además, de manera individual depende de cierta predisposición genética y vulnerabilidad al estrés y la ansiedad. Incluso, en la adolescencia aparecen por primera vez algunos trastornos o problemas que luego persisten en la vida adulta.

Ahora bien … ¿por qué ha aumentado la ansiedad en los adolescentes?

La ansiedad en adolescentes se asocia a las redes sociales
Es probable que el uso masivo de redes sociales esté asociado al aumento de la ansiedad en los jóvenes.

Si nos preguntamos acerca del porqué del aumento de la ansiedad en los adolescentes, es importante tener en cuenta múltiples variables.

Una de ellas tiene que ver con los aspectos propios de «estos tiempos», que incluyen la influencia y la exposición de las redes sociales. Obtener un like y tener múltiples seguidores genera tanto expectativa como dependencia.

Es el famoso «qué dirán» pero potenciado a escalas mucho mayores e inmanejables. Así, la autoestima, la aceptación y la evaluación están bajo la lupa constante.

También el vertiginoso ritmo actual, que lleva a los adolescentes a tener una agenda completa de actividades, la presión por destacar y ser exitosos. Del colegio a la clase de deporte, luego a idioma y, a continuación, las obligaciones escolares. Así queda poco tiempo para el descanso y el ocio. Todo exige una respuesta y la demanda es ahora.

Por último, el aumento de la ansiedad en los adolescentes también debe mirarse desde la pospandemia. Desde el año 2020 y hasta hace pocos meses, aún predominaba ese clima de incertidumbre, de cifras alarmantes y restricciones.

La interrupción abrupta de rutinas -con su consiguiente influencia en el sueño y la alimentación-, lo repentino del aislamiento, la pérdida de familiares, el impacto socioeconómico en cada hogar. Estos son solo algunos de los estragos de la pandemia, con efectos en una psiquis adolescente aún en construcción.

Estamos viviendo un tiempo en el que las consecuencias en la salud mental de los jóvenes son visibles en la ansiedad y sus múltiples manifestaciones: ansiedad generalizada, fobia social y trastornos de pánico, por mencionar algunas.

Síntomas de la ansiedad en la adolescencia

La ansiedad es adaptativa en un nivel tolerable. Cuando se cronifica y está omnipresente, se torna displacentera y afecta la vida cotidiana. Algunos de los síntomas de la ansiedad en la adolescencia a los que debemos prestarles atención son los siguientes:

  • Nerviosismo, hiperactividad.
  • Miedo, actitud de alerta y preocupación.
  • Cambios frecuentes de humor, irritabilidad.
  • Cambios o dificultades en el rendimiento académico.
  • Dificultades para dormir.
  • Postura rígida, como de tensión muscular.
  • Problemas para concentrarse, para iniciar y terminar una tarea.
  • Malestar o quejas por síntomas somáticos: dolor de cabeza, dolor de estómago.


¿Cómo acompañar a un adolescente con ansiedad?

Existen diferentes aspectos a tener en cuenta para acompañar a un adolescente con ansiedad.

Validar lo que siente

Si consideramos que los adolescentes buscan la aceptación, desconocer lo que sienten equivale a cerrar la vía de acceso a lo que les sucede. Por eso, si notamos que la están pasando mal, lo primero es empatizar con dicha situación.

Evitemos frases del tipo «ya va a pasar» o «no es para tanto». Aún cuando se dicen con buenas intenciones, podemos hacerles sentir que minimizamos la situación.

A veces, nos quedamos con la idea de que los adolescentes están encerrados en su mundo y que no nos quieren cerca. Sin embargo, es bueno preguntarse por el modo en que nos acercamos a ellos.

¿Cómo y qué preguntamos? ¿Qué les contestamos cuando nos hablan? ¿Les hablamos como «adultos que dan sermones» o intentamos «volver a ser adolescentes», tratando de entender lo que sienten y de ofrecer una respuesta adecuada?

También es conveniente que procuremos una atmósfera más íntima, en la que estén relajados y en sitios en donde se sientan a su gusto. No es lo mismo hablar en la cena, delante del resto de la familia, que acercarnos a su habitación. Una buena forma de abrir el diálogo es compartiendo cómo fue nuestro día, cómo nos sentimos y mostrarnos «reales».

Mostrar respeto y comprensión

Aquello que a los adultos nos parece «súper fácil» de resolver, quizás es una carrera de obstáculos para ellos. Por eso, es importante respetar sus tiempos, acompañar sus procesos y entender el paso a paso.

Pedir ayuda profesional

La ansiedad en adolescentes tiene solución
Hay muchos tipos de terapias psicológicas que están orientadas a disminuir la ansiedad.

Si bien podemos ser de ayuda, no todo está en nuestras manos. Hay algunas situaciones de mayor complejidad que requieren la intervención de profesionales idóneos.

Por ejemplo, los trastornos de la conducta alimentaria, con cuadros como bulimia y anorexia, pueden evidenciar la presión por la imagen corporal, la dificultad para afrontar el estrés y un sinfín de situaciones que deben abordarse de manera integral. En este sentido, ante la duda siempre es mejor consultar con expertos en el tema y no minimizar la situación.



Pensarnos a nosotros mismos

Tanto en el caso de niños como en adolescentes, cuando detectamos que algo les sucede debemos también reflexionar sobre nosotros mismos.

En ocasiones, podemos ser demasiado rígidos o exigentes en torno a sus actividades, a las expectativas que depositamos en ellos, a la presión que transmitimos, etc. Esto nos permite ir ajustando y «readecuando» nuestras pautas de crianza a la persona que tenemos en frente, como en un justo equilibrio.

Por otro lado, y quizás en relación a otros temas, muchas veces pensamos “no lo vi venir”. El objetivo no es buscar culpables ni hacer juicios, pero sí pensar qué pudimos haber pasado por alto y cómo podemos actuar de ahora en adelante.

A veces, caemos en el engaño de que ya no nos necesitan y que son autosuficientes. Otras veces es nuestro propio ritmo laboral el que nos impide seguir de cerca lo que sucede en casa. Cualquiera sea la causa, quizás también se trate de «rescatar» nuestro rol como adultos referentes y que acompañan.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Cárdenas EM, Feria M, Palacios L, De la Peña F. Guía Clínica para los trastornos de ansiedad en niños y adolescentes. Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, México 2010.
  • Sánchez Boris, Isabel María. (2021). Impacto psicológico de la COVID-19 en niños y adolescentes. MEDISAN25(1), 123-141. Epub 15 de febrero de 2021. Recuperado en 18 de octubre de 2022, de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1029-30192021000100123&lng=es&tlng=es.
  • Díaz Santos C, Santos Vallín L. La ansiedad en la adolescencia. RqR Enfermería Comunitaria (Revista de SEAPA). 2018 Febrero; 6(1): 21-31.
  • Zúñiga Rodríguez, Maricela (2014). EL TRASTORNO DE ANSIEDAD Y ESTRÉS ESCOLAR EN LOS ADOLESCENTES CON ALTO DESEMPEÑO ACADÉMICO. International Journal of Developmental and Educational Psychology, 2(1),205-212.[fecha de Consulta 19 de Octubre de 2022]. ISSN: 0214-9877. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=349851782020.
  • World Health Organization. (‎2022)‎. Mental health and COVID-19: early evidence of the pandemic’s impact: scientific brief, 2 March 2022. World Health Organization. https://apps.who.int/iris/handle/10665/352189. Licencia: CC BY-NC-SA 3.0 IGO.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.