Una de las claves más importantes para el éxito en la escuela es tener un periodo de concentración bien desarrollado. Para ello, es importante entender qué es la atención y los lapsos de atención en niños. De esta manera, podrás ayudar más y mejor a tus pequeños en lo que a su concentración y periodos de atención necesarios en su desarrollo educativo y personal se refiere.
Los niños, en ocasiones, pueden tener ciertas dificultades para concentrarse en clase, algo que les puede hacer que pierdan oportunidades de aprendizaje y que no sean capaces de mantenerse al día con los compañeros del aula.
Puede ser difícil solucionar un problema de concentración cuando un niño ya tiene 8 o 9 años. El mejor momento para trabajar en esta habilidad es durante los primeros años de vida, cuando tú, como padre o madre, puedes desarrollar activamente su concentración y capacidad de atención.
¿Qué es la capacidad de atención?
La capacidad de atención o concentración es la capacidad que tiene un niño para prestar atención completa a una tarea específica. Requiere bloquear todos los demás estímulos, como el sonido (la clase de al lado hace un ruido), las imágenes (ver lo que sucede al otro lado de la ventana) o la información innecesaria (la escritura irrelevante en la pizarra).
Durante la jornada escolar, los pequeños necesitan concentrarse repetidamente en diferentes tareas, en un entorno que puede resultar muy estimulante para algunos.
Así pues, controla la capacidad de concentración de tu hijo durante sus años preescolares y asegúrate de que aumenta lentamente con el tiempo. La escuela se volverá extremadamente difícil y agotadora para un niño que tiene dificultades para concentrarse.
Al igual que con todas las demás habilidades, es más fácil de desarrollar en los años preescolares que más adelante en la vida. En este sentido, resulta primordial ayudar a los niños desde el juego y la diversión a que practiquen la capacidad de atención.
¿Cuál es la capacidad de atención promedio de un niño en edad preescolar?
El lapso de atención y concentración promedio para un chico en edad preescolar suele ser de menos de 15 minutos. Es decir, 15 minutos puramente centrados en una tarea. Para los niños en edad preescolar más pequeños, es de 5 minutos. A medida que crecen, pueden concentrarse durante más tiempo. Por lo general, media hora es apropiada en los primeros cursos.
Si te preocupa la capacidad de concentración de tu hijo, primero tienes que preguntarte si esperas que se concentre durante un período de tiempo manejable. Es mucho más efectivo trabajar en tareas cortas y proporcionar descansos frecuentes que intentar sentarse durante una hora con un niño de 4 años.
Una excelente manera de reenfocar a tu hijo durante una actividad es probar a hacer descansos mentales rápidos, como el mindfulness o las actividades de yoga, que le permitirán relajar el cuerpo y la mente al mismo tiempo.
Los días de los niños en la escuela están estructurados. Se enseñan en lapsos de tiempo cortos con cambios regulares en los tipos de actividades.
Ejercicios rápidos para mejorar los lapsos de atención en los niños
A continuación, vamos a explicar algunos ejercicios que te irán bien para hacer con tus hijos y mejorar sus lapsos de atención. Son rápidos de hacer y fáciles de recordar. Los niños lo pasarán en grande y solo tienes que darles pequeñas instrucciones. ¡Si lo haces con ellos, mucho mejor!
Ejercicios para sentarse
- Siéntate con las piernas estiradas frente a tus hijos.
- Sacude las rodillas y después los pies.
- Inclínate y sujeta los dedos de los pies.
- Estira los dedos de los pies hacia adelante.
- Estira los dedos de los pies hacia atrás.
Ejercicios de pie para mejorar los lapsos de atención
- Mueve los brazos hacia arriba y hacia abajo a los lados, como un pájaro volador.
- Encoge los hombros. Encoge un hombro a la vez, hacia adelante y luego hacia atrás. Luego, encoge ambos hombros juntos, hacia adelante y luego hacia atrás.
- Balancea los brazos hacia atrás y hacia adelante.
- Gira los brazos hacia los lados como un molino de viento. Primero haz pequeñas rotaciones, luego, rotaciones más amplias. Comienza con un brazo a la vez y después ambos brazos al mismo tiempo.
Ejercicios para caminar
- Camina hacia atrás con pasos pequeños y luego, pasos grandes.
- Camina de lado, primero ,a la derecha, después, a la izquierda.
- Imagina que estás caminando por una cuerda. Ve en línea recta.
Ejercicios de equilibrio
- Ponte de pie sobre una pierna. Cuenta hasta 5, luego ,cambia y ponte de pie sobre la otra pierna.
- Ponte de pie sobre la punta de los dedos de los pies. Cuando estés en equilibrio, cierra los ojos y mantente de puntillas.
- De nuevo, ponte de pie sobre la punta de los dedos de los pies y camina por la habitación.
- Salta con los pies juntos y, después, con un pie a la vez.
Ejercicios acostados para mejorar los lapsos de atención
- Finge ser una pelota. Sujeta las rodillas con fuerza. Finge ser una pelota y mécete hacia atrás, hacia adelante y alrededor.
- Sello deslizante. Acuéstate boca abajo. Estira los brazos y las piernas sujetando los pies. Luego, mantén las piernas dobladas y estira los brazos hacia los lados, y levanta el cuerpo del suelo. Camina con las manos hacia adelante, arrastrando las piernas.
- Avión volador. Acuéstate boca abajo. Levanta los brazos y mantenlos en el aire como un avión. Luego, mueve los brazos hacia arriba y hacia abajo.
Ahora que entiendes mejor qué es la atención en los niños pequeños, puedes ayudar a tus pequeños a mejorar sus lapsos de atención mientras pasáis un rato muy divertido con las actividades y ejercicios que te hemos propuesto. ¿A qué esperas para llevarlas a la práctica?
Bibliografía
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- Bilbao, A. (2015) El cerebro del niño explicado a los padres. Editorial: Plataforma Actual.