Anorexia del lactante: qué es y cómo combatirla

Cuando un bebé pierde el apetito y se niega a comer puede deberse a diferentes causas. Exploramos los factores que contribuyen a la anorexia del lactante y claves para abordarla.

Durante los primeros años de vida del bebé es posible que, en determinados momentos, muestre un rechazo más o menos activo a alimentarse. Esta reacción suele preocupar a los progenitores que, en consecuencia, comienzan a cometer una serie de errores que entorpecen el aprendizaje alimentario del niño. Para evitar que esto ocurra es importante conocer qué es la anorexia del lactante y por qué se produce.

En primera instancia, hay que resaltar que no debemos fijarnos únicamente en cuánto come un infante para determinar su bienestar. Y es que si mantiene un peso apropiado, se muestra vital y activo en el día a día y se desarrolla acorde a lo esperado, probablemente no haya de qué preocuparse. Hay varios motivos que pueden generar esa falta de apetito y muchos de ellos son naturales.

¿Qué es la anorexia del lactante?

Se denomina anorexia a la falta de apetito que genera un rechazo hacia los alimentos. Cuando este fenómeno ocurre, el bebé se niega a comer de forma activa o pasiva. Es decir, que puede girar la cabeza cuando se le ofrece el comestible, llorar y tratar de alejarse o escupirlo una vez que lo tiene en la boca.

Esta negativa a alimentarse puede producirse en cualquier momento, pero es especialmente común en torno al año de vida. En este momento, un bebé que antes comía adecuadamente puede comenzar a rechazar los alimentos o a ingerir menos cantidad. Sin embargo, esto no siempre es un signo de alerta, sino que responde a un proceso natural.

La anorexia del lactante comienza a ser preocupante cuando hay un retraso en el crecimiento o el desarrollo y la salud del niño se ven afectados. También, cuando además de la falta de apetito, muestra otros signos como irritabilidad o rechazo hacia la madre.  Atender a estas señales nos ayudará a entender qué es lo que ocurre.

¿Por qué se produce la anorexia del lactante?

Las causas de esta inapetencia pueden ser muy variadas e incluir factores físicos, emocionales, de aprendizaje y de conducta. A continuación, te contamos cuáles son los principales motivos que pueden conducir a la anorexia del lactante.

Causas orgánicas

Con frecuencia, la falta de apetito de un infante es provocada por una infección subyacente. Se trata de una señal temprana que aparece incluso días antes de los primeros síntomas de la enfermedad. Puede ocurrir, por ejemplo, en los procesos gripales o en la gastroenteritis. Generalmente, se resuelve en un tiempo breve.

Muchas veces, la falta de apetito del bebé deviene en la aparición de los primeros síntomas de alguna enfermedad, como ser la gripe.

Ralentización del crecimiento

En ocasiones, el problema no es realmente que el niño coma de menos, sino que los progenitores esperan que coma más. Ocurre, por ejemplo, si comparamos sus porciones con las de un adulto y esperamos que sean iguales. Pero también puede producirse cuando tiene lugar una ralentización del crecimiento. Por ejemplo, hacia los 14 o 16 meses el apetito se reduce sensiblemente, pero esto es porque el niño ya no crece tan rápido y, por tanto, sus necesidades energéticas son menores.

Avances en el desarrollo

Si la anorexia del lactante se produce en torno al año de vida, es posible que esté relacionada con el propio desarrollo infantil. A esta edad el bebé aprende a caminar y a desplazarse por el entorno, por lo que la comida pasa a un segundo plano en sus prioridades. Así, se mostrará menos interesado en alimentarse y puede ser difícil sentarlo a comer, pero es algo natural.

Anorexia reactiva

Es posible que el niño rechace determinados alimentos o que lo haga solo en presencia de algunas personas. Esto es lo que se conoce como anorexia reactiva. Por ejemplo, suele ocurrir que, tras el destete, el infante se niega a comer en presencia de la madre. Esto se debe a la frustración que siente el pequeño en esa etapa de cambio.

Hábitos alimentarios incorrectos

Es importante iniciar con la alimentación complementaria a tiempo y hacerlo de forma oportuna. De lo contrario, el infante puede desarrollar neofobia y negarse a probar e introducir nuevos alimentos en su dieta. Además, la actitud de los progenitores en cuanto a la alimentación también es relevante. Si le dan una excesiva importancia, se cargan de preocupaciones o son excesivamente rígidos o permisivos, es más probable que se dé esa inapetencia.

Anorexia psicógena

Por último, pueden influir algunos factores psicosociales relacionados con el ambiente familiar. Por ejemplo, un bebé que sufre abuso, negligencia, maltrato o abandono puede desarrollar anorexia del lactante. Pero también puede darse si el menor es sobreprotegido, si los padres presentan problemas psicológicos o si en el entorno se producen conflictos constantes.

En ocasiones, el bebé se niega a alimentarse porque ya está saciado o a causa de alguna indisposición. Cuando esto ocurre, no se lo debe obligar a comer.

Cómo combatir la anorexia del lactante

Al atender las anteriores causas puedes hacerte una idea de cómo prevenir y combatir la anorexia del lactante. No obstante, estas son las recomendaciones principales:

  • No obligues al bebé a comer: procura respetar sus señales de hambre y saciedad. Es posible que se rehúse a alimentarse por enfermedad o simplemente porque no lo necesita en ese momento.
  • Mantén la calma y la serenidad: recuerda que los niños perciben y se ven afectados por el estado de ánimo de sus padres. Si tú estás angustiada, ansiosa o irritable, esto se traspasará a tu bebé.
  • Inculca hábitos alimentarios positivos: evita las pantallas y otras distracciones para que tu hijo coma. Tampoco caigas en el error de ofrecerle múltiples alimentos hasta que acepte uno. Esto solo empeorará su alimentación y su relación con la comida a largo plazo.
  • Haz de la comida una experiencia agradable: procura ofrecer el alimento en presentaciones atractivas y con la textura y la temperatura adecuada. Además, evita cargar el momento de la comida de tensión, exigencias y conflicto.
  • Ofrece una crianza de calidad: se ha visto que estos niños necesitan una mayor calidad en las interacciones con sus padres. Esto se debe entender por esto mayor dedicación, comprensión, paciencia y respeto.

Es importante consultar con el médico

Como vimos, la anorexia del lactante puede ocurrir por causas naturales o por inconvenientes que se pueden presentar. Si notas que la falta de apetito de tu bebé afecta a su salud, su desarrollo o su ánimo, no dudes en consultar con tu médico pediatra. El rechazo a los alimentos puede venir provocado por diversas causas y un profesional es la persona más indicada para orientar a los progenitores al respecto.

Bibliografía

Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.

  • Ammaniti, M., Lucarelli, L., Cimino, S., D'Olimpio, F., & Chatoor, I. (2010). Maternal psychopathology and child risk factors in infantile anorexia. International Journal of Eating Disorders43(3), 233-240. Disponible en: https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1002/eat.20688
  • Chatoor, I., Egan, J., Getson, P., Menvielle, E., & O'Donnell, R. E. G. I. N. A. (1988). Mother—infant interactions in infantile anorexia nervosa. Journal of the American Academy of Child & Adolescent Psychiatry27(5), 535-540. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0890856709658019
Scroll al inicio