La almohadilla térmica es una forma segura y efectiva para aliviar los dolores musculares del embarazo. Si bien hay que usarla tomando algunas precauciones, el riesgo para ti y para tu bebé es casi nulo.
A continuación te contaremos qué recaudos tomar al momento de usar una almohadilla, ya que haciendo un uso correcto de esta, podrás aliviar las molestias típicas del embarazo en la espalda. Y también podrás mejorar algunos dolores articulares provocados por el aumento de peso o la falta de actividad física.
Dolor lumbar en el embarazo
El dolor lumbar (lumbalgia) es una de las complicaciones más comunes del embarazo, que impacta negativamente en la calidad de vida de la embarazada.
La gestación es un proceso fisiológico en el cual ocurren varios cambios físicos. Entre ellos, el desplazamiento hacia adelante del centro de gravedad materno a causa del crecimiento del abdomen.
Por este motivo es importante que la mujer aprenda a posicionarse adecuadamente desde el primer trimestre.
Al modificarse la actitud postural de la mujer, su marcha también cambiará. A partir de ahora, empezará a caminar con las puntas de los pies hacia afuera y aumentará la curvatura en la zona baja de la espalda (zona lumbar).
La combinación de estos dos factores, sumado al aumento de peso del vientre, provocarán una sobrecarga enorme sobre los músculos lumbares, pudiendo despertar dolor en distintas escalas. A medida que el embarazo avanza, la tensión en esta zona será mayor, al igual que la sensación dolorosa.
A veces el proceso de gestación reagudiza algunas dolencias latentes en el cuerpo de la mamá.
Puede pasar que, previo a la concepción, la madre haya sufrido alguna patología traumatológica leve, que por la exigencia física del embarazo le despierte dolor por primera vez. Ante esto será importante realizar la consulta al médico, para saber qué tratamiento convendrá seguir.
Almohadilla térmica, ¿sí o no?
Definitivamente decimos sí a la almohadilla térmica durante el embarazo, siempre y cuando estemos frente a un dolor benigno y el médico obstetra la autorice. Este especialista podrá evaluar apropiadamente los beneficios y los riesgos de la termoterapia para la mamá y su bebé.
La aplicación de calor local superficial aumenta la circulación sanguínea en la zona. De esta manera, mejora la oxigenación de los músculos y favorece su relajación.
En caso de no contar con una almohadilla térmica, pueden usarse otros elementos que brinden un efecto similar. Por ejemplo, una bolsa de agua caliente, los paños tibios, las compresas calientes o las almohadillas de semillas aptas para calor. A diferencia de la almohadilla térmica, ninguna de estas utilizan corriente eléctrica.
Cómo usar una almohadilla térmica en el embarazo
La almohadilla térmica es fácil de usar y bastante económica. Además, será un complemento de uso frecuente en el hogar, por lo que la inversión vale la pena.
Sin embargo, cuando se use en el embarazo deben considerarse algunos aspectos de seguridad, como los que describimos a continuación:
Temperatura
Las almohadillas térmicas cuentan con un regulador de temperatura. Durante el embarazo se recomienda usarla en el punto más bajo, ya que el calor excesivo podría elevar la temperatura corporal materna y perjudicar la salud de ambos.
Tiempo de aplicación
20 minutos son suficientes para lograr los efectos deseados en la zona muscular o articular afectada. Se recomienda usar con una frecuencia de 3 veces al día, menos de media hora, durante 4 o 5 días o hasta que alivie el dolor.
Zona a tratar
Las zonas indicadas para aplicar la almohadilla térmica son el cuello, la espalda media y la zona lumbar. También sobre aquellas articulaciones adoloridas, como las caderas o las rodillas.
Está contraindicado utilizarla sobre el abdomen o la región pélvica.
Momento del día
Puede aplicarse en cualquier momento del día, aunque se desaconseja utilizar la almohadilla térmica durante el descanso nocturno para evitar aplicaciones inapropiadas.
Forma de aplicación
La almohadilla térmica puede aplicarse de manera directa o indirecta.
La aplicación directa es en contacto con la piel, aunque se recomienda usar siempre una tela de algodón de por medio. La forma indirecta es utilizándola para calentar las sábanas antes de acostarse a descansar.
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Acerca de los dolores musculares en el embarazo
Para finalizar queremos remarcar la importancia de la consulta médica ante la aparición de dolores musculares en el embarazo.
Además de esta, una consulta al fisioterapeuta puede ayudar a prevenir estas molestias tan comunes. Por medio de programas de actividad física adaptada, educación sobre higiene postural y ejercicios de movilidad y fortalecimiento muscular, se podrán obtener resultados asombrosos.
Además de estos tratamientos, puedes optar por otras terapias muy eficaces, como la osteopatía y la hidroterapia prenatal.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
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