Alimentación para el bebé con bajo peso
El bebé con bajo peso tiene que seguir una alimentación determinada para asegurar un buen desarrollo y para evitar que el crecimiento se comprometa a largo plazo. Así, hay que optimizar en la pauta el aporte de nutrientes esenciales para limitar los déficits que puedan condicionar el estado de salud del pequeño.
Antes de comenzar, es preciso destacar que el hecho de que el bebé se encuentre fuera del percentil de peso esperado no necesariamente implica una enfermedad grave. A veces, pueden experimentarse variaciones transitorias que no generan problemas a medio o a largo plazo. No obstante, es recomendable tomar en cuenta las recomendaciones de los profesionales para plantear unos hábitos de alimentación apropiados.
Los bebés con bajo peso deben tomar pecho a libre demanda
La leche materna ha demostrado ser el mejor alimento para el recién nacido y la mejor estrategia para sostener la lactancia es la libre demanda. De este modo, la glándula mamaria se adapta a las necesidades de ese niño y se evita el aporte energético inadecuado.
No obstante, cuando el neonato de bajo peso es muy pequeño es conveniente pautar un número mínimo de tomas diarias y “molestarlo” para que se mantenga despierto durante la toma. Por ejemplo, moverlo un poco o estimularle la planta del pie para que continúe con la succión. Si la interrumpe antes de tiempo, es posible que no se logren obtener todos los nutrientes necesarios para crecer.
Del mismo modo, es clave consultar con el pediatra y asegurarse de que el bebé no presenta ningún problema en su cavidad oral, como el frenillo corto. En ocasiones, esto dificulta el agarre correcto del pezón y limita la alimentación, por lo que es conveniente intervenir a tiempo.
La preparación del biberón es fundamental
Muchas veces, el motivo de que los bebés presenten un bajo peso es que se les alimenta con un biberón mal preparado.
Cuando no se puede ofrecer la leche materna, es fundamental elegir un producto de fórmula de buena calidad, que contenga todos los nutrientes necesarios y que esté libre de azúcares añadidos.
Incluso, es beneficioso que la leche de fórmula esté suplementada con ácidos grasos omega 3. De acuerdo con un estudio publicado en la revista The Journal of Nutrition, estos nutrientes son clave para el desarrollo cerebral de los bebés. Además, están implicados en el mantenimiento de la masa muscular y contribuyen a evitar el catabolismo.
A la hora de preparar el biberón es importante seguir unas buenas medidas higiénicas, así como también elegir una buena tetina que se adapte a la boca del bebé. De lo contrario, el niño podría ingerir una gran cantidad de aire que le provoque saciedad y luego, molestias a nivel intestinal.
En cuanto a la alimentación complementaria, no se recomienda adelantar su inicio antes de los 6 meses. Ni siquiera en los bebés con bajo peso. Esto podría aumentar el riesgo de desarrollar intolerancias digestivas, ya que el intestino todavía no está maduro como para procesar los alimentos sólidos.
Alimentación en bebés de más de 6 meses con bajo peso
En el caso de un bebé de más de 6 meses con bajo peso, una buena alternativa es la inclusión en la pauta de ciertos alimentos con elevada densidad energética. Y como siempre recomendamos, esta estrategia debe complementar a la lactancia, no reemplazarla.
Incluso, para enriquecer aún más el platillo, puede ser positivo añadir una cucharadita de aceite a cada preparación. De esta forma, se aportan más calorías cada día. En esta línea, es importante evitar los zumos, los caldos o las sopas, ya que cuentan con mucha agua y pocos nutrientes de alta calidad.
Optimizar la alimentación para el bebé con bajo peso
Como has podido comprobar, es necesario adaptar la alimentación para los bebés con bajo peso con el objetivo de evitar déficits nutricionales y mejora el ritmo de crecimiento. Si sigues los consejos que te hemos dado es probable que tu bebé poco a poco regrese a su percentil. Si esto no ocurre, será clave consultar con el pediatra para descartar cualquier tipo de anomalía metabólica.
Antes de terminar, recuerda que resulta fundamental plantear una buena dieta desde las primeras etapas de la vida. Es necesario evitar los ácidos grasos trans, los azúcares simples y los aditivos. De lo contrario, se podría incrementar la incidencia de obesidad durante la infancia, algo que condiciona negativamente la salud.
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