Actividades para enseñar a tu hijo a escribir su nombre

El propio nombre es la primera palabra que los niños aprenden cuando se inician en la lectoescritura. En general, a los pequeños les encanta reconocer que pueden comunicar algo tan importante como su identidad. Y por supuesto, a los padres también les hace mucha ilusión vivenciar este hito de los pequeños.

Pero este aprendizaje va mucho más allá de la escritura, ya que supone la consolidación de la autoestima y el autoconocimiento. Por eso, hay que dejar que los niños manifiesten el interés por aprender a escribir cuando estén preparados para ello, ni antes ni después.

¿Tu hijo está preparado?

Antes de comenzar, primero debes detenerte a reflexionar si es el momento de transmitir esta enseñanza o no. Esto es fundamental para ahorraros momentos de frustración totalmente innecesarios.

Es más, si despiertas en el pequeño emociones negativas por forzarlo, podrías afectar gravemente su autoestima y generar un rechazo o ansiedad al aprendizaje de cualquier otro concepto.

Para saber si tu hijo está preparado o no debes conocerlo, porque no hay una regla general que aplique para todos los niños. Hay quienes aprenden antes que otros y esto no tiene por qué ser algo malo.

En general, es a partir de los tres años cuando los pequeños comienzan a tener ciertas habilidades básicas en la psicomotricidad fina, que les permiten coger un lápiz y hacer algunos trazos con él. También, tienen mejor desarrollada la orientación espacial y la coordinación mano-ojo que en etapas anteriores. Todo esto combinado les ayuda para ejecutar la escritura del nombre.

Pero si ves que tu hijo pasa de los 3 años y que aún no está preparado, no le fuerces y ten paciencia. Espera al momento en el que realmente sea capaz de hacerlo y sobre todo, que muestre interés en ello. Mientras tanto, puedes evaluar si es capaz de sostener un lápiz o de dibujar formas e incentivarlo a pasar más tiempo entre hojas y colores.

Actividades para que el pequeño escriba su nombre

Las actividades que quieras hacer con tu hijo deberán ser cortas, para que no se canse y divertidas, para que paséis un rato agradable juntos.

Tienes que adaptar las ideas que aquí te damos a su capacidad real.

1. Escribir con los dedos

Una actividad que a los pequeños les encanta y que va muy bien es la escritura con los dedos. Puedes emplear diferentes técnicas, así que escoge la que pienses que le puede interesar más a tu hijo.

Prueba con pintura para dedos, con arena, con harina, con sal o con cualquier material similar. La idea es que el pequeño te imite, así que ¡mánchate las manos también!

2. Letras con plastilina

Ayuda a tu hijo a hacer letras con plastilina para formar su nombre, de manera que dimensione mejor las formas. Puedes ayudarle con un papel con su nombre escrito en letras grandes, para que luego las repase con la plastilina.

Una vez acabado, pueden pasar los dedos por encima de cada letra y nombrarlas en voz alta. Al final, reciten el nombre entero para que él asocie todos los conceptos.

3. Copiar el nombre

El copiado es la técnica más antigua que existe para aprender a escribir letras y si lo haces divertido, no tiene por qué causarle pereza.

Es importante que escribas el nombre en un papel con letras grandes y bien claras. Después, pídele a tu hijo que copie las letras debajo de cada una. Al principio puedes dibujarle una caja con una flecha, para que sepa qué letra tiene que copiar dentro de cada caja.

Cuando veas que comienza a dominar el trazo, escribe el nombre de nuevo sin señalarle nada y dile que lo copie debajo. ¡Te asombrarás de ver lo rápido que aprenden a escribir con esta técnica tan antigua y eficaz!

La importancia de respetar los tiempos de los niños

Es fundamental que cuando hagas una actividad con tu pequeño nunca le fuerces a hacer algo para lo que aún no está preparado. Debes respetar su ritmo de aprendizaje y seguirlo, sin importar si es el más veloz de su clase o el más lento. No le obligues a ir más rápido de lo que realmente es capaz, pues lo único que conseguirás es despertar su ansiedad.