El aborto es uno de los procesos más duros que puede pasar una madre. Una situación tan dura que jamás se olvida. El fruto de tu vientre ha desaparecido, y te dan igual los motivos, pues es algo que siempre quedará en tu corazón como un agujero vacío que nunca volverá estar completo.
Es evidente que el dolor de una madre tras el aborto es algo único de ella. Los demás no podemos llegar a comprenderlo, pues cada mujer lo vive en su fuero interno y en su alma como un golpe del destino demasiado duro.
Sin embargo, deseamos poner un pequeño granito de arena para ti. Queremos aportar ayuda para tratar de navegar en las procelosas aguas de la pérdida de un niño para intentar reponer ese corazoncito que ya no está en tu interior.
Por qué se puede producir el aborto
Aunque no sea de gran consuelo, debes saber que no estás sola. Hasta un 15% de los embarazos que se confirman suelen acabar como aborto en los primeros 90 días. Las anomalías cromosómicas del embrión serán los principales motivos en el 70% de los casos.
Sabemos que no es motivo de alivio, pero es importante que sepas que es un proceso relativamente normal. Muchas otras madres lo han sufrido y serán capaces de ayudarte y comprenderte en este duro trance. No estás sola, no lo olvides nunca.
A pesar del sentimiento de culpa que pueda aparecer por tu mente, recuerda, no eres tú. No permitas que la angustia se apodere de tu mente, pues solo afectará a tu relación y a ti misma. La vida es demasiado bella para quedarte a vivir en la tristeza.
Las consecuencias físicas del aborto
Lo normal tras un aborto es que la mujer se someta a un legrado. Aunque no siempre es necesario pues será el ginecólogo quien decidirá cómo actuar tras un examen con ecografía de útero, que tendrá que determinar si el propio cuerpo ha quedado perfectamente limpio.
Sea como fuere, el mismo profesional te dirá en tu caso particular cuándo puedes volver a intentarlo. Recuerda, ha sido un mal trago que no olvidarás. Pero nada ha acabado. Cuando te sientas emocionalmente preparada y tengas el visto bueno de tu médico a nivel físico, nada impide que no lo vuelvas a intentar, pues un retoño de tus entrañas bien merece la pena el esfuerzo.
Pero recuerda, es necesario que el duelo esté totalmente superado antes de volver a intentar traer a un niño al mundo. Ellos se merecen todo lo mejor y tendrás que estar al 100% con él. Hasta que no lo tengas claro y te puedas compromete con su felicidad y absoluto bienestar, aguarda, no hay prisa.
El duelo tras el aborto
El duelo tras un aborto tiene diferentes fases que notarás en tu propia mente si has sufrido este doloroso proceso. Ten paciencia y ánimo, pues al final saldrás airosa de esta situación:
- Negación: En un primer momento tendrás sensación de que ha sido un mal sueño. Marcarás distancias con el suceso, lo que lo hará más soportable.
- Dolor: En una segunda fase llega el verdadero dolor. Ya eres consciente de lo que ha sucedido. Estarás más irritable, o tal vez trates de alargar la negación.
- Aceptación: Finalmente aceptarás la situación y cuanto ha sucedido. Nacerá en ti un nuevo espíritu reforzado. Guardarás para siempre el recuerdo de aquel bebé que no llegó, pero habrás superado el duelo y estás preparada para seguir adelante.
Acepta la ayuda de tu gente
Aunque solo tú sabes lo que estás pasando, es importante que aceptes la ayuda de la gente que hay a tu alrededor y quiere echarte una mano de forma sincera y generosa en este duro proceso.
Eso sí, es importante que quienes están a tu lado sepan que no deben usar frases como “el tiempo lo cura todo” o “podrás tener más hijos”. Esto no ayuda, pues no se pasa, sino que se acepta y se vive con ello.
Quien te quiera ayudar debe saber que el silencio en muchas ocasiones puede ser la mejor opción. Antes de decir algo inconveniente como las frases antes nombradas, es mejor estar callados y dar un buen abrazo o una mueca de comprensión y cariño.
Acepta cualquier ayuda que te brinden siempre que la necesites. Ellos realmente desean echarte una mano y estar a tu lado. Así pues, si tienes más hijos, pueden llevarlos al parque o al cole, por ejemplo. También te pueden hacer la compra, cocinar por ti o simplemente estar ahí porque te quieren, no lo olvides.
El aborto es un proceso duro que te romperá el corazón. Pero debes aprender a vivir con ello, pues tú te mereces ser feliz junto a la gente que amas y te ama. No lo olvides nunca, pues eres una persona valiosa y buena. Te mereces lo mejor.