¿A qué se debe el olor del bebé?

El olor del bebé al nacer crea en toda madre una sensación de placer incomparable. Investigaciones apuntan que se debe a la mezcla de una sustancia denominada vernix caseosa y restos de líquido amniótico.

El olor del bebé surge de una combinación de la vérnix caseosa y los restos de líquido amniótico.

Una de las características de los recién nacidos es el olor incomparable que despiden. Esa fragancia queda de forma constante en el cerebro de la madre de modo que, al pasar los años, ella la recuerda como si fuera ayer. Múltiples investigaciones se han dado a la tarea descubrir a qué se debe el olor del bebé y los efectos de este en la madre. Te contamos a qué se debe y por qué es una adicción tener a tu pequeño tan cerca.

El olor del bebé: dulce embriagante para las madres

La mayoría de las personas que han sostenido un bebé en sus brazos han podido constatar lo agradable que es su olor. Los estudios apuntan a que esta agradable sensación se debe a la naturaleza, que, por motivos de supervivencia aparece para forjar un vínculo con la madre. En otras palabras, en el olor hay sustancias que atrae a los padres para que amamanten y tengan contacto con su hijo.

En el caso de las madres, el olor del bebé genera en el cerebro una reacción tal como lo hacen las dopaminas o las hormonas del placer. De allí que la cercanía con el pequeño sea una adicción, o una acción que produce deleite.

Se estima que, como ya se mencionó, esta sea una de las formas naturales de garantizar un vínculo de amor entre la madre y el hijo. Combinado con otras modificaciones en el cerebro de la madre, el olor estimula la lactancia y, como consecuencia, la supervivencia del bebé.

¿Por qué los bebés tienen ese olor característico?

El tema del olor del bebé ha llevado a varios especialistas a hablar sobre ello y a compararlo con otros aromas conocidos. Algunos lo comparan con el olor de galletas mojadas en leche, un aroma dulce, que despierta todo tipo de sensaciones.

En cambio, otros lo asocian con olor acaramelado o de vainilla, que se introduce en el cerebro para quedarse allí para siempre. Sin embargo, la ciencia apunta que este agradable olor se debe a los siguientes factores:

Vérnix caseosa

La vérnix caseosa es una sustancia blanquecina que recubre la piel del bebé al momento de nacer. Su aspecto grasiento le proporciona hidratación a la piel desde que se empieza a formar en la gestación, en la semana 20 de embarazo.

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Esta capa untuosa o sebácea, según los investigadores, ayuda a la regulación de la temperatura y es una sustancia rica en vitamina E, que protege al pequeño durante las primeras semanas de nacido.

De acuerdo con las funciones que cumple esta sustancia en la piel, se recomienda no eliminarla por completo al momento del baño. De esta manera, se garantiza una mejor absorción y se aprovechan los nutrientes.

La vérnix caseosa se compone básicamente de proteínas, agua y grasas, que ayudan a conservar el asombroso olor del bebé. Se percibe con mayor intensidad en la cabeza, durante los primeros meses de nacido.

“En el olor del bebé, hay sustancias que atraen a los padres para que amamanten y tengan contacto con su hijo”

Líquido amniótico

Se calcula que el líquido amniótico también juega un papel importante en el olor del bebé al nacer. Esta sustancia incolora e inodora está formada por carbohidratos, proteínas y nutrientes que mantienen resguardado al bebé mientras se encuentra en el útero.

Al integrarse la vernix caseosa con los sobrantes de líquido amniótico, genera en la piel un olor indescriptible, que es lo que ayuda a formar el vínculo con la madre.

Inactividad de las glándulas sudoríparas

Otro de los factores a los que se atribuyen el olor del bebé es que la termorregulación de la temperatura no se ha desarrollado por completo. Por tal razón, ellos apenas sudan.

La manta de algodón es una de

Cuando el sudor se seca, puede generar algunas bacterias que son las causantes del mal olor. Si la piel del pequeño se encuentra limpia, no despedirá ningún mal olor.

Con el paso de los meses, puede que el bebé sude al hacer un esfuerzo físico como llorar intensamente. Sin embargo, si transpiran demasiado o al comer, aunque se les quite la ropa, es necesario consultar con el médico de inmediato.

En resumen, el olor del bebé al nacer es una combinación del líquido amniótico y la vernix caseosa presentes en la piel que ayudan a cuidarlo. La finalidad es la de penetrar en el cerebro de la madre y estrechar un vínculo con sus padres que garantice la supervivencia. Sin duda alguna, es uno de esos regalos de la naturaleza que maravillan.

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