El aprendizaje colaborativo en el aula es, en la actualidad, una estrategia y herramienta que se implementa cada vez con más frecuencia. Esta estrategia didáctica tiene un gran impacto en la educación a nivel mundial y deja a la vista que las estructuras educacionales que se han aplicado empiezan a quedar obsoletas.
¿Qué es el aprendizaje colaborativo?
Para entender qué es el aprendizaje colaborativo, es importante saber que sus pilares se basan en la interacción social. Es decir que este tipo de aprendizaje se basa en el trabajo en grupo y las constantes interacciones entre los niños o jóvenes.
El aprendizaje colaborativo en el aula busca, principalmente, potenciar las aptitudes y capacidades de cada estudiante a partir de la interacción y el intercambio de los conocimientos con sus compañeros.
Ventajas del aprendizaje colaborativo en el aula
Esta modalidad de aprendizaje constituye un método fundamental para el aprendizaje de las nuevas generaciones. El aprendizaje colaborativo en el aula en cualquier nivel de estudios tiene muchas ventajas y beneficios.
Entre estas ventajas está el hecho de que es una nueva modalidad que abre paso al aprendizaje en esta era. Por lo tanto, representa una manera de que los estudiantes se sientan motivados.
Por otro lado, como se mencionó anteriormente, el aprendizaje colaborativo tiene que ver con el trabajo colectivo; es decir, en grupo. De este modo, se aprende a interactuar con los demás.
Este trabajo en grupo hace que los alumnos y estudiantes se conviertan en los protagonistas del aprendizaje y que aprendan a colaborar entre ellos para alcanzar el objetivo común. Se destacan, en el camino, las habilidades individuales de cada uno.
Además, el aprendizaje colaborativo en el aula permite que los estudiantes desarrollen habilidades comunicativas entre ellos. Estas habilidades no solo serán útiles en el ámbito educacional, sino también en todos los ámbitos de la vida cotidiana.
Entre otras ventajas de aplicar el aprendizaje colaborativo en el aula, está la de fomentar y desarrollar el sentido de responsabilidad, competencia y liderazgo de cada uno de los niños o jóvenes partícipes. Adicionalmente, y no menos importante, este método involucra a todos por igual, lo que mejora el autoestima de los alumnos y, a su vez, su independencia.
Cómo aplicar el aprendizaje colaborativo en el aula
¿Cómo hacer que los alumnos se sientan motivados y tengan ganas de aprender? ¿Qué hacer para que se potencien las capacidades de cada uno en conjunto y lograr que saquen sus habilidades a flote? ¿Cuál es la forma de fomentar las interacciones dentro de la clase?
Son muchas las preguntas que se hacen en torno a la educación de los niños y jóvenes. Todas ellas se reducen a una sola respuesta: el aprendizaje colaborativo. He aquí que surge un nuevo interrogante para quienes se encargan y tienen el rol de educar a los alumnos: ¿Cómo aplicar el aprendizaje colaborativo en el aula?
“El aprendizaje colaborativo en el aula busca, principalmente, potenciar las aptitudes y capacidades de cada estudiante a partir de la interacción y el intercambio de los conocimientos con sus compañeros”
Fundamentalmente, es el docente quien debe liderar el proceso del aprendizaje colaborativo. Es decir, si bien los estudiantes aprenden colaborando entre sí, necesitan una figura de guía que los oriente y los ayude y motive a aprender.
El maestro será la persona encargada de fomentar en cada estudiante el pensamiento crítico para que después, en el trabajo grupal, cada alumno sea capaz de analizar las miradas de su compañeros de manera objetiva.
Consejos para aplicar el aprendizaje colaborativos en el aula
Fomentar la comunicación y el diálogo
En la dinámica del aprendizaje, es fundamental la comunicación entre los estudiantes. Debe darse de tal manera que puedan expresarse libremente, sin temor a compartir lo que piensan. No solo para sentirse cómodos en su ámbito escolar, sino también para desarrollar la apertura necesaria para entender posturas distintas.
Organizar grupos
Como vemos, para que este tipo de aprendizaje sea efectivo, es importante organizar grupos de trabajo. Por ende, es muy útil que la constitución de cada grupo sea parecida y equitativa, a pesar de que todos los estudiantes tienen distintas habilidades y capacidades.
En resumen, el aprendizaje colaborativo en el aula es fundamental en la era en que vivimos. Realmente, es una estrategia muy beneficiosa tanto para docentes como alumnos. Intercalar este método con otros es una buena manera de mantener la motivación de los estudiantes intacta y dejar atrás viejas estructuras.