Nada desespera más a una madre que el llanto de su hijo. Y ese es uno de los efectos más inmediatos de los cólicos en el bebé, los cuales se manifiestan mediante un quejido continuo sin causa aparente.
Uno de los principales mitos es que los cólicos en el bebé aparecen cuando este toma leche de fórmula en biberón. Sin embargo, también pueden aparecen con la lactancia materna, aunque ciertamente la leche de vaca produce más gases que la materna.
Más allá del tipo de leche, los cólicos se producen cuando el bebé se está alimentando y traga aire. Ese aire se queda en el estómago y puede llegar a provocarle mucho dolor. Además, ese malestar suele acentuarse por las noches, lo cual puede llegar a crispar los nervios de cualquier madre primeriza.
De hecho, los pediatras identifican los cólicos en el bebé –de manera clínica- cuando se manifiesta un llanto que se prolonga al menos tres horas al día, tres días a la semana, durante tres semanas en un niño sano y bien alimentado.
Los cólicos en el bebé son muy comunes
Las estadísticas de los pediatras afirman que la causa del 30% de los casos de cólicos son los gases. Y entre el 15 y 40% de los bebés los padecen en los primeros cuatro meses de vida. Pero esto se resuelve espontáneamente a partir del cuarto mes.
La forma de alimentarlo es uno de los factores decisivos para la aparición del malestar. Es decir, la postura de la madre y del niño, así como la manera de darle el pecho o el biberón. “Es ideal que la mujer esté cómodamente sentada y tranquila y el bebé semisentado”, explica en un artículo la pediatra Libia Segura.
Segura conceptúa los cólicos como un llanto inconsolable que se agudiza en las horas de la tarde y que viene acompañado de distensión abdominal, flexión de piernas, enrojecimiento cutáneo y puños cerrados. Todos esos síntomas son indicadores claros de cólicos en el bebé.
3 técnicas para evitar los cólicos en el bebé
La rutina para cuidar a un recién nacido puede resultar agotadora. Por eso, muchos padres cuando acaban de darle de comer y por fin el niño se queda dormido no quieren hacer otra cosa que acostarlo. He ahí primer error. Aunque tu bebé se esté quedando dormido, es fundamental que expulse los gases. Para ello, te describimos tres posibles técnicas que te serán de gran utilidad.
Darle palmaditas en la espalda
Para hacer que el bebé expulse los gases, es importante que lo cojas de manera que su barriga quede apoyada en tu hombro. Una vez que esté colocado, con la mano curvada dale unas suaves palmaditas vacías en su espalda para ayudarle a que expulse los gases.
También es bueno hacer un movimiento ascendente con tus manos mientras le das las palmaditas. De esta manera echará los gases y se quedará relajado en esa postura, siendo más fácil que se quede dormido nada más eructar.
Moverle las piernas
Si después de darle las palmaditas en la espalda, le tocas la barriga y la sientes vacía, como hueca o llena de gases, lo mejor es que lo acuestes sobre una superficie plana, como por ejemplo tu cama, y le estires y flexiones las dos piernas al mismo tiempo unas 10 veces.
También puedes estirarle una pierna mientras flexionas la otra, como si estuviera montando en bicicleta. Otra opción es mover ambas piernas en el sentido circular de la agujas del reloj.
Ese movimiento de flexión estimula el intestino y ayuda a expulsar los gases que se generan al tomar leche. Resulta equivalente al saludable ejercicio que los adultos realizamos después de comer para bajar la comida.
Masajes en el estómago
Los masajes en el estómago también ayudan al bebé a expulsar los gases que le causan cólicos. Puedes acariciarle la barriga con movimientos delicados hacia arriba o realizando movimientos circulares. De hecho, está comprobado que los masajes en el sentido de las agujas del reloj alivian el cólico.
Medicamentos anticólicos
Si con estas técnicas no logras que tu hijo supere el dolor que le producen los cólicos, entonces quizás deberás recurrir a los medicamentos indicados para estos casos. En este caso el pediatra quien debe recetar los anticólicos que requiera tu bebé después de una visita.
Estos suelen suministrarse antes de cada toma de leche y le ayudarán a expulsar los gases y evitará la aparición de cólicos.
Todas estas técnicas para evitar que el bebé padezca de cólicos deben emplearse periódicamente. Verás como su resultado es muy efectivo y ayudará a que tu hijo duerma mejor y tu puedas afrontar con buen ánimo las labores del día a día.
Otros consejos para calmar a un bebé con cólicos
Las técnicas comentadas son de gran ayuda para mejorar esta situación así como para ayudar al bebé a expulsar los gases antes de que aparezcan los molestos cólicos.
Sin embargo, si por el motivo que sea estos llegan, suelen ir acompañados por llantos intensos y difíciles de hacer pasar. Los episodios de cólicos pueden llegar a durar entre 2 y 3 horas.
En estos momentos estos consejos pueden complementar las técnicas para aliviar los cólicos en los bebés:
- Coger al bebé en brazos y mecerlo con suavidad.
- Realizar caricias suaves en su abdomen y espalda.
- Colocarlo boca abajo apoyado en tu antebrazo. Esto solo debe hacerse cuando ha pasado un tiempo desde la última comida para evitar que vomite.
- Los paseos en cochecito o los balanceos en una mecedora pueden calmar a algunos bebés.
- Algunos se sienten mejor si están arropados y otros cuando se sienten más libres, por ejemplo acostados en la cuna. Prueba cuál es la postura preferida de tu pequeño.
En todo caso es preciso recordar que los cólicos aparecen muchas veces sin motivo y que hay que tener paciencia para poder sobrellevarlo. Lo mejor que se puede hacer es mantener la calma, intentar tranquilizar al bebé y aplicar estos consejos mientras pasan.
Bibliografía
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- Ortega Páez E., Barroso Espadero D. Cólico del lactante. Rev Pediatr Aten Primaria. 2013; 15 (23): 81-87. [En línea] Disponible en: http://dx.doi.org/10.4321/S1139-76322013000300009.
- González, S; Brochet, C. Opciones de tratamiento del cólico del lactante. Pediatría. 2015; 48 (3). [En línea] DOI: 10.1016/j.rcpe.2015.10.001