Amor y protección no son las únicas necesidades de tu hijo. Pues a esta demanda se le suma otra que no debe pasar por alto a ningún padre ya que, además, tu bebé necesita seguridad. Sin embargo, hay una serie de momentos clave donde más hace falta este último.
Como bien sabemos, los recién nacidos llegan a este mundo con un sistema neurológico aún inmaduro. El mismo tiende a desarrollarse paulatinamente durante la infancia. Es así como todo pequeño no solo presenta demandas básicas, sino también afectivas.
Tales necesidades vitales para su crecimiento, son muy evidentes durante los primeros meses de vida de tu hijo. No obstante, hay determinadas situaciones en las que tu bebé necesita seguridad y protección. Solo de ese modo logrará una evolución plena y saludable.
El primer momento clave: La llegada al mundo
El mundo se presenta completamente desconocido para aquellos pequeños seres que vivieron 9 meses dentro del útero. Asimismo, estos pequeños indefensos requieren de la ayuda de sus padres para completar su maduración.
De este modo, el primer período clave en el cual tu bebé necesita seguridad se extiende desde las primeras horas de vida hasta los nueve meses. Esta fase se conoce como exterogestación y encuentra el bebé tan delicado como vulnerable.
De este modo, los padres deben mantener cubiertas necesidades básicas del menor. Paralelamente, la criatura debe sentirse protegido con el calor materno. Sin dudas, son factores clave para que el bebé pueda adaptarse adecuadamente a la vida fuera del vientre de su madre.
Acunarlo, tenerlo en brazos y mimarlo ayudarán a que el niño experimente seguridad emocional. Establecer contacto visual es otro condimento imperioso. Esto es posible implementarlo mientras se lo alimenta o a la hora de jugar o dormir.
Queda prohibido restar importancia en este estadío a la lactancia. La misma otorga proximidad y fortalece el vínculo madre-hijo. Asimismo, se ha demostrado que leche materna reduce el riesgo de muerte súbita en pequeños.
Etapas clave donde tu bebé necesita seguridad
Luego de esos nueve meses de vida iniciales y a lo largo de su niñez, es fundamental saciar sus necesidades emocionales. La seguridad y protección permitirán al nene gestionar vínculos afectivos sólidos con su entorno.
Además, en las sucesivas etapas comenzará a formar su personalidad y a alimentar su autoestima. En consecuencia, se torna fundamental ofrecerle apoyo incondicional y acompañar al niño física y anímicamente.
Por supuesto, esta es la clave para los momentos de cambios ocasionados por su propio desarrollo o por otros factores que le resultan ajenos. Como sea, hablamos de situaciones sensibles que requieren de altas dosis de empatía, asertividad y comprensión.
Tu bebé necesita seguridad al por mayor cuando…
- La madre debe regresar a su trabajo. Sin duda, la incorporación de la mamá al trabajo luego de la licencia por maternidad es un momento complicado. El bebé debe despegarse de esa persona que se ha convertido en su mundo. Por ello, resulta imperioso brindar la seguridad que corresponde, pues este desapego suele asustar al pequeño.
- Iniciada la alimentación complementaria. Este acontecimiento tiene lugar aproximadamente a los 6 meses de vida. Cambiar o intercalar la leche materna con leche de fórmula e incluso con las primeras papillas y purés significa un gran cambio para el pequeño. Un nuevo mundo se acerca. La hora de experimentar tanto desde el gusto como desde el tacto también requiere de altas dosis de seguridad y protección para el niño.
- Llegada la etapa de gateo. Esta es otro momento crucial. Cambiar los brazos de mamá por el suelo se convierte en un desafío infantil. Obtener la fuerza necesaria en piernas y brazos para lograr el desplazamiento requiere del aliento de mamá, además de seguridad y, por supuesto, protección.
- A la hora de jugar. Lo lúdico es fundamental para el desarrollo del bebé. De este modo, el niño aprende y explora. Sin embargo, hay juguetes que no son aptos para determinadas edades y otros que implican un uso específico o supervisión de un mayor. Sea cual fuere, aquí también se hace presente la demanda de la que hablamos para que el niño se sienta seguro y motivado.
- Ante los primeros pasitos. Tu bebé necesita seguridad para dar sus primeros pasos lentos y cortos pero firmes. Este es quizás uno de los mayores logros que implican mayor inseguridad y miedo en los niños. Por eso, el acompañamiento del mayor se torna imperioso en este gran salto.
- Abandono del pañal. Otro de los momentos en los que probablemente tu hijo experimente temor, ansiedad e inseguridad. Por ello, más que presionarlo, es muy importante hacerle saber que puede lograrlo y ayudarlo en esta dura transición.
- Inicio del jardín. Nada más duro que la primera etapa escolar. Allí el niño deberá aprender a desdoblarse para interactuar con pares y adultos. No ser el único mimado y aprender a compartir, esperar y a obedecer nuevas normas y reglas son una verdadera lucha. Una batalla tan fuerte como separarse de la madre para conocer otro mundo posible fuera de casa.
- Comienza el interés por determinado hobbie o arranca alguna actividad extraescolar. Confianza, motivación y seguridad serán los pilares para su éxito. No eres su entrenador y no puedes vivir tus sueños a través de tu hijo. Por ello, olvida las presiones innecesarias y simplemente alienta a tu hijo. Destaca sus aciertos y logros, remarcando siempre sus virtudes y capacidades.
Bibliografía
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- López Bustamante, P. L., Toro Ramos, L. M., & Vásquez Zapata, A. (2017). La madre y su bebé. https://repository.upb.edu.co/handle/20.500.11912/3445
- Blanco, R. A. D. (2020). El fortalecimiento del vínculo temprano en la díada mamá-bebé (Bachelor's thesis). https://repositorio.uesiglo21.edu.ar/handle/ues21/18784