Tener hijos es un reto para cualquier padre. Por mucho que hayas leído, observado y escuchado, a la hora de la verdad, enfrentarse a la educación de un hijo no es algo fácil, especialmente en términos de disciplina. Un estilo de crianza para una disciplina eficaz requiere que los padres posean o desarrollen una serie de habilidades clave sin los cuales no va a ser posible inculcar dicha disciplina.
Dependiendo de la edad y el comportamiento del niño es probable que haya veces en las que algunas habilidades sean más fáciles de usar que otras. Mejorar esas habilidades lleva a la práctica. Los libros para padres, las clases y grupos de apoyo pueden ser excelentes recursos para desarrollarlas. En cualquier caso, hay ciertas habilidades que son esenciales en la promoción efectiva de la disciplina.
Proporcionar un ejemplo positivo
Muchos padres intentan inculcar a sus hijos una serie de valores y una determinada disciplina mientras hacen lo contrario. Pero esto no es nada eficaz. de hecho, es la mejor forma de enseñarles a los niños a hacer las cosas mal, porque los niños aprenden del lo que ven, no de lo que oyen.
Modelar comportamientos apropiados es una habilidad esencial para padres, pero deben dar ejemplo y no justificar su forma de hacer. Las contradicciones entre lo que ven y lo que oyen dan una imagen nefasta de los padres, los desautoriza. En estas circunstancias, los niños pierden el respeto a sus padres.
Encontrar el equilibrio sobre protección y la seguridad
La seguridad de los hijos es un tema fundamental en el que no todos los padres coinciden. Mientras que algunos sobreprotegen a sus hijos y los aislan de cualquier posibildiad de peligro, otros, en su afán de sobreprotegerlos, les dan mucha libertad. Pero es necesario encontrar el equilibrio en lo que se refeire a protección y seguridad.
En este sentido, hay que educar en la confianza, permitiendo que los niños experimenten las consecuencias naturales de sus acciones, así como enseñarles a tomar decisiones saludables teniendo en cuenta no solo su placer momentáneo, sino también el efecto que causarán en los demás.
Establecer límites adecuados
Es esencial que los padres pueden establecer límites adecuados para los hijos, incluso cuando un niño protesta. El establecimiento de límites adecuados significa que el niño tiene reglas claras y el padre utiliza estrategias de disciplina apropiadas para su desarrollo. Pero, además, hay que hacerlos respetar.
Pero los padres también deben respetar límites en sus comportamientos, dando ejemplo de autocontrol y responsabilidad. Fumar o beber delante de los niños, manifestar cansancio por no haber dormido suficiente, utilizar un lenguaje inapropiado o comer en exceso, por ejemplo, muestran al niño una clara muestra de autocontrol y de responsabildiad por parte de sus padres.
Gestionar el estrés de forma efectiva
Los padres que manejan su estrés de forma efectiva tienen mucho más éxito a la hora de inculcar disciplina a su hijo. Los padres estresados son más propensos a gritar y a estresar a sus hijos. También son más propensos a utilizar el castigo en lugar de la disciplina.
Por otra parte, cuando un padre está estresado puede dar lugar a más problemas de comportamiento en sus hijos, lo que provoca a su vez a una mayor presión sobre los padres.
Establecer expectativas claras
Cuando los niños no entienden lo que se espera de ellos, puede ser imposible cumplir con las expectativas de los padres. Los padres más eficaces son capaces de decir con claridad qué es lo que esperan de ellos de forma que lo puedan entender. Además, piden a sus hijos cosas que realmente pueden hacer.
En este sentido, los padres eficaces también son capaces de tener claros sus objetivos y se fijan metas alcanzables. De esta manera dan ejemplo a sus hijos de constancia y esfuerzo, de gestión del tiempo y del estrés y autoeficacia. Además, son capaces de empatizar mejor con sus hijos cuando les sobreviene la frustración y la falta de motivación.