Las 5 fases del parto momento a momento
¿Sabías que existen diferentes fases del parto? Sí, este puede dividirse según el lugar en el que se encuentre el bebé en ese momento específico. En las siguientes líneas hablaremos acerca de las cinco etapas más importantes: dilatación (precoz y tardía), expulsión, alumbramiento y posparto inmediato.
La forma en la que puedes vivir este acontecimiento depende mucho de tu contexto en concreto. Es muy probable que por la emoción del momento no te des cuenta de los movimientos del bebé, pero dentro de tu cuerpo se estarán produciendo una serie de cambios muy importantes para permitir un nacimiento normal y lo más rápido posible.
Conoce las fases del parto
A continuación, te detallaremos las distintas fases del parto. Si bien clásicamente suelen distinguirse solo tres (dilatación, expulsión y alumbramiento) aprovecharemos para ampliar un poco la lista y hablar de algunas particularidades de un período vital: el posparto inmediato.
Fase 1: dilatación precoz
El término dilatación hace referencia a la apertura del cuello uterino para permitir el paso del bebé desde el útero hacia la vagina, y de ahí hacia el exterior. La duración de este proceso depende de muchos factores, pero, en general, mientras más hijos haya tenido la madre (multiparidad), más rápido sucederá.
Esta fase se caracteriza por las primeras contracciones destinadas a permitir la dilatación, que no suele superar unos pocos centímetros y, por lo tanto, todavía el futuro bebé no podrá nacer.
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Fase 2: dilatación tardía o activa
A diferencia de la fase anterior, el cuello uterino empieza a dilatarse con mayor rapidez hasta alcanzar el estado máximo o borramiento, en el cual la apertura es máxima y el futuro bebé tendrá la capacidad de moverse con mayor libertad.
Todo este proceso está influenciado por la acción de diversas hormonas, en especial la oxitocina. Esta se produce en la neurohipófisis, viaja por el torrente sanguíneo y estimula las células musculares del útero (ubicadas en una capa conocida como miometrio).
El aumento de presión en este tejido favorece la salida del bebé, siempre y cuando esta fase se haya completado.
Fase 3: expulsión
Como su nombre indica, ¡el momento del nacimiento ha llegado! Aquí el bebé realizará algunos cambios en su posición para acoplarse a las paredes del canal vaginal y los huesos adyacentes, y una vez que su cabeza esté afuera el resto del cuerpo, debería salir muy rápido por las diferencias de tamaño.
Este puede ser el clímax del parto, tanto por las sensaciones desagradables (incluyendo el dolor), como por la emoción de ver al bebé. Por fortuna, solo suele durar unos segundos y, gracias a la ayuda del médico o matrona, esta fase es mucho más amena.
Fase 4: alumbramiento
Una vez que el bebé haya nacido, podrás pensar que todo terminó, pero en realidad falta algo. El dolor suele disminuir en gran medida, a pesar de que el útero sigue contrayéndose para evitar sangrados excesivos y favorecer la salida de la placenta.
Este órgano es el encargado del paso de nutrientes entra la madre y el feto. Después de la expulsión, la placenta será liberada de forma espontánea. Es posible que el médico o matrona realice algunos movimientos para ejercer presión y favorecer su salida rápida, con el objetivo de evitar complicaciones.
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Fase 5: posparto (no se suele incluir en las fases del parto)
El posparto no se suele incluir, por lo general, en las fases del parto. Este se encuentra dentro del puerperio inmediato, el cual abarca las primeras 24 horas desde el nacimiento. Los primeros minutos son vitales, ya que suele establecerse una conexión especial entre el bebé y la madre.
El inicio de la lactancia materna (algo que suele conocerse como apego precoz) y las primeras miradas son momentos muy especiales para ambos. Sin duda alguna, representa un momento excelente para culminar un periodo agotador pero enriquecedor de nueve meses.
¡Prepárate lo mejor posible para las fases del parto!
Existen muchas modalidades de parto, incluyendo las más tradicionales en el hospital. Independientemente de cuál decidas, es recomendable prepararse lo mejor posible debido a la combinación de sensaciones tan intensas que pueden llegar a vivirse.
Coordinar la mente con el cuerpo, en especial en lo referido a la respiración y la posición más indicada para el proceso, no es tarea fácil. Acudir a clases de preparación al parto en las últimas semanas del embarazo, además de hacer ejercicios de preparación en el periné, son algunas maneras prácticas de hacer este proceso mucho más ameno.
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- Andina E. Trabajo de parto y parto normal. Guías de prácticas y procedimientos. Rev. Hosp. Mat. Inf. Ramón Sardá 2002, 21 (2).