5 consejos para ser madre y empresaria y no morir en el intento

Cada vez es más común que las madres trabajen fuera de casa, lo que a veces puede causarnos más de un quebradero de cabeza inesperado.
5 consejos para ser madre y empresaria y no morir en el intento
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Última actualización: 13 mayo, 2021

La maternidad no siempre es un camino de rosas. Tener un hijo es una experiencia maravillosa, pero también agotadora: los niños tienen una energía inabarcable. Si ya de por sí una está estresada, la idea de ser madre y empresaria al mismo tiempo nos resulta terrorífica.

Muchas mujeres eligen quedarse en casa y cuidar de sus bebés, lo cual es completamente respetable. Cada una somos un mundo y tenemos unas necesidades diferentes; lo mismo ocurre con nuestros hijos.

Debemos tener en cuenta que tenemos que respetarnos las unas a las otras, porque todas compartimos una maravillosa labor: criar y educar a los niños.

Aun así, tampoco debemos renunciar a nuestros sueños. Estos no deben quedar relegados a un segundo plano, o en un futuro puede que nos arrepintamos. Si el tuyo es ser madre y empresaria, ¡adelante! Ve a por ello con tesón y determinación.

Seguramente sepas ya que va a ser duro, pero no dejes que eso te frene. Si te organizas bien, podrás con todo e incluso te sobrará algo de tiempo para relajarte.

5 consejos para ser madre y empresaria y no morir en el intento

Organízate

Antes que nada, coge papel y lápiz y siéntate con una buena taza de té. Haz una lista con tus prioridades, los logros que quieres conseguir a corto y largo plazo y las horas del día que le quieres dedicar a ello. Piensa que debes compaginarlo con la crianza y los quehaceres del día a día.

Puedes utilizar bolígrafos de colores, post-it o cualquier cosa que se te ocurra. Lo importante es que si estableces una rutina, tienes que cumplirla. Puede que al principio te cueste, pero a largo plazo comprobarás que los resultados merecen la pena.

Ser madre y empresaria es todo un reto.

Pide ayuda a tu entorno más cercano

Si convives con el padre de tu hijo no tendrás problema: el niño es de los dos. Nada de escabullirse o de dejarte a ti las tareas. Estamos en pleno siglo XXI y los dos trabajáis, así que debéis repartiros la limpieza, el cuidado del bebé y los recados.

Si por el contrario no cuentas con el apoyo del padre, no dudes en hablar con tu familia y amigos cercanos. Ser madre soltera es difícil, pero si además tienes que compaginar el ser madre y empresaria, las cosas se te pueden poner muy feas. Con un poco de ayuda de los que más te quieren, la carga se te hará menos pesada.

“Una de las lecciones con las que crecí fue que debía permanecer siempre fiel a mis metas y no dejar que nadie me distrajera de ellas”

-Michell Obama-

Sé paciente

No tengas prisa a la hora de conseguir tus metas. A todos nos encantaría alcanzar nuestros sueños lo más rápido posible, pero piensa que cuanto más corras, más probable es que te tropieces.paciente y disfruta de tus pequeños avances.

Por lo general, las empresas no suelen empezar a mostrar altos beneficios hasta pasado cierto período de tiempo. Mientras llega ese momento, relájate y sigue hacia adelante paso a paso.

Una de las mejores experiencias en la vida es la maternidad.

No te desanimes a la primera

¿Qué es eso de venirse abajo por una mal día? Echa a un lado la autocompasión y la lástima. Si quieres poder sobrellevar tu situación tienes que hacerte fuerte. Ser madre y empresaria es duro, pero ha sido tu elección: nadie más que tú tiene derecho a juzgarte.

Puedes permitirte estar triste un día o dos, pero pasado ese tiempo, ¡arriba! Tienes muchas cosas que hacer, mucho nuevo por aprender y montones de ideas que desarrollar.

Confía en ti misma

Este es el consejo más importante de todos: confía en ti misma. Si has decidido emprender este camino es porque en el fondo sabes que puedes con ello. Obviamente, habrá veces que dudes de tus capacidades como madre y como empresaria, pero recuerda: tus impresiones no son reales.

Es tu inseguridad la que habla, que posiblemente venga motivada por el miedo y por experiencias pasadas. Escucha esa otra vocecita interna que te recuerda lo mucho que vales, porque es la que realmente importa. Si sigues luchando por lo que quieres, al final lo tendrás.

Las madres trabajadoras siempre van a tener una doble tarea: dentro y fuera de casa. Cada vez son más las mujeres que eligen este tipo de vida, así que ten claro que lo que puede una, lo podemos todas.


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