3 actividades para trabajar las emociones con tus hijos

Es importante que los niños crezcan sabiendo reconocer las propias emociones y las de los demás, pues solo así podrán desarrollar sus habilidades sociales correctamente.
3 actividades para trabajar las emociones con tus hijos
Ana Couñago

Escrito y verificado por la psicóloga Ana Couñago.

Última actualización: 25 octubre, 2019

A veces se le da demasiada importancia a que los niños sepan leer, escribir, resolver problemas matemáticos, etc. Pero ¿qué ocurre con las emociones y los sentimientos? Los pequeños también deben aprender a reconocer y controlar los estados de ánimo, adquiriendo valores como el respeto, la empatía, etc. Por ello, hemos elaborado el siguiente artículo en el que se describen diversas actividades para trabajar las emociones en familia.

Desde casa hay que potenciar la inteligencia intrapersonal e interpersonal de los niños. Esto es indispensable para lograr un desarrollo futuro óptimo en el ámbito social y afectivo, lo cual repercute en todas las áreas del conocimiento y del aprendizaje.

“Las personas con habilidades emocionales bien desarrolladas son más proclives a ser efectivas en su vida, pues dominan los hábitos de su mente que fomentan su propia productividad. Las personas que no pueden controlar su vida emocional mantienen luchas internas que sabotean su capacidad de trabajar con atención y una mente limpia”.

-Daniel Goleman-

3 actividades para trabajar las emociones con tus hijos

El emocionario: un diccionario para trabajar las emociones con tus hijos

El Emocionario es un libro maravilloso para trabajar la inteligencia emocional con los hijos. Se trata de un diccionario en el que se definen, de una forma sencilla, ilustrativa y original, los cuarenta y dos estados emocionales más comunes en el ser humano.

Niño realizando una actividad para trabajar las emociones con un papel que expresa felicidad y el otro tristeza.

Además, la editorial Palabras Aladas pone a disposición de los usuarios, una serie de fichas con actividades para trabajar en profundidad cada una de las emociones descritas. De este modo, con la ayuda de los padres, los niños pueden aprender a identificar con facilidad sus sentimientos y sus estados de ánimo.

“Educar la mente sin educar el corazón no es educar en absoluto”.

Aristóteles-

Visualización de películas en familia

Realizar planes de ocio en familia, como visualizar una película, siempre es positivo para fortalecer los lazos afectivos entre padres e hijos. Pero, además, si se escoge la película adecuada, una en la que sus protagonistas experimenten diferentes emociones, esta actividad puede convertirse en una excusa perfecta para trabajar la inteligencia intrapersonal e interpersonal de un modo lúdico y didáctico.

Así, algunos films infantiles ideales para llevar a cabo esta actividad son:

Pero este ejercicio no debe consistir únicamente en ver una película, sino que, una vez terminada, los padres deben mantener una profunda conversación con sus hijos, reflexionando sobre las enseñanzas que transmite la historia y detectando las emociones y los sentimientos por los que pasan los personajes a lo largo de la película.

“Cuando los padres disfrutan realmente la compañía de sus hijos se convierten en los mejores maestros que los niños puedan tener”.

-Glenn Doman-

Niña expresando las diferentes emociones.

Caretas emocionales

Para llevar a cabo esta actividad, primero los padres deben explicar a sus hijos cuáles son las cinco emociones básicas:

  • Alegría.
  • Tristeza.
  • Enfado.
  • Miedo.
  • Sorpresa.

A continuación, se pide a los niños que dibujen la cara de cada una de estas emociones. Tras esto, deben pintarlas, recortarlas y pegarlas en una cartulina, realizando cinco caretas. Por detrás de cada una de estas caretas, los pequeños tienen que escribir, con ayuda de los padres:

  • Las acciones que suelen realizar al experimentar la emoción en cuestión.
  • Los diferentes sentimientos y pensamientos que acompañan a dichas conductas.

Por último, cada miembro de la familia cuenta una situación real en la que se haya sentido alegre, triste, enfadado, con miedo y sorprendido. Así, los niños consiguen comprender mejor los diferentes estados emocionales, aprendiendo a identificarlos y a normalizarlos.

“No hay separación de mente y emociones; las emociones, pensamientos y aprendizaje están relacionados”.

-Eric Jensen-


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.