101 maneras de ser una madre feliz

¿Eres una madre feliz? Seguro que has vivido muchos de los momentos que en este artículo vamos a describir.
101 maneras de ser una madre feliz
Ana Couñago

Revisado y aprobado por la psicóloga Ana Couñago.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 07 marzo, 2020

No lo dudes hay más de 101 maneras de ser una madre feliz, pues la maternidad está llena de maravillosos momentos que aporta grandes alegrías.

Es una lista interminable la que podemos realizar sobre este tema. Por eso a continuación vamos a resumir, en unas sencillas palabras, todas las satisfacciones que la maternidad trae a nuestras vidas.

“No hay manera de ser una madre perfecta, pero hay un millón de maneras de ser una buena madre.”

-Jill Churchill-

101 maneras de ser una madre feliz

  • Sentir crecer un corazón en el vientre.
  • El estímulo que lo hace notar vivo dentro de ti.
  • Cuando ya sabes que vienen en camino, las ansias de querer tenerlos en tus brazos.
  • Verlos nacer sanos y fuertes. 
  • El momento en que lo amamantas por primera vez.
  • Poder calmar su llanto con la lactancia.
  • El contacto visual que se establece en cada toma.
  • Sentir por primera vez sus pataditas en el vientre.
  • La intriga de su primer cambio de pañal.
  • Su primer baño tibio.
  • Observar su avance en cada etapa y atemorizarnos de que crezcan tan rápido.
  • Reconocer que tus hijos disfrutan estar contigo.
  • Nos sentimos tan susceptibles con su primera fiebre.
  • La espontaneidad de los pequeños.
  • La risa de un niño.
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  • Decirles a cada momento cuanto los amas y alimentar ese amor día a día.
  • Cuando comienzan a expresarse.
  • Su primer diente, un momento increíble.
  • Cuando la emoción de tu hijo es evidente.
  • Verlo comer sus primeros platos con mucha curiosidad.
  • Ayudarlos a sentarse y ser un poco más firmes.
  • Saber que ya pueden movilizarse, al menos gateando.
  • El dulce sonido que dice mamá.
  • Celebrar sus primeras rabietas.
  • Ver su cara mientras duermen después de que haya sido un reto lograrlo.
  • Acostarse sumamente agotada, pero levantarse como si nada hubiese pasado solo por ver esa carita.
  • Trasmitirles nuestro amor en cada comida.
  • Ver su evolución mes a mes, día a día.
  • Intentar complacerlos en todo, aún cuando no lo comprendamos.
  • El reto de enfrentar sus travesuras de la manera correcta.
  • Tener la oportunidad de recibir resultados saludables y duraderos en la crianza.
  • Cantarles para dormir hasta que se aprendan las canciones.
  • Sorprendernos gratamente cuando algo no les gusta.
  • Ayudarlos a dar sus primeros pasos.
  • Esperar con ansias su primer año de vida.
  • Asumir un nuevo rol según cada etapa que supera.
  • Celebrar su cumpleaños. 
  • Acompañarlo a ver su película favorita.
  • Notar que sus valores comienzan a forjarse.
  • Verlos que se convierten en responsables de muchas cosas.
  • Cuando logran su independencia.
  • Ir a buscarlo a la escuela infantil o volver a casa después de dejarlo.
  • Cuando el bebé comienza a hablar.
  • Escuchar como crea su primera canción personal.
  • Tener una conversación con tu hijo que apenas habla.
  • Ya lo escuchas dar las gracias.
  • Siempre que puedas darle besos y abrazos.
  • Ese momento cuando hablas y sabes que te entendieron perfectamente.
  • Cuando comienza a comer como niño grande.
  • Esa forma tan audaz de identificar cuando lo que hicieron estuvo mal, y tratan de compensarte con una sonrisa traviesa o un beso.
  • Cada nuevo aprendizaje, cuando aprende los números, colores o una canción.
  • La satisfacción cuando te dicen que es un niño muy inteligente.
  • El saber que sus travesuras nos hacen falta a todos.
  • Cuando expresa con claridad sus sentimientos “dolor” “angustia” “alegría”.
  • Ver a los hijos como ponen en práctica las normas de cortesía.
  • El poder enseñar a tener consideración por las cosas de los demás.
  • Involucrarlos en las cosas del hogar, que aprendan a ganarse un incentivo.
  • Estimularlos con frases y acciones alentadoras.
  • Entender que los hijos necesitan su espacio para conocerse.
  • Establecer horarios de comida y sueño.
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  • Dejarlos compartir con otros niños y que se adapten a la perfección.
  • Preocuparnos por su bienestar y cuidado.
  • Mantener buenos hábitos de higiene en ellos.
  • Con miedo dejarlos crear anticuerpos en contacto con el medio ambiente.
  • Enseñarlos a respetar otros seres vivos.
  • Propiciar el descanso de tu bebé con un ambiente limpio y ordenado.
  • Cuando tienes el apoyo de su papá.
  • Compartir con personas que te ayuden en momentos difíciles.
  • La motivación que sientes al verlo quemar sus etapas a su propio ritmo.
  • El comienzo de su etapa escolar.
  • A medida que van avanzando en la escuela.
  • Sus primeras presentaciones extraescolares.
  • Verlo concentrado en su primera asignación.
  • Identificar el compromiso de los hijos por hacer las cosas bien.
  • Cuando te comentan algo apenas te levantas.
  • El orgullo de saber que está aprendiendo.
  • Cuando comienzan a tener amiguitos.
  • La empatía que sientes que tienen con otros compañeros.
  • El poder compartir tu experiencia con otras mamás.
  • Compartir viajes con ellos y que estén emocionados en el camino y en el destino.
  • Disfrutar de esos momentos en que está saludable.
  • Acompañarlos en las cosas que quieren mostrarte.
  • Cuando son buenos en la escuela y reciben un reconocimiento por ello.
  • Inventar nuevas cosas junto a él.
  • Cuando quieren saber qué haces y quieren integrarse en eso.
  • Cuando te imitan a la perfección .
  • La capacidad que tienen para alegrarte el día, incluso cuando pensaste que todo saldría mal.
  • Estar presente en todos los momentos que sea posible.
  • Que te lleven a investigar sobre sus intereses.
  • Que el hecho de ser madre sea para toda la vida, un lazo irrompible y trascendental.
  • Poder apoyarlos en todo y para siempre.
  • Estar disponible cuando ellos lo estén.
  • Sentir que servir a los hijos es una pasión, no una obligación.
  • Recordar los avances obtenidos a través del tiempo.
  • Cuando estas consiente de que ya no es un niño.
  • Ese momento en el que se enamora y te pide consejos acerca de cómo debería actuar.
  • Saber que el amor es recompensado.
  • Que puedan hacer lo que les gusta y ser exitosos en ello.
  • Sentir ese amor tan grande tan inexplicable, que no reconoce barreras.
  • Recordar que ha sido el amor de tu vida antes de que lo conocieras.
  • Tratar de ser un modelo de virtudes para garantizar una imitación que valga la pena.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.