Valor educativo del cuento

El hábito de la lectura debe ser cultivado desde tempranas edades porque supone una fuente de placer y de cultura indiscutible. En este sentido, en este artículo queremos destacar el valor educativo que tiene el cuento dentro de la literatura infantil.

Madre leyendo un cuento a sus hijos por la noche antes de dormir.

Es imposible negar el valor educativo del cuento, ya que este se constituye en un excelente recurso que favorece, desde tempranas edades hasta la vida adulta, el gusto por la lectura y el desarrollo integral de las personas. 

En la etapa infantil, los niños encuentran en los libros de cuento sus primeras experiencias imaginativas,  logran satisfacer su constante curiosidad y pueden poner imágenes y palabras a sus sensaciones.

El cuento y sus  características

Según Gianni Rodari, un cuento puede definirse como un relato breve, simple y lineal, oral o escrito, de hechos reales o imaginarios y ficticios. Tiene un argumento sencillo (exposición, nudo, desenlace), con poca descripción de los escenarios, y su trama es protagonizada por un número reducido de personajes poco caracterizados. La finalidad de los cuentos suele ser moral o recreativa.

La estructura de un cuento se conforma por la presentación de sus personajes y la descripción de una situación conflictiva. Esta situación deberá ser resuelta por la acción de los personajes desarrollándose, así, el desenlace del cuento.Madre leyendo un cuento educativo a su niña.

Características principales de un cuento

  • Permite el desarrollo de la imaginación.
  • Despierta emociones y sentimientos (alegría, ira, tristeza, admiración).
  • Combina la realidad con la fantasía.
  • Transmite valores (bondad, justicia, respeto, lealtad, compasión, solidaridad, amistad, superación).
  • Es un recurso para reflexionar sobre las conductas, sobre lo que está bien o mal.
  • Posibilita la resolución de conflictos y la disminución de temores.

El valor educativo del cuento

El valor educativo de los cuentos y su función pedagógica y didáctica y, por lo tanto, su importancia, radican en que facilitan la transmisión de la herencia cultural. Además de favorecer el desarrollo del lenguaje e influir en el desarrollo psicológico de los niños.

Escuchar y leer cuentos permite que los niños puedan ampliar su vocabulario y conocer nuevos modelos expresivos, progresando en la comprensión de formas cada vez más complejas de textos escritos. Favorecen, a la par, el desarrollo cognitivo, permitiendo que puedan transferir situaciones vividas en los cuentos a otras situaciones de su vida cotidiana.

Además, a través de los cuentos, los niños ejercitan la memoria, perfeccionan su capacidad de atención y concentración, y logran mejorar su estructuración y organización temporal a través de acontecimientos que marcan un antes y un después.

A nivel afectivo y social, les ayuda a comprender el significado de ciertos valores a través de las acciones tanto positivas como negativas de los personajes que componen las historias, y van aprendiendo y asumiendo progresivamente determinados roles y normas sociales.

En un plano psicológico, a través de las historias de los cuentos y sus personajes, ellos pueden identificarse y verse reflejados. Un cuento puede permitir que tanto un niño como un adulto encuentre respuestas a sus miedos, a sus necesidades y sus contradicciones.Profesora leyendo un cuento a su alumnos para inculcar su valor educativo.

En definitiva, adaptado a las edades y etapas educativas en concreto, los cuentos satisfacen el deseo de saber y de conocer más, ya sean entornos, personas, situaciones o sensaciones.

Importancia de la narración de un cuento

Es importante, sobre todo en la etapa infantil, tener en cuenta la diferencia que existe entre contar un cuento y narrarlo. Cuando un cuento es narrado, se crea un clima armónico y de atención que invita a disfrutar de la historia y sus personajes. Para lo cual, la narración implica que quien lo hace debe saber cómo.

Para lograr una buena narración, se deberá modular bien la voz y hablar de forma tranquila y pausada. Imitando el tono y las voces de los personajes y haciendo las pausas y los silencios necesarios requeridos por el argumento. También es importante colocarse cerca y a la misma altura que los oyentes, sobre todo si son niños, con los que se debe crear un energía de complicidad y confianza.

Al final, un cuento…

Es un viaje hacia lo desconocido, es un recorrido compartido por un camino que invita a descubrir y a investigar mientras se crece y se progresa. Un cuento es fundamental para el desarrollo emotivo y afectivo, intelectual y lingüístico de los niños y no tan niños; este es su valor educativo.

Bibliografía

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