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¿Por qué usar bolas chinas después del parto?

4 minutos
Las bolas chinas son la solución para el fortalecimiento del suelo pélvico luego del parto. Estos elementos cumplen una función rehabilitadora en casos de incontinencia urinaria, molestia en las relaciones sexuales o prolapso.
¿Por qué usar bolas chinas después del parto?
Última actualización: 23 febrero, 2023

Después de tener un bebé, el cuerpo de la mujer se enfrenta a múltiples cambios. En muchas oportunidades, los músculos de la región pélvica se resienten durante el embarazo. Es importante rehabilitarlos para evitar otro tipo de consecuencias.

Para una lograr una buena recuperación se recomienda el uso de bolas chinas después del parto. Ahora, ¿cómo se utilizan estos pequeños dispositivos?

Consecuencias del parto: existen soluciones

Los nueve meses de embarazo y el parto vaginal, son dos situaciones en las que se ejerce una presión considerable sobre los músculos de la pelvis.

La salida del bebé provoca movimientos de contracción y estiramientos en la musculatura del suelo pélvico. Esto hace que se debilite y dañe. El suelo pélvico está formado por los músculos que sostienen la vejiga, el útero y el recto.

Las consecuencias más comunes que trae aparejado este debilitamiento son:

  • Incontinencia urinaria.
  • Molestia en las relaciones sexuales.
  • Prolapso: descenso de órganos como la vejiga, el útero o el recto.

Una de las recomendaciones para fortalecer la zona es el uso de bolas chinas después del parto. Un recurso útil para lograr controlar nuevamente esos músculos y morigerar o evitar las consecuencias nombradas.

Bolas chinas después del parto: función rehabilitadora

Las bolas chinas consisten en dos bolas de material ligero que se introducen en la vagina detrás del músculo pubocoxígeo. Es decir, en la misma vía donde se colocan los tampones.

Son una opción excelente. Al colocarlas, obligan a realizar un trabajo de contracción pasiva de la pelvis. Si se usan de manera continuada, fortalecen esta zona del cuerpo.

¿Cuándo utilizarlas?

Siempre es recomendable consultar al ginecólogo o la matrona sobre el momento idóneo para comenzar a utilizarlas. Hay que recordar que cada parto tiene particularidades que obligan a adaptar los tiempos. Como consejo general, se debe esperar al menos hasta que finalice el período de cuarentena.

Si durante el parto se ha realizado un corte vaginal para facilitar la salida del bebé, debe esperarse hasta la completa cicatrización de la herida.

¿Cómo se utilizan correctamente?

Antes de usar por primera vez las bolas chinas después del parto, es importante leer las instrucciones con atención.

Es un procedimiento muy sencillo que consta de los siguientes pasos:

  • Se introducen dentro de la vagina estando en una posición cómoda para ello. Deben colocarse de la misma manera que los tampones y dejar el hilo fuera para poder retirarlas.
  • Previamente, se deben lavar con jabón neutro y colocar un poco de lubricante en la primera bola para facilitar su introducción.
  • Después hay que levantarse y caminar con ellas. El mismo movimiento hará que tiendan a bajar y se genere una contracción de los músculos al intentar retenerlas.
  • Al principio es posible comenzar con una sola bola unos minutos e ir aumentando el tiempo a medida que el procedimiento se haga habitual.
  • Si no es posible hacer el ejercicio de esta manera, la opción es permanecer recostado. En esa posición se realiza el esfuerzo de contraer los músculos pélvicos.

En el caso que sea imposible retenerlas, es importante acudir al ginecólogo para que evalúe la situación y pueda recomendar un tratamiento adecuado.

¿Cuál elegir y dónde adquirirlas?

Existen varios tipos de bolas chinas, de diversos materiales y tamaños. Lo ideal es que sean de silicona hipoalergénica. Se trata de un material seguro, que evita los riesgos de padecer alergias.

El mejor sitio donde comprarlas es en una farmacia, ya que esto garantiza que han pasado los controles sanitarios correspondientes.

Ventajas de usar bolas chinas

Llamadas también esferas pélvicas, el uso habitual de ellas genera una serie de beneficios, entre los que se cuentan:

  • Fortalecimiento del suelo pélvico tras el parto. Este refuerzo de la musculatura evita o controla a su vez la incontinencia urinaria y las consecuencias asociadas a este problema.
  • Estimula la lubricación de la zona, lo cual es beneficioso para mejorar las relaciones sexuales.
  • Son una alternativa sencilla de adquirir y de utilizar. No requieren de un gasto excesivo y sirven por un largo período de tiempo.

Conclusión

El debilitamiento de la musculatura que sostiene los órganos pélvicos se da como consecuencia del parto y lo padecen muchas mujeres. Asociado a ello, se sufre normalmente de incontinencia urinaria o caída de estos órganos.

Siempre, se recomienda consultar al ginecólogo, quien evaluará el caso particular.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.